𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowl

𝗢𝗛 𝗡𝗢

El simple hecho de mencionar al instituto hizo que Tobio se estremeciera.

– Sólo que... hay una condición para el partido. – Kageyama tembló ante las palabras de Takeda. – Kageyama-kun tendrá que ser setter por todo el partido.

Por supuesto que sí. Oikawa tenía que entrometerse en esto.
Quiero decir, realmente no es que le molestara jugar, para nada. Le molestaba el hecho de que el capitán de Seijoh buscara formar una especie de rivalidad entre Tobio y Sugarawa. Lo que, realmente le preocupaba.
Ahora bien, Kageyama no es del tipo que ponga atención a lo que sienten los demás, porque no le importa y no lo entiende en lo absoluto, sin embargo, sabe lo molesto que sería que te quiten tu puesto de la nada y mucho más un primer año que acaba de llegar (Al menos eso había hecho enojar a Oikawa en el pasado).

Sugarawa probablemente se molestaría. Eso, aún sin saber que Tobio era un omega (lo cual sólo lo empeoraría). Lo que llevaría a una relación tensa con su equipo... de nuevo. Y realmente no quería pasar por eso. No esta vez. Incluso si quería probar que era mejor, sabía a la perfección que esta no era la manera.

Escuchó las quejas de Tanaka ante la condición. Y Kageyama suspiró, teniendo una clase de deja vu.

– Está bien ¿no? Esto es algo que no pasa todos los días. – Dijo Sugarawa. Con una voz tan suave que hizo sentir a Kageyama aún más culpable.

– ¿Estás bien con eso Suga-san? – Preguntó Tanaka. – Eres normalmente el armador de Karasuno ¿o no?

– Yo... – Suga titubeó. Tobio presionó sus labios, estaba listo para cualquier respuesta negativa o mirada con desestimación. – Yo solo... quiero ver qué tan bueno será el ataque de Hinata y Kageyama contra uno de los mejores 4.

Kageyama sintió que su cuerpo se relajaba instantáneamente. El aroma de Sugarawa era un poco más denso, pero seguía siendo suave. Estaba siendo honesto y no había ninguna pizca de desdén en su voz. Lo hizo sentir tranquilo.
Una oleada de agradecimiento lo envolvió. Nada que tuviera que incluir a sus estúpidos instintos de omega -como él los llamaba- fue simple admiración por su mayor como persona que, hace tiempo, él había olvidado sentir.

El partido se había fechado para el martes de la semana próxima. ¡Bien! Kageyama tenía tiempo de prepararse hasta entonces.

Su práctica terminó con Sugarawa yéndose primero. Kageyama tuvo un impulso y lo siguió.
Estaba nervioso por eso, pero sintió que era algo que necesitaba hacer.

– ¡Sugarawa-san! – Gritó mientras corría detrás del alfa peligris.

Éste se volteó confundido y Tobio simplemente gritó lo que quería decir. – ¡Esta vez, yo voy a comenzar jugando automáticamente! ¡Pero la próxima vez tomaré mi lugar como se debe, sólo según la habilidad!

– ¿Eh? – Expresó Sugarawa son obvia sorpresa. – Ah, bueno, pensé que no te importaba eso, así que me sorprendiste.

Bueno, ahora Kageyama estaba confundido. Él tampoco era tan egoísta. – ¿Ah? ¿Por qué creíste eso?