"Izel, eres el campeón; Tienes que defender tus ideales, tu corazón, tus amigos... Tranquilo, es normal que te sientas abrumado, con miedo, pero todo estará bien, tienes gente que te quiere y quieres, vas a lograrlo"
Escucho el pequeño de ojos esme...
Quetzalcóatl se encontraba hablando con Neli, su hermosa emisaria. -Todo salió de acuerdo al plan, Neli, ahora simplemente queda esperar- El de cabellos blancos miraba el ocaso, el día finalmente había terminado, su última noche de Izel antes de conocer su destino.
La ave se limito a volar libre, hacia Tenochtitlan, en dónde se encontró con su hermano de lejos... La ave tenía fe en él.
Mictecacihualt, la diosa del inframundo se encontraba bajando los cuerpos de los fallecidos, pensativa sí realmente la decisión que tomaría sería la correcta. Luchará con Quetzalcóatl por el 5 sol y su propia supervivencia, realmente ella no despreciaba a los humanos, los compadecía por vivir bajo las reglas de otros, así como ella, más no por eso quiere decir que siempre será débil porqué la diosa de cabello obscuro era más que la encargada de los huesos, era la reina del inframundo y realmente apostaba a que su plan funcionaría, tenía a Quetzalcóatl de su lado y probablemente... A otro Dios.
Huitzilopochtli, Dios de la guerra.
El campeón se encontraba durmiendo, esperando a el nuevo día cosa que probablemente no tardaría mucho en llegar, la última noche...
Yaolt se encontraba a fuera viendo el cielo, sabía que el día estaba cerca, de alguna manera podía sentirlo, fue ahí cuando se presento Mictecacihualt en aquella forma humana, Yaolt hizo una reverencia y Mictecacihualt se negó -Me haces sentir incómoda cuando lo haces...- Yaolt imediatame se disculpo con su diosa -Se que mi visita es inesperada, solamente tengo que decirte... Vamos a comenzar mañana a medio día, justo cuando el sol se ponga- Yaolt asombrado pregunto -¿Tan pronto?Pensaba que sería más tiempo para el muchacho- Mictecacihualt optó por mirar el cielo y decir -No sé realmente que piensa Quetzalcóatl y Tezcatlipoca... Sus mentes son un caos y debido a eso también sus creaciones- suspiro cansada -Los dioses se niegan a que Tezcatlipoca tenga el 5 sol, sí Quetzalcóatl no lo recupera ocurrirá una guerra entre dioses para la supervivencia, dejando de lado a los humanos- -Asi que más dioses se enteraron de esto...- Dijo Yaolt, estaba preocupado por lo que acababa de revelar la diosa del inframundo -Solamente Huitzilopochtli y Tláloc, los cuales se negaron a que deberán seguir a Tezcatlipoca siendo tan arrogante, de alguna manera Huitzilopochtli concordo con Quetzalcóatl y esta de lado de él, en todo caso sí Quetzalcóatl no consigue el 5 sol Huitzilopochtli lo hará- Yaolt se quedó en silencio, pensaba en como revelar a sus acompañantes lo que proseguía a suceder, Mictecacihualt se fue de ahí, hizo lo que penso correcto. Yaolt intento dormir sin embargo estaba nervioso, espero a la madrugada cuando ya algunos de ellos estaban despiertos, todos menos Izel. Cuando Izel se levantó tenía una mano en su rostro el cuál estaba empapado de lágrimas y su mirada perdió aquél brillo
-¿Izel?...-Todos miraron asombrados a Izel, no se había levantado bruscamente, asustado, pero sí llorando...
Izel no dijo nada, solamente se limpió su rostro extrañado por las sensaciones que tenía, soltó de una sola una frase que dejo a todos pensando
-Es hoy- Yaolt y los demás se quedaron callados, ¿Cómo lo sabía Izel? ¿Por qué se había levantado llorando?
La respuesta es... Huitzilopochtli.
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