introducción

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Lia sabía que escapar de la escuela estaba mal, incorrecto. En su mente los mil regaños que su madre le haría, hacían eco fuertemente.

No le importó.

Se adentro saltando una cerca con facilidad, con sus manos apretando el metal, obviando los ladridos de los perros de la casa de enfrente.

Vío hacía sus pies, el cesped ya no era verde, solo tenía tenúes manchas grises, el resto solo era tierra.

Ella solo quería saber porque todos temían a ese lugar, porque odiaban ese hermoso castillo.

*

Jen no entendía las cosas tan rápido como otros, su vida rodeada de murallas grises, paredes sucias y ásperas, encierro, una cadena a poco tiempo de oxidar y un pensamiento que le acompañaba siempre

"¿hoy vendrás Jiio?"

Jen solo esperaba a su hermana mayor, porqué Jiio nunca la dejaría, porque Jiio no era mala, Jiio era todo lo bonito para Jen, Jiio era todo para ella.

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