Siendo un poco más fuerte
Ese grito de Dash dos solo me impulsó a irme, a correr nuevamente sin mirar atrás, como a una niña que la habían descolocado en dos minutos y su escapatoria solo era huir, pero no, hice totalmente todo lo contrario, no me podía permitir otra derrota, no a mí, no a Dash Walker.
—Pues si tienes toda la razón, íbamos a esa pública a contemplarlos, a mirar lo hermosos que son, porque aunque son unos verdaderos estúpidos tengo que aceptar que son muy guapos, pero solo a eso, nada más. Era una simple diversión de adolescentes, si por ese juego estúpido de niñas que solo se querían divertir y distraerse piensas que estoy enamorada de ti, lol, te digo que estas completamente equivocado, si en todo caso tuvieses razón, yo no me enamoro solamente del físico de las personas, y eso es lo único que tienes créeme, porque de tener personalidad no conoces ni un poco.
—Waooo Dash, pero Dash esta es la chica que quería ver salir, esta es la chica que ha dejado sin palabras a Owen en segundos... —dijo Dash dos apareciendo sublimemente en mis pensamientos.
Una sonrisa de victoria se reflejaba en mi cara, por un momento ya no era el espantoso dragón de la historia, sino la princesa que consigue lo que quiere y era dejar sin la más mínima palabra al príncipe.
—Esa es la parte que aún no has conocido de mi, me ves como el típico chico inmaduro que intenta hacerse el chistoso para caer en gracia, pero no es así. —Y sabes que es lo que más me gusta de ti, que aunque...
—Owen no estamos aquí para que me digas lo que te gusta de mí o no. Si esto era todo lo que tenías por decirme me despido, tengo cosas que hacer —interrumpí lo que aún no terminaba de decir.
—Pero Dash...
—Adiós Owen.
—¡Eso fue un Jake Mate!. Dios Dash lo has dejado totalmente desiquilibrado, que orgullosa, que orgullosa estoy —dijo mi fiel compañera imaginaria mientras iba caminando a la salida del parque con aires de pura grandeza y triunfo.
Había dejado a Owen sin la más mínima palabra, me sentía triunfadora al enfrentarme a él, seguramente pensó que me iba a ir agachachando la cabeza dándole la razón a todo lo que me dijo, pero no, no le di la oportunidad de que me destruyera otra vez.
Casi llegaba a casa, estaba a solo dos cuadras de esta y vi a Ruth en la esquina hablando con un hombre mayor con alrededor de cuarenta y pico de años, ya un poco más cerca de ellos vi que este la abrazó y le dió un beso, esto me asombró bastante ya que nunca había visto a Ruth con este hombre y menos mostrando afecto, pero me mantuve al margen y le brinde un mini saludo de lejos y seguí para mi casa.
—¿Quién será ese hombre que abrazó a Ruth?, nunca me había hablado de este, y ese beso tan apasionado con ese abrazo tan acogedor, ¿por qué habrá sido?. Por dios Ruth se estará... <<Ayyy calla Dash, seguramente es algún familiar>> ,en fin cuando logré hablar con ella, le preguntaré, debo quitarme la duda —dije en mi interior mientras me desabrochaba la saya y sacaba los pies de mis tenis poniéndome cómoda en el sofá de casa.
Solté mi cabello, estaba muy sudado y un poco enredado necesitaba una ducha urgente, pero no podía entrar en mi cuarto antes de hablar con Ruth, debía esperar a que terminase de hablar con ese extraño señor, que de hecho no parecía ni de este país, ya que lucía expectacularmente bien, tenía puesto, una fina camisa blanca que de lejos se veía que era cara y de marca, un pantalón negro y unos mocasines carmelitas muy elegantes, que se veían que eran de una lujosa boutique al igual que el pantalón, en fin su aspecto no era el típico de mi país.
Al pararme en el balcón y mirar hacia la esquina, ya Ruth se estaba despidiendo y venía en dirección a mi.
Subió las escaleras y me dijo:
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Otra cicatriz ©
RomanceMuchos intentaron leerla, pero quizás pocos la lograron entender.