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Me desperté con el sol.

Te dije ayer que cerraras las malditas persianas.

En el resto de Europa no existen las persianas idiota.

Ay bueno, te noto de mal humor. ¿Y eso?

No sé tú sabrás, tu eres muy consciencia.

También es verdad.

Derrepente alguien llamó a la habitación. Primero me desubicada y luego fui a abrir la puerta y me quedé congelada con la persona con la que me encontré.

- Hola- dijo Brin. No ella por favor, ahora no. Y pasó, no quería que pasará, pero me quedé congelada.

- ¿Porqué no me respondes a las llamadas? Si se puede saber- volvió a hablar.

- Emm no sé, ya no somos pareja y me hiciste mucho daño, no quiero hablar contigo- le dije la verdad y agache la cabeza.

- ¿A si?- Se acerco, yo retrocedí y así hasta que yo quedé pegada a la pared y ella me cogió de la barbilla muy fuerte y me levantó la cabeza y me besó.

Yo intenté salir de ese beso y lo conseguí no podía dejar que eso siguiera. Le pegué una bofetada, se intento acercar pero le dí otra. Le empezé a gritar y se fue . No sé ni porque me hizo caso.

Recuerdos

Brin me empezó a besar contra la pared y quería salir de ahí pero no pude. Además a donde iría, estaba en su casa. Me cogió del pelo y me lo tiró para atrás. Ahí no pude evitarlo y comenzó a besarme mucho más profundo. Me agarró del culo y me acercó a ella; con la otra mano, con la que me estaba tirando de el pelo, me cogió las dos manos y las puso encima de la cabeza. Intenté liberarme, como siempre, pero no pude. Empezó a frotarse a mi. Se separó.

- Dios cada día estás más buena, no sé como lo haces-

Me metió la mano por el pantalón y me empezó a tocar. Y no pude evitarlo y me salió un ruído. Brin me sonrió.
Me tiró en la cama, me abrió las piernas. Intenté salir de ahí, salí corriendo a la puerta; pero me cogió y vi que tenía cuerdas. Me ató, desnuda. Me empezó a tocar, no sabía que hacer solo quería salir de ahí. Pero nadie vino.

Fin del recuerdo

Y derrepente alguien tocó a la puerta.

Escuche la voz de Damiano.

Entonces le abrí, estaba llorando. Me abrazó y no preguntó nada. Creo que sabía que era serio lo que me pasaba.

Estaba con Damiano abrazada y por una vez en mi vida me sentía segura.

El solo me respetó mientras me calmaba.

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Por suerte no pasó nada. Pero me hizo revivir muchos momentos.

Ese día no fui a ensayar. Ya que aún quedaban dos semanas para Eurovisión y si iba a ir, no iba a dejar que por culpa de Brin dejara de cumplir mi sueño.

Damiano estuvo conmigo cuando fui a comer y toda la tarde. Vimos programas de televisión y hizo que me riera. Se lo agradezco enormemente.

- Bueno y ¿ahora que película quieres ver?- me preguntó, aún eran las cuatro de la tarde.

- Podemos ver la saga de Harry Potter!!- le dije mediatamente feliz.

- Me parece correcto-

Vimos toda la saga y estaba muy feliz, todo lo contrario a como había empezado el día. No sé como había hecho eso Damiano.

Te gusta, ala, problema resuelto.

¿Pero tu de que vas?

No sé la consciencia no tiene forma.

Me acaba de explotar el cerebro.

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- ¿Porqué haces esto por mi no lo entiendo?-

- Porque eres una chica divertida, alegre, sensible, graciosa, empatica, y más cosas. Y además eres muy guapa- dijo mientras me cogía las manos- y quiero que confíes en mí-

- Nunca he sido especial para alguien solo para Paula-

- ¿Quieres que vayamos a comer y luego terminamos la saga de Harry Potter?-

- Si- dije un pelín emocionada.

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Empezaban las semifinales, a mi no me tocaba ese día y a Maneski tampoco. Estábamos en los sofás con una televisión en frente con todos los cantantes, era como una ensaladilla de países.

La rodilla de Damiano se juntaba mucho a la mía. Yo ya había reconocido mis sentimientos hacia él y el me mandaba indirectas, yo se las seguía pero no pasaba nada.

Después de la velada, fuimos a cenar Maneski, Paula y yo a un restaurante al cuál llegamos con Google Maps.

- ¿Bueno y que queréis para comer?- preguntó Thomas.

- Yo me pido a Victoria- dijo Paula, es verdad que estás dos últimamente estaban muy arrimadas. Luego tendría que preguntarle. En cuanto a mi Thomas era el el que mejor me caía después de Damiano. Thomas y Paula eran los únicos que sabían mis sentimientos hacía Damiano.

- Yo creo que voy a comer un filete y patatas fritas, porque no sé que significa el resto- dije.

-Yo lo mismo- dijeron Victoria, Paula y Damiano.

Cada uno pidió lo suyo. Luego de la comida. Thomas me acompañó a la habitación y hablamos.

- Me gusta pero no estoy preparada, aparte solo han pasado dos semanas desde que nos conocemos.

- Pero presiento que lo vuestro es algo profundo y bueno-

- A mi él me ha tratado como nadie me había tratado, creo que es hora de compensarle-

- Es una buena idea, seguro que se pone contento-

- Si bueno, hoy ha sido un día muy largo, creo que es mejor que me vaya a dormir-

- Chao que duermas bien-

- Igualmente-

Cuando entré en la habitación esperaba encontrarme de todo menos esto...

EN MARZO|| Damiano DavidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora