Soraru reencarnó en un apuesto joven amo de una distinguida familia. Desde pequeño fue duramente educado en los principios de su familia, en ocasiones recibió castigos, no era fácil para él y se sentía presionado al saber que sería el futuro heredero. Mientras el tiempo pasaba, su familia ganaba más reconocimiento y a él se le conocía como el heredero más grande de su generación.
Un día caminaba por la hermosa cascada, siguiendo de frente visualizó un lindo lago y tuvo un recuerdo, estaba un joven sonriente de largos cabellos castaños y risueño llamándolo.
— ¡Soraru, lo encontré! Encontré a nuestro conejo —le llamaba aquel chico.
— ¡Tú, travieso! Soraru y yo estuvimos buscándote, incluso interrumpiste nuestra noche especial, Soraru estaba siendo realmente atrevido...
Soraru le cubrió la boca a su amado y lo cargo entre sus brazos. Aquel joven se abrazó de su cuello y depositó un suave beso en sus labios.
— Te amo y lo haré para siempre —salió de su boca.
Su corazón latió con fuerza.
Era un recuerdo extraño pero se había sentido muy bien y nostálgico. Desde aquel día soñaba constantemente con aquel joven, soñaba situaciones de todo tipo y poco a poco juntaba las partes.
Ellos se habían conocido en una conferencia y salieron a aventurarse solos. Se llevaban muy bien y empezaron a desarrollar sentimientos profundos. Era confuso pero lo sabía dentro de sí, estaban enamorados.
Lo veía destellar mientras lo abrazaba bajo un árbol y tocaba con suavidad su mejilla.
— Me gustas, eres muy genial. Quédate siempre conmigo.
El castaño sonrió y selló los labios de ambos en un beso, inició siendo lento hasta ser frenético.
Otra ocasión, soñó el día en que él le había pedido al joven ser su compañero de vida. Y juntos fueron a un templo a realizar su ceremonia de matrimonio, claramente alejados de los demás, con túnicas de color rojo y arreglos dorados; en las manos llevan inciensos. Pronunciaron sus votos y aquella noche pasaron juntos su primera vez. Estaba deleitado con la belleza de su compañero y perdido entre el momento. Al despertar se preguntaba como era que había amado a alguien a tal punto de considerarlo cuál maravilla del universo.
Los próximos días se veía alegremente al joven amo Soraru, su expresión solía ser como la de alguien molesto pero últimamente se le veía más calmado. Él dejó de preguntarse porqué soñaba con aquel joven y sólo disfrutaba estar ahí, viviendo el pasado; según lo visto en libros de su familia, se encontraba mucho tiempo atrás.
Un día más se encontraba soñando con aquel joven y fue terrible. Estaban ellos recogiendo frutos de sus cosechas y llegaban cansados a su cabaña cargando costales.
—Soraru, ¡Realmente cosechamos bien! Venderemos esto y tendremos suficiente dinero para tener nuestra propia residencia al fin.
Soraru sonrió y depositó un beso en sus mejillas.
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Amor Trascendental ❥ SoraMafu
FanfictionMafumafu y Soraru fueron amantes bendecidos por el cielo en la vida pasada. En esta vida el cielo los vuelve a juntar, esta vez en condiciones más difíciles, mientras una lucha en el mundo se desata. Ambos son herederos de dos de los clanes más impo...