Sonrió levemente y se sentó bien en el asiento.
-Sweet Pea- dijo divertida- Sí, ya llegue a casa... estoy por entrar.
Me miró y abrió la puerta del auto, se bajo y la cerró. Sin dejar de hablar y de sonreír me saludó con la mano, en una forma, debo decir, burlona.
Vi como se alejaba caminando hacia el edificio. Y ahora si, Pea no tendrá mi voto el año que viene. Si ese maldito celular no hubiera sonado, en este momento estaría saboreando sus labios. Pero yo no soy así, yo no me voy a quedar con las ganas de besarla.
Rápidamente me bajé del auto y de la misma manera comencé a acercarme a ella.-Está bien, adiós- escuché que decía y colgaba.
Entonces la tomé del brazo y la giré hacia mí.-Jughead, ¿Qué haces?
Al instante tomé su boca con la mía, colocando mi mano en su nuca, para impedirle escapar. Ella lograba que me sintiera desesperado por besarla. Logró despegarse apenas de mí.-No Jughead, basta- dijo agitada. La callé besándola de nuevo. A paso ciego comencé a caminar, haciendo que ella caminara hacia atrás. Se volvió a alejar- No, no vas a subir conmigo.
-¿Por qué no?- le pregunté con la voz algo ronca.
-Porque... porque tú prima está allá arriba y no quiero que subas.
-Entonces vamos a casa- le dije y le di casto beso en los labios.
-No tampoco... vete- me dijo.
La solté por un segundo y tomé mi celular. Marqué el número de mi prima y esperé a que me contestara.-¡Contigo quería hablar! ¿Se puede saber que estás haciendo en la cita de Betty? ¿Cuál es tu problema Jughead?- me preguntó.
-¿Dónde estás Toni?- le pregunté.
Los ojos de Betty se abrieron bien y quiso hablar, pero coloqué uno de mis dedos sobre sus labios.-En casa tonto, ¿Dónde más voy a estar?- me contestó. Sonreí levemente.
-Eso es todo lo que quería saber Toni, muchas gracias.
-Pero...
Colgué antes de que siguiera diciéndome cosas. Miré intensamente a Betty. Ella era una pequeña mentirosa, pero no iba a salirse con la suya.-Toni no está aquí- le dije.
Volví a capturar su boca en un caliente beso. Ella no pudo reprimir un leve gemido que escapó de sus labios.
Entonces comencé a caminar de nuevo. De una u otra forma entramos al edificio y logramos subir al ascensor, todo esto sin dejar de besarnos.
La apoyé levemente contra el espejo del ascensor y me alejé de sus labios para besar su mentón, y su cuello.
La caja de metal se detuvo en el piso 6. Casi desesperado logré abrir la puerta. Salimos blanco tomé de la cintura pegándole a mí otra vez.
A ciegas volvimos a caminar hasta que chocamos contra la puerta del departamento. Busqué las llaves dentro del bolsillo de su abrigo y logré abrir...
Cerré la puerta detrás de nosotros y alejándome apenas de sus labios para poder respirar me quité la chaqueta. Ella se quitó el abrigo.
Caminamos un poco más cuando nuestros labios volvieron a juntarse, y caímos pesadamente sobre el sillón.
Caí sobre ella, ganandome un nuevo gemido. La besé más profundamente que antes, haciendo que el aire nos faltara realmente.
Bajé mi mano por el contorno definido de su cuerpo, acariciándola sobre la suave tela de su ropa.-No, no... por favor Jughead. Déjame- me pidió cuando solté sus labios y bajé a su cuello.
No, ella no podía pedirme eso. Simplemente no podía...-¿De verdad quieres que te deje? - le pregunté en un susurro cerca de su oído.
-Sí, sí... vete. Ya no más Jughead, ya no quiero más esto ¿no lo entiendes? No quiero ser tu juguete con el que te diviertes un rato, no quiero serlo.
Entonces me alejé de ella para mirarla a los ojos. Sus ojos estaban cristalizados y maldije a mi mismo por ello. Me alejé completamente de ella y me puse de pie.
Caminé hasta la puerta y tomé mi chaqueta que estaba en el suelo. Me giré a verla. Su mirada cristalizada, sus labios rojos, me hicieron darme cuenta de lo insensible que puedo llegar a ser.-Tú no eres un juguete para mí- le dije y salí antes de causarle más daño.
Llegué a mi casa y gracias a dios Toni no estaba levantada, no quería escuchar reclamos e insultos en este momento. Me cambié y me tiré en el sillón. Me acosté boca abajo y cerré mis ojos para intentar dormir...Abrí uno por el sonido que acababa de provocar el microondas.
Levanté un poco mi cabeza y miré a mi prima en la cocina
-Toni- dije con voz adormilada- ¿Por qué no dejas de hacer ruido?-No hablo con arruinadores de citas- me dijo y siguió haciendo aquel sonido molesto.
Me senté en el sillón y un maldito dolor se apoderó de mi cuerpo. Creo que voy a tener que comprar somníferos si Betty va a tener este efecto en mí cada vez que pase algo entre nosotros. ¿Cuanto he dormido? ¿Tres horas?
Esto es terrible, encima me duele todo, como si hubiera dormido sobre una piedra. Aunque no estoy tan alejado de aquello.
-Ese maldito sillón terminará por dejarme paralítico en una silla de ruedas. Estirando mi cuerpo me puse de pie y caminé hasta el baño. Me duché y salí para cambiarme y sentarme a la mesada en donde Toni había preparado el desayuno.-¿Y mi nana?- le pregunté.
-Rose llamó por la mañana diciendo que no podía venir porque Vegas tuvo que ser llevado al veterinario de urgencias porque se comió una moneda- me dijo ella sin mirarme.
-Pobre perro, tan tonto- musité y pinché un pedazo de fruta para comer.
-No es el único- dijo y clavó su mirada en mí. Y aquí vamos con los sermones de Toni Topaz- Yo te juro que no te entiendo. No sé, si es porque realmente eres imbécil o porque te gusta molestar a las personas.
-¿Terminaste primita?- le pregunté.
-¡No!- me chilló ofendida.
Me acerqué a ella y besé su mejilla ruidosamente, mientras ella intentaba alejarse.
Le revolví el cabello y le apreté los cachetes.-Deja el sermón para después, por favor. Respeta mi sacrosantos alimentos- le pedí.
-Juro que eres tan complicado a veces y otras tan predecible y sencillo...
-Soy hombre primita es solo eso, no soy tan evolucionado como ustedes las mujeres. Soy básico y primitivo, por eso no me puedes entender a veces.
-Lo que no entiendo es lo que te pasa con Betty- me dijo.
La miré y bajé la mirada a mi comida.-Ni yo lo entiendo- susurré. Al parecer ella no me escuchó.
-Primero dices que quieres una noche con ella, bueno... obtuviste la noche que querías. Y ahora no puedes tolerar la idea de que salga con otro, y no quieres admitir que son celos. Pero estoy segura de que a tu no te va a molestar salir con una estúpida hueca.
-Te va a doler la cabeza si sigues tratando de racionalizarlo, créeme hablo por experiencia propia.
-¿La amas?- me preguntó. Empecé a toser, ya que me atragante con el jugo que estaba tomando. Cuando logré estabilizarme un poco la miré.
-Define amar- le dije tosiendo un poco todavía.
-Simplemente amar Jughead... no lo sé... no tiene una definición concreta. Es algo... un poco ilógico de donde lo mires. Es cuanto te late rápido el corazón y no dejas de pensar en esa persona, estás así como idiotizado por ella y la ves en todos.
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Peligrosa Obsesión| Bughead
FanfictionMis defectos según ella: -Eres impulsivo, cínico, irrespetuoso algunas veces, mujeriego, egocéntrico, narcisista, vicioso, ninfómano- dijo todo de corrido sin respirar. La mire realmente divertido. Yo podré ser todo eso. Pero ella es eso y muchas co...