Cap. 1

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Estan las dos alli, boquiabiertas, obersvando lo grande y elegante edificio que tienen delante de sus ojos, la residencia Esmeralda del Sur.
Melinda la mira fascinada, sin dejar un solo detalle. Tambien observa a su amiga Julia, apollada en el capó de su coche, encendiendose un cigarro.

–Deberias dejar de fumar. —Rechista Melinda, que odia que fume cerca de ella.-- Es malo para la salud.
—Hay tantas cosas que son malas para la salud. —Le responde Julia, despues de dar una calada.

Melinda y Julia son como el blanco y el negro, pero aun asi, siendo tan contrarias, llevan siendo mejores amigas desde pargulario.
Llevaban planenado ir a la univerisdad juntas desde segundo de primaria, lo cual, Julia habia intentado evitar desde entonces.

—No se porque al final accedi a venir a la universidad. —Dice Julia algo desanimada. —No me gusta estudiar, y lo sabes de sobras.
—Venga no te desanimes. ¡Ni siquiera hemos llegado y ya te estas quejando! —Exclama Melinda, que ya camina hacia la entrada.

Julia se encamina a la puerta, donde ya esta Melinda. Hay muchos universitarios alrededor; algunos entrando y saliendo de la residencia, algunos charlando y otros simpemente, paseando por los alrrededores de la Esmeralda del Sur.
Cuando Julia llega a la entrada, Melinda la coge de la mano entusiastmada y la arrastra al interior.

—¿Ha visto el techo? ¡Es precioso! —Dice Melinda en un tono bastante alto, todos los presentes la miran estrañada.
—Melinda es solo un techo. –Le susurra Julia. –Y baja el tono, que todos nos estan mirando.

Las dos jovenes se aproximan a la recepcion, donde hay una mujer rubia, de unos 40 años sentada en una silla frente el ordenador.

—Buenas tardes, y bienvenidas a Esmeralda del Sur. ¿En que puedo ayudaros? —Dice la señora de la recepcion con un tono bastane bajo y calmado.
—Venimos a ver si nos puede dar las llaves de las habitaciones, somos de primer año. —Le explica Melinda a la recepcionista, sin quitarle ojo a Julia.
—Melinda Vazquez Diaz y Julia Ortega Delgado. —Dice Julia adelantandose a que la señora de la recepción les pregunte sus nombres.
—Perfecto, pues la habitación de Melinda Vazquez Diaz es la 101 del pasillo Primero A. —Expone la mujer, dejando una de las llabes encima del mostrador. —Y la de Julia Ortega Delgado, la 103, en el mismo pasillo, Primero A. Tambien os entrego un libretillo con las normas de la residencia y la tarjeta del comedor, bienvenidas a Esmeralda del Sur chica. —Dice con una amplia sonrisa.

Las dos jovenes caminan hasta el pasillo que les ha indicado la chica rubia de la recepcion.
Una vez estan en el pasillo, se percatan que el silencio se adueña de la situación.

—La gente aquí debe ser muy silenciosa. —Exclama Melinda, llena de emocion.
—Por eso mismo, no tienes que gritar. —Le dice Julia, obligandole a bajar el tono. —Voy a mi habitacion, en media hora nos vemos aquí y damos una vuelta para ver toda la residencia.
—Vale. —Obedece Melinda, moviendo la cabeza de arriba a bajo, mientras mete la llave en su puerta.


Julia esta plantada en frente de la puerta de la habitacion 103.
—Aquí pasare los proximos 9 meses de mi vida. —Susurra para si misma antes de meter la llave.

Cuando entra en la habitacion, se percata de una fascinante olor a fragancia de hombre.
—¿Quien eres tu? —Proclama un joven saliendo del baño de la habitacion.
Es un chico alto, como minimo 1.80m, pelinegro con los ojos azules, con el pelo alborotado y con una toalla atada a la cintura.
—¿Y tu? —Dice Julia saliendo a la defensiba. —¿Que haces en mi habitacion?
—¿TU habitacion? —Exclama el joven, recalcando el «tu». —He llegado yo antes.
—Pues la recepcionista es una inutil. —Susurra Julia, retirandose de la habitacion de aquel joven.
—Es mi madre. —Dice el moreno con una expresion seria.
—Bueno, no queria decir...
—Es broma. —El joven suelta una carcajada, que como minimo se escuchaba hasta en recepción.
—Eres gilipollas. —Exclama Julia mirandole a los ojos.
— También soy Ruben. —Proclama con una amplia sonrisa orgulloso. —No devuelvas la llave, a lo mejor te apetece venir a verme en algun momento.
—Yo Julia, y creeme que lo que menos me va a apetecer es venir a verte. —Expresa con una sonrisa ironica.

En ese momento, aparece Melinda por detras.
—Oye Julia pero presentame a tu amigo. —Dice la chica poniendose por delante de Julia para ganar protagonismo.
—Todo tuyo, voy a cambiar la llave. —Dice Julia alejandose de ellos.
Una vez Julia se va, Ruben cierra la puerta en las narizes de Melisa.
—¡Mal educado! —Grita desde la puerta.

Cuando porfin a cambiado la llave, vuelve al pasillo, esta vez con la llave de la habitacion 102, justo enfrente a la de Melinda.
Cuando entra, se assegura de que esta, no esta ocupada por nadie.

Ruben no para de pensar en la chica bajita, pelo negro largo y con mal caracter que ha abierto su puerta.
—Era muy borde. —Rechista Ruben frente la pantalla de su ordenador, donde esta en plena videollamada con uno de sus amigos mas intimos.
—Mañana llego y lo pongo todo en orden. —Dice Daniel con el ego por las nubes.
—Solo la he visto a ella y a otra que iba con ella, una niña pija. —Le advierte Ruben a su amigo. —No se que pinta aquí la otra.
—Tio te dejo, mi padre me esta llamando. —Daniel cuelga y a Ruben no le da ni tiempo a despedirse.

Sara cruza aquella enorme puerta roja que conduce al pasillo Primero A.
Admira cada rincon de ese corto pasillo de 11 habitaciones, però se centra en su habitacion: la 104.
Mete la llabe y se mete dentro de la habitacion, dejando las maletas a un lado.
—¡Hogar dulce hogar! —Grita tirandose a la cama. —¡Hasta tengo buenas vistas, que lujazo!

Con tanto entusiasmo y emocion, no se percata de que hay alguien en su puerta mirandola.
—Hola. —Dice Ruben desde su puerta, con un tono un poco desagradable.
—¡Hola! Soy Sara, encantada. —Exclama la joven con una gran sonrisa, mientras se acerca a la puerta.
—Soy tu vecino de enfrente, y estoy intentando echar una siesta, si pudieras bajar el tono seria maravilloso. —Dice Ruben con un tono tajante.
—Ui, perdona, no sabia que se escuchaba tanto. —Dice casi susurrando Sara, con una pequeña sonrisa y muerta de la verguenza.
Ruben se percata de que talvez ha utilizado un tono algo seco y borde.
—No te preocupes, estoy enfrente para lo que necesites. —Expresa Ruben risueño. —¿Como te llamas?
—Sara ¿Y tu?
—Ruben. —Dice en un bostezo. —Voy a dormir un rato, nos vemos.

La chica cierra la puerta algo avergonzada, acaba de llegar y ya esta dando la nota y molestando a sus compañeros.
Sara sale al pasillo, en busca de explorar esa residencia, y se topa con dos chicas jovenes en el mismo pasillo.

—¡Hola! ¿Tambien residis aquí? —Exclama Sara acercandose a las dos chicas.
Julia y Melinda se giran para ver quien les habla.
—¡Hola! —Dice Melinda acercandose a Sara, para darle dos besos.
—Hola. —Proclama Julia, tambien acercandose a ella. —¿Tu nombre?
—Sara, vosotras?
—Melinda. —Dice Julia señalandola. —Y yo, Julia.
—¿Vamos a ver la residencia? —Dice Sara emocionada.

Las dos jovenes asienten con la cabeza, y salen las tres del pasillo.

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⏰ Última actualización: May 31, 2021 ⏰

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