La semana siguiente, volví al hospital.
Lo hacía siempre que podía, porque, aunque pudiera parecer aburrido para ellos ver al mismo chico cantar todos los días, allí el tiempo se multiplicaba por mil, pasaba pesado y denso, y cada ruptura de la rutina suponía una alegría.
Incluso los mayores, los adolescentes que solían quejarse por ese tipo de actividades para las que ya se sentían adultos, acudían y disfrutaban. Supongo que no dejaba de ser un modo de escapar durante un rato de su realidad. Llevaba dos años apuntado al programa de voluntariado. Ni siquiera sé muy bien cómo acabé allí, pero daba gracias cada día que iba a lo que fuera que me hubiera empujado a hacerlo, porque, desde la primera vez, aquellos niños me habían dado mucho más que lo que yo les daba a ellos. Solía ir siempre solo. A veces coincidía con otros voluntarios, pero, por norma, cada uno avisaba por teléfono y tenía su propio espacio reservado. A algunos les gustaba ir por parejas o en grupo, aunque a mí siempre me agradó más acudir en soledad.
Era como algo muy mío. Una vez conseguí llevarme a Makenzie y a Liam, que me ayudaron a hacer un trio que habíamos ensayado en casa y parecieron disfrutar de la tarde. Además, a los chicos les encantó la novedad; Makenzie mostró su dulzura con los pequeños y Liam dejó atónitos con su aspecto y su actitud rebelde a los mayores, que en el acto quisieron parecerse a él. No obstante, al llegar a casa, Makenzie rompió a llorar y estuvo tres días pensativa y triste, por lo que me di cuenta de que no todas las personas servimos para afrontar determinadas situaciones y que no había sido muy buena idea. Liam no se quejó; ni siquiera pareció molesto, aunque sí que se cerró más en sí mismo de lo normal.
Eso era lo que había aprendido desde que entré en ese lugar que ya me era tan familiar, según recorría los pasillos y saludaba a las cabecitas pelonas que ocupaban las camas. Eso y mucho más. Como a evitar preocuparme por aspectos de mi vida que en realidad carecían de importancia, a dar el valor justo que las vivencias tenían, porque siempre había tendido al drama, a la intensidad, a hacer montañas de granos de arena que desaparecían con un soplido y, allí dentro, todo eso se evaporaba y quedaba otro Louis, uno que sólo buscaba sonrisas incompletas en cuerpos preciosos pero débiles. Un Louis del que me sentía orgulloso y al que aspiraba a ser también fuera de esas paredes.
Aquella tarde no empezó diferente.
Me coloqué mi guitarra y disfruté haciendo lo que más me gustaba, satisfecho al oír las voces de esos pequeños de los cuales me sentía orgulloso porque a pesar de lo que pasaban nunca dejaban de mostrar esas pequeñas sonrisas. Era el sonido más bonito del mundo. De verdad. Ojalá hubiera podido guardar todas aquellas sonrisas en tarros, atraparlas, alargarles la vida.
Continué con mi número de canciones cerca de media hora, hasta que la puerta se abrió y se coló en la sala alguien que no esperaba volver a ver. Habían pasado diez días desde que me había chocado contra él; diez días en los que había fantaseado con nuevos encuentros improbables, pero no imposibles, y ahí estaba de nuevo, apoyado en una pared con una ceja alzada, y observándome a mí. Ni siquiera sabía si me habría reconocido; además, sólo podía pensar en lo caprichoso que es a veces el destino. Intenté disimular mi inquietud repentina ante su aparición centrándome en los niños y no mirándolo ni una sola vez.
-Esta próxima canción ha sido escrita por mi persona espero les guste, al terminar de decir eso empiezo a tocar la guitarra para después comenzar a cantar
Nothing wakes you up like wakin' up alone
And all that's left of us is a cupboard full of clothes
The day you walked away and took the higher ground
Was the day that I became the man that I am nowBut these high walls, they came up short
Now I stand taller than them all
These high walls never broke my soul
And I, I watched them all come fallin' down
I watched them all come fallin' down for you, for youNothing makes you hurt like hurtin' who you love (hurtin' who you love)
And no amount of words will ever be enough (will ever be enough)
I looked you in the eyes, saw that I was lost (saw that I was lost)
For every question why, you were my because (you were my because)But these high walls, they came up short
Now I stand taller than them all
These high walls never broke my soul
And I, I watched them all come fallin' down
I watched them all come fallin' down for you
Fallin' down for youSo this one is a thank you for what you did to me
Why is it that thank you is so often bittersweet?
I just hope I see you one day, and you say to me, oh, ohBut these high walls, they came up short
Now I stand taller than them all
These high walls never broke my soul
And I, I watched them all come fallin' down
I watched them all come fallin' down for you
Fallin' down for youNothing wakes you up like wakin' up alone
Las risas y aplausos lo llenaron todo, incluso a mí mismo por dentro, y me dieron el oxígeno que necesitaba hasta poder volver la semana siguiente.
Observé a cada uno de ellos y los saludé con reverencias exageradas, mientras ellos rompían en aplausos y en un alboroto que recordaba más a un patio de recreo que a un hospital.
Y, entonces, lo vi otra vez.
La sonrisa bonita.
Se la devolví.
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Lo que fuimos y nunca llegamos a ser (En Proceso Y Edición)
Teen FictionÉsta es la historia del amor de una vida y de un corazón hecho pedazos. Es la historia de un montón de ojalás por consumir. Ésta es la historia del viaje de Louis hacia aquello que no se ve, pero que está ahí. Hacia aquellas cosas que se buscan y se...