Un nuevo comienzo

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Salgo corriendo lo más rápido posible intentando no caerme en la noche, veo una pequeña abertura o eso creo la iluminación de los faroles no me deja ver mucho así que decido esconderme allí, desde mi escondite pude observar cómo me estaban buscando, uno de ellos estaba acercándose peligrosamente a mi escondite por lo que me apreté contra la pared como si me fuera a fundir con ella y contuve la respiración, el porqué es muy sencillo un acto reflejo, pero algo lo detuvo, escuché el sonido de unas katanas y también un chico de cabello castaño, es lo único que puedo distinguir con la débil luz de los faroles, me ayuda a salir ofreciéndome la mano
_No te muevas o te mato_ dice amenazándome con una katana un hombre de cabello negro, largo y recogido en una coleta a la altura de su nuca y una cinta en la frente, logré ver ojos brillantes y morados

Salgo corriendo lo más rápido posible intentando no caerme en la noche, veo una pequeña abertura o eso creo la iluminación de los faroles no me deja ver mucho así que decido esconderme allí, desde mi escondite pude observar cómo me estaban buscand...

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Me coloco en guardia colocando mi mano derecha sobre una de mis katanas
_No me rendiré sin luchar_ digo desenvainado a Sayumi, mi katana más valiosa
_ Tranquila, nadie quiere luchar contigo_ dice una voz detrás de mi, cuando me giré vi que era el chico de cabellos castaños que me ayudó a salir, de cerca pude ver que tenía un moño pequeño en la nuca y sus ojos eran verdes, su mirada era amable y alegre mientras que la mirada del chico de antes era ruda

Pone sus manos en mis hombros, me sonríe y cuando me despistó me quita la katana y la guarda en su vaina_Gracias por salvarme_Hablemos en un sitio más seguro, Okita-san quítale las armas_ dice el chico de cabellos oscuros, el otro chico me mira pi...

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Pone sus manos en mis hombros, me sonríe y cuando me despistó me quita la katana y la guarda en su vaina
_Gracias por salvarme
_Hablemos en un sitio más seguro, Okita-san quítale las armas_ dice el chico de cabellos oscuros, el otro chico me mira pidiéndome permiso con la mirada antes de coger mis katanas y yo asiento, cojo la navaja que tengo oculta en mi pierna y se la doy, también los palos afilados de acero que agarran mi pequeño moño, soltando lo al instante dejando ver mi media melena rubia hasta los hombros
_¿Está?_ pregunta sorprendido y yo asiento, agarró el lazo negro atado en mi muñeca como si fuera pulsera y recojo dos mechones de adelante, los ato con el lazo en mi nuca y los seguí.

Llegamos a una especie de mansión, con un portón de madera y rodeado de una pared blanca con tejados encima de color azul oscuro, dentro había un patio enorme antes de llegar a la entrada, me dirigen hacia una habitación espaciosa con dos cojines encima de una tabla de madera y el resto encima del tatami formando dos filas a los laterales, en las paredes había cuadros de samuráis, después de varios minutos entran tres hombres, uno que era el más mayor, tenía el cabello castaño y corto y los ojos de un ámbar bastante tranquilizador

Llegamos a una especie de mansión, con un portón de madera y rodeado de una pared blanca con tejados encima de color azul oscuro, dentro había un patio enorme antes de llegar a la entrada, me dirigen hacia una habitación espaciosa con dos cojines ...

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El mayor y otro chico con gafas se sientan y el tercero era el chico que me había amenazado cuando me salvaron, este último se queda de pie un poco más atrás que ellos. El chico con gafas tenía una mirada amable y sonreía muy dulcemente, sus ojos era de un castaño claro muy bonito y su media melena castaña estaba totalmente suelta

_ Bienvenida, soy keisuke Sanan pero puedes decirme Sanan-san_ no dejaba de mirarme de arriba a bajo mientras su sonrisa no desaparecía, pero no era una sonrisa incomoda si no, una amable_Hatsune Sayumi, encantada_ le digo devolviéndole la sonrisa...

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_ Bienvenida, soy keisuke Sanan pero puedes decirme Sanan-san_ no dejaba de mirarme de arriba a bajo mientras su sonrisa no desaparecía, pero no era una sonrisa incomoda si no, una amable
_Hatsune Sayumi, encantada_ le digo devolviéndole la sonrisa pero a su lado el hombre mayor parece inquieto en cuanto pronuncie mi apellido
_¿Hatsune?_ preguntó con un hilo de voz
_Si, vengo en busca de una persona
_ Se puede saber ¿quién es?_ pregunta otra vez Sanan-san viendo que su superior se quedó sin palabras
_ Su nombre es Kondo Isami, necesito su ayuda
_Pues felicidades lo tienes delante_ me sigue diciendo Sanan-san y señala al señor mayor, Sanan-san parecía muy amable y alegre
_Usted conoció a mi madre Himiko
_¿Y qué hacías buscando a nuestro comandante con tantas armas?_ pregunta el chico de cabellos más largos
_Soy una simple chica, viajando sola en un mundo lleno de samuráis depravados y delincuentes con armas, ¿crees que había llegado tan lejos de no llevarlas?
_¿De donde vienes?_ consigue pronunciar una pregunta por fin Kondo-kun
_De Edo
_ Eres tan valiente como tú madre_ dice y su mirada se volvió triste_ ¿para que me necesitas?
_Busco a Hatsune Musashi_ mi voz se vuelve dura y fría
_ ¿Y para que lo buscas?_ dice el chico de pelo largo y ojos violetas
_No es de tu incumbencia y ni siquiera se tu nombre_ le digo con una mirada furiosa, ese chico me busca las cosquillas desde el principio y no podía permitirlo, Sanan-san le sonrió y se encogió de hombros ante la dura mirada que puso el chico de cabellos oscuros y largos
_Hijikata Toshizō_ casi lo escupe no muy convencido
_Es mi padre y créeme no lo considero precisamente eso
_Dime ¿como está tu madre?_ me pregunta Kondo-kun
_Ella falleció hace algún tiempo, oficialmente fue un suicidio_ comento como me habían aconsejado tantas veces los oficiales de Edo para evitar problemas
_Algo me dice que no fue así
_Pues no
_Bueno no estamos aquí para eso, si no para ver qué hacemos con ella_ comenta Hijikata-kun parecía cansado de tanto hablar
_Eso ya está decidido, la ayudaremos en lo que necesite_ le comenta Kondo-kun con una sonrisa dulce dirigida a mí
_Muchas gracias Kondo-kun_ le digo agachando mi cabeza hacia el suelo en señal de agradecimiento y respeto
_No se merecen hija, por ahora quiero que la llevéis a un cuarto para que descanse, ya es tarde_ le comenta a los otros dos, de mala gana y con mala cara Hijikata-kun hace lo que le ordenó su superior y me lleva a una habitación donde me da un futón, unas almuadas y un edredón para que descanse, se marcha y cierra la puerta sin mirarme ni decirme nada así que yo tampoco me despido de él

Samurai: La guerrera mujer (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora