Ataques A Los Titanes: Un Nuevo Camino

Capítulo 3

"La historia nos juzgará por la diferencia que hagamos en la vida cotidiana de los niños".

Nelson Mandela

Capítulo 3: Perdido y solo

Hace una hora

Eren acababa de empezar a correr desde el castillo de Salem. También estaba empezando a tener una buena idea del nuevo Titán.

Eso fue rápido.

Fue fuerte.

Y pensar que el poder que acaba de mostrar Eren fue solo la punta del iceberg. Era extraño para él admitirlo, pero una pequeña parte de Eren estaba emocionada de saber más. No podía esperar a hacerlo mejor. Pronto haría que lo que veían los seguidores y prisioneros de Salem pareciera:

Eren dejó de correr.

Estaba tan absorto en el momento que no se dio cuenta de que había cometido un terrible y estúpido error.

Esos prisioneros todavía estaban en el castillo. Y cuando Salem se recompusiera, estarían aún más en peligro que antes.

El pensamiento le hizo volverse y correr hacia el castillo. Pero una vez que estuvo a la vista, también apareció algo más.

Una gran horda de Grimm venía directamente hacia Eren. Lobos, osos, pájaros, todos cargaban hacia él. Y era diez veces el tamaño con el que Salem lo probó antes. Y uno de sus seguidores corría frente a ellos.

Eren confiaba en su capacidad para matarlos a todos, pero la pelea tomaría demasiado tiempo. Si Salem terminaba de regenerarse antes de matar a todas las criaturas, Eren estaría en problemas.

Así que se apegó a su plan original y corrió lo más lejos que pudo del castillo.

Tiempo presente

Todo el nado que hizo Eren le dio tiempo para reflexionar sobre su primer fracaso en Remnant. Por supuesto, su misión principal era evitar que Salem usara su nuevo Titán. Pero eso no significaba que no debería intentar ayudar a las personas cuando lo necesitaban.

Y ya falló en hacer eso con esos prisioneros.

En silencio se prometió a sí mismo no ser el niño imprudente que era en casa. Ahora, estaría tan serio como cuando comenzó el Rumbling. Se haría más fuerte y volvería para vengar a las personas que secuestró Salem.

Pero eso no era lo único en su mente. Eren estaba pensando en uno la primera vez que su Titán sintió dolor real. Quienquiera que fuera esa mujer, poseía un poder irreal. Era como si fuera una especie de ... superhéroe o algo así.

Pero, ¿cómo fue eso posible?

Parecía que Eren tendría mucho que aprender sobre este mundo, en lugar de solo concentrarse en sus nuevos poderes.

Su mano golpeando contra las rocas hizo que Eren volviera a la realidad. Mirando hacia arriba, pudo ver que su baño casi había terminado. Finalmente había llegado a tierra. Estaba libre.

Una vez que se puso de pie, Eren recordó que todavía estaba en un Titán, y su cuerpo real estaba comenzando a sentirse extremadamente caliente.

" Tengo que salir de aquí ", pensó Eren. Entonces, se arrodilló y sintió que la piel de su espalda se abría. Eren se empujó fuera de la nuca del Titán y pudo sentir que la carne de su rostro y sus extremidades se rompían. Se bajó del cuerpo, dando sus primeros pasos reales sobre Remnant.