¡Feliz cumpleaños Hyoyeon!

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Me miro al espejo rancio del baño. Mi cara está empapada en sudor, mis piernas tambalean, el sonido proveniente de la pista de baile me llega a los oídos como sonido bajo el agua. Respiro hondo. 

Abro la llave del lavamanos y me mojo el cuello. 

"Diablos" Pensé. Miré mis pies que estaban adoloridos por haber venido con estos tacos. Estúpida Jessica que me obliga a usar esto. 

El día había comenzado tan bien, tan perfecto. Jamás imaginé que podía estar pasando esto, no puedo dejar llevarme por mis emociones. No esta vez, no puedo, no, mierda. 

Miré al frente  y me encontré con el reflejo sonriente de Taeyeon. Automáticamente retrocedí alejandome de su cuerpo. Oh mierda. 

Volvamos para atrás. Mi día sábado comenzaba como cualquier otro, por la mañana tuve práctica de surf, a mediodía el almuerzo hecho por mí, por la tarde eché una siesta con Timón. Mi gato.

Cuando eran las siete menos cuarto decidí darme una ducha y prepararme. Hoy era el cumpleaños de Hyoyeon. Eché a correr el agua de mala gana. Si fuera por mí, me quedaría flojeando al lado de Timón toda la noche viendo alguna película de estreno en Blu-ray, o pediría pizza y me sentaría a jugar en la X-box, o simplemente avanzaría en los trabajos y deberes de la universidad. 

"Vas a ir Tiffany, ¡Es Hyoyeon! ¿¡Acaso te vas a perder el cumpleaños de una de tus mejores amigas?!" 

Jessica era bastante insistente cuando se lo proponía. Esta vez, no fue la excepción. Había llamado durante la tarde para cancelar mi asistencia y, por supuesto, Jessica se atrevió a darme el sermón de lo aburrida que era, que no salía a conocer gente, que era hermitaña etc. 

"Jessi, en serio, no me siento bien. Tengo dolor estomacal. Creo que los espárragos del almuerzo me hicieron mal" 

Crucé los dedos para que dejara de sermonearme y creyera en mi mentira piadosa. 

"Pues tómate algo, porque yo iré a buscarte a las nueve a tu departamento. Es en serio Tiffany, si no te encuentro lista, yo misma me encargaré de arrastrarte a mi auto, estando o no lista. Sabes a lo que me refiero" 

Suspiré y terminé accediendo a su petición. Quizás estaría un par de horas en el bar. La verdad es que era Hyoyeon, no podía fallarle. 

A la hora después estaba arreglándome el pelo frente a mi espejo. Me había puesto unos pitillos azul marino, unas sandalias planas, una blusa blanca holgada bastante cómoda y perfecta para que el aire golpee sobre mis hombros desnudos. Apenas había terminado de cepillar mi cabello, cuando sonó mi citófono avisando la llegada a recepción de Jessica. 

"Estás de broma si vas a ir con esas sandalias" 

"¿Por qué?" 

Jessica había entrado de golpe y fue directo a mi armario. Se sabía de memoria mi departamento. 

"Ponte estos, y estos aros, y uh.... ese pelo, lo vamos a arreglar. Pero vamos, lo haremos en casa de Hyoyeon". 

Sin darme derecho ni a respirar, Jessica cogió lo necesario y salió conmigo hacia su auto. Yo simplemente dejé que ella llevara la situación. Jamás fui buena para arreglarme para salir, de hecho, nunca he salido por iniciativa propia. Siempre ha sido Jessica o Yoona las que me han arrastrado hacia las pistas de baile. ¿Por qué? Porque ir a gastar dinero más de la cuenta a un pub o bailar con cuerpos pegajosos en un metro cuadrado, simplemente es ridículo. Prefiero hacer eso mismo, pero en una casa, con amigos, música con volumen moderado para no estar gritando y no sentir la voz luego. 

Me robó el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora