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— ¿Ya puedes devolverme el celular?

Taehyung idagó luego de terminar de secarse el cabello luego de salir de la ducha. Ducha que se dió luego de que Jungkook lo hiciera claro, no se ducharían juntos.

— ¡Uh! ¡Un ratito más! —. Se quejó el aún pelirosa. Tapadito con las sábanas y cobijas hasta el pecho, sus bracitos por encima sosteniendo el móvil con una de sus manos, en lo que la otra daba rápidos movimientos para cortar las frutas. El tonto videojuego lo había mantenido entretenido todo el día.

— No, no cargó nada, y necesito qué lo esté para escuchar la alarma mañana, tengo clases —. Arrebatándole el móvil, Kim lo conectó dejándolo en la mesita de luz. Observando como este bufaba removiendose en el colchón como si estuviese aburrido, mientras se quejaba con castos quejidos.

Parecía más inquieto de lo normal.

— Extraño a Señor Amoroso hyung —. Comentó echando un ligero suspiro. El mayor solo se adentró bajo las sabanas junto a él y se recostó con la vista puesta en el techo. — En verdad lo extraño demasiado...—.

— Me tienes a mí ahora, yo te hago compañía, ni que estuvieras solo —. Refufuñó pensando en el folleto.

Aún no entendía demasiado. Según lo que había leído Jungkook era un Omega o algo así, y tendría su celo en no sabía cuánto tiempo y mucho más porque era un híbrido conejo, qué necesitaba un alfa de pareja, qué él era de otra dimensión y una cuántas cosas más qué no leyó ni entendió.

En pocas palabras seguía sin saber ni entender lo que Jungkook era.

Y, sí el mocoso era un “pasivo” -por así decir- ¿Por qué demonios había intentado “tomarlo” a él anteriormente?

— Pero usted no quiere ayudarme igual que Señor Amoroso —. Musitó en un tono casi afligido. Su mayor se volteó a verlo inmediatamente, era obvio de qué hablaba, pero él aún no se sentía tan preparado. — No sé qué voy a hacer ahora...—.

— ¿Q-Qué? ¡¿A-Ahora?! —. Tras exclamar exaltado, vió como Jungkook asintió flexionando sus rodillas y abriendo sus piernas aún siendo cubierto por las sabanas. Kim tomó asiento tragando saliva.

— P-Pero está bien sí Hyung no quiere tomarme... Y si se le hago molesto iré a otro nidito... Es difícil dormir cuando estoy así —. Comentó tomando la almohada qué tenía en su cabeza, solo para meterla entre sus piernas y hacer una ligera presión. Se sentía un tanto acalorado y casi incómodo a la molestia de comenzar a ponerse duro y sensible, todo olía a su hyung, tanto así qué creía que iba a comenzar a marearse en cualquier momento. — Igual apenas está comenzando así que... —.

— Lo siento Kook, todo esto aún es nuevo para mí, es casi la primera vez que me gusta un chico —. Jungkook abrió sus ojitos con sorpresa cuando su mayor metió la mano bajo las sábanas para quitarle la almohada. Posteriormente tomándo una de sus piernas para flexionarla aún más y acercarse a él hasta posicionarse dentro de estas. — Y no estoy seguro de si está bien... —.

— ¿S-Sí está bien? —. Estremeció y apretó sus orejitas contra su cabeza al sentir sus tibias manos en su cintura, acompañado de una tímida pero a su vez curiosa mirada escaneando por todo su cuerpo hasta acabar en su entrepierna. Taehyung pareció pensárselo dudoso, pero el saber que el menor no traía pantalones lo incitaban a continuar. — ¿Por qué no lo estaría? —. Indagó cruzando sus bracitos tras su nuca. Él echó un suspiro juntando ambas frentes manteniéndose cabizbajo.

El silencio perduró varios segundos. Segundos en los que solo se dedicaron a apreciar la calidez de sus cuerpos casi apegados uno con el otro, rozándose ligeramente en várias zonas, creando pequeños choques eléctricos estremecedores, a veces intencionales y a veces no, y poco a poco alimentando el deseo de embriagarse en el cuerpo del otro.

¡Abra Cadabra! ¡Pata de... conejo? - 『Taekook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora