Capítulo 1

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Regreso

Anastasia

Disfruto del sol, del aire que corre con fuerza y del ambiente caluroso que hay en California antes de volver a Inglaterra.

Me dejo caer en el camastro cerrando los ojos y relajándome hasta quedarme dormida pero el que alguien me de un beso en los labios me hace abrir los ojos y quitarme los lentes de sol para mirar a Chad con una sonrisa frente a mí.

—Ya ha llegado —informa, sentándose a mi lado.

Espero a que me muestre el sobre que nos dice a ambos a que comando debemos ir ya que nuestro tiempo aprendiendo en la empresa de armas de California ha acabado.

Hace un par de años pedí el traslado del comando Inglés a Weapon Assembly, L.A. una empresa especializada en la creación de armas de primer nivel en la que aprendí a manejar todo tipo de armamento y a crear algunos.

Ahí fue donde conocí a Chad. Él ya tenía más de un año trabajando en Weapon cuando yo fui trasladada y meses después nos hicimos novios. Su sueño siempre ha sido formar parte del ejército Inglés porque sabe que es el mejor.

Mi padre es el sub comandante de la central, Rob Beckham, es el segundo al mando en el comando de Inglaterra y ha trabajado ahí por más de 25 años junto a su colega y amigo Philippe Fletcher, el dueño y jefe de la organización.

—¿A dónde nos han trasladado?

Chad abre el sobre y sin darme tiempo de reaccionar se abalanza sobre mí para darme un efusivo abrazo que me deja quieta.

Espero que no nos hayan trasladado a donde estoy pensando, espero no tener tan mala suerte para volver al comando Inglés pero...

—¡Nos han dado el traslado al comando Inglés! —supone lo que sospechaba y cualquier rastro de emoción que tuviera por volver al trabajo se esfuma como si nada.

—¿Al comando Inglés? —pregunto sin un atisbo de emoción.

—Sí —asiente efusivamente y me entrega la hoja que confirma que hemos sido trasladados a Inglaterra. Leo la información que contiene y me es difícil creerlo ya que una vez que sales del ejército Inglés es casi imposible volver.

Incluso aunque mi padre sea uno de los hombres con más poder dentro de dicho ejército no podría haber vuelto tan fácil. O al menos eso creía hasta hoy.

—Es genial, ¿no? —Chad no oculta la emoción que le causa.

No respondo, simplemente continúo leyendo lo que dicen los documentos.

—¿No te emociona? —sigue.

—Chad, no vamos al comando —le explico volviéndolo a ver.

Frunce el ceño y me quita los papeles para leerlos él.

—¿Vamos a la empresa de Fuerzas Armadas Inglesas, Fletcher? —vuelve a sonreír como si eso fuera aún mejor.

—Eso parece —me pongo de pie.

Día arruinado en un dos por tres.

—¡Partimos en dos días, linda!

Antes de sacar mis propias conclusiones sobre quien está al mando de la empresa de armas más grande de Inglaterra le envío un mensaje a Jenna, mi mejor amiga para darle la noticia de que Chad y yo llegamos dentro de dos días.

Más tarde me llega un correo para comprobarme que debemos partir en un par de días y que, efectivamente no vamos al comando sino a la empresa de armas de los Fletcher.

Chad no para de hablar de lo mucho que le emociona poder trabajar para esa nueva empresa de armas.
En todo el camino al aeropuerto me comenta lo mucho que le entusiasma poder conocer al nieto de Henrik Fletcher mientras yo me concentro en la felicidad de poder ver a mis padres y a las chicas después de un año sin verlos.

◇◇◇

Al llegar al aeropuerto mis padres nos reciben con un abrazo contentos de vernos. Papá habla con Chad de cosas que no entiendo y mamá no para de preguntarme si estoy segura de querer volver al mismo trabajo de antes mientras yo le aseguro que sí.

El empleo que tenía en California no se compara con el que tenía aquí hace dos años. Mientras allá trabajaba en una compañía que al igual que FAIF (Fuerzas Armadas Inglesas Fletcher) se especializa en armas aquí formaba parte del ejército Inglés ocupando del cargo de Arquera capitán, un puesto por debajo del cargo que tienen mamá y papá. Estaba a cargo de las tropa Alpha y Beta.

Estuve en la academia que forma parte del comando desde los 10 años hasta los 18 rigiéndome en un entrenamiento especializado en construcción de armas, defensa personal, uso de distintos armamentos al igual que estuve en distintas brigadas y misiones que me sirvieron para mejorar en lo que hacía.

Pasamos a dejar a Chad a la casa que alquiló antes de ir al departamento de Jenna donde a partir de ahora viviré.

Mi mejor amiga a la cual no veía desde hace un año me da un abrazo que casi me hace caer al piso con todo y equipaje mientras que yo no dejo de sonreír feliz de verla de vuelta.

Mamá me da un beso en la mejilla y papá uno en la frente.

—Recuerda que mañana temprano debes estar en la empresa.

—¿Ustedes vendrán?

Se encoge de hombros, de nuevo se despide de mí y se encamina a la puerta.

—Trataremos de estar ahí, cariño —dice mamá antes de irse a lado de mi padre.

Me vuelvo hacia Jenna y juntas vamos al sofá donde nos ponemos al día, eso hasta que de nuevo me invade la curiosidad de saber quien está a cargo de la empresa y el porqué me han trasladado ahí. Eso aún sigue siendo demasiado extraño.

Intento apartar esa duda de mi mente pero no puedo.

—Jen —digo repentinamente seria— ¿Quién está a cargo de la empresa de armas?

Sonríe porque sabe el motivo de mi pregunta y el que lo haga no aclara nada, por el contrario me pone más nerviosa pero termina encogiéndose de hombros.

—No lo sé, Annie —suelto una exhalación de alivio— Hace mucho que no tenemos que ir allá.

—Supongo que mañana lo sabré —trato de no agobiarme tanto por eso.

—Mañana lo sabrás —vuelve a sonreír.

Y el simple hecho de no saber que Fletcher es el que dirige la empresa no me deja dormir en toda la noche.

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