Capítulo 11

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Evangeline Wright


Ben se quedó estrechando la mano de Draco por unos cuantos segundos más, ambos mirándose a los ojos. La mirada del pelinegro revelaba enojo, mientras que la del rubio, confusión.

—¿Y ustedes vienen juntos? —preguntó mi ex.

—Sí, es mi amigo —dije con firmeza.

Yo seguía con mi contacto visual hacia Ben, sabía que Draco y yo no éramos amigos, vaya, apenas nos habíamos hablado sin discutir pero no se me ocurrió algo mejor que decir. Pude sentir la mirada de Draco sobre mí, con eso me confirmó que no era correcto lo que dije.

—Bien por ustedes, Evangeline es muy buena como amiga... —se acercó a Draco— ¿Quieres saber en qué más es buena?

—¡Hey! —logré escuchar lo que dijo por lo que me acerqué a él. Draco fue más rápido que yo ya que actuó antes.

—Será mejor que te calles, no es forma de hablar de alguien y mucho menos de una dama.

Ben le susurró algo nuevamente, está vez no alcancé a escucharlo, por el rostro de Draco pude notar que se sorprendió de una mala forma.

—Bueno, me voy, sé cuándo no soy bienvenido en un sitio.

—Me alegra que lo sepas, Glenn. —dijo Tom

—Me voy, me voy, solo quiero saber cómo entraron.

—Eso no es de tu incumbencia, pero si no te vas puedo hacer que te saquen —amenazó Margot.

—¿Tan poderosa eres aquí? —se acercó a ella mientras que Tom y Draco se pusieron frente a Margot.

—Lárgate. —dijo Draco con una facción seria.

Ben alzó los brazos en forma de rendición y se retiró.

—No puedo creer que hayas salido con ese idiota, Evangeline.

—Dímelo a mí, Margot.

—Margot... —dijo Tom— Necesito ir al baño.

—¿Y? ¿Tienes 5 años y quieres que te limpie?

—Me da miedo pasar por toda esa gente, capaz me contagian algo.

—¡Tom! No seas grosero, además yo no podré evitar que te contagien algo si es así.

—Pero nos contagiaremos juntos, vamos —la tomó del brazo y desaparecieron de mi vista y la de Draco.

—¿Así que él es tu ex?

—Ugh sí, ni lo menciones, fue hace tiempo.

—Es un idiota.

Reí un poco— Sí, lo es. Gracias por defenderme.

—Descuida, no fue nada.

—Y... Siento haber dicho que somos amigos, apenas y nos hablamos, solamente fue la presión del momento.

—No me molesta que digas eso.

—Pero no lo somos.

—Bueno... Hola, mucho gusto, me llamo Draco Malfoy, ¿Quieres ser mi amiga? —alzó su mano en señal de que la estrechara.

—¿Quieres que empecemos de nuevo? —él asintió— Okey, soy Evangeline Wright, mucho gusto Draco, acepto ser tu amiga —estreché su mano.

Draco Malfoy

Las horas pasaron, no tenía muchas ganas de beber, por lo que me quedé en la barra viendo como los amigos de Evangeline y ella tomaban, me obligaron a bailar con ellos y tengo que aceptar que me la estaba pasando muy bien.

Margot que era la menos borracha de Tom y Evangeline, corrió a la pista de baile en dónde me encontraba.

—Draco, Draco, tienes que llevarte a Evangeline.

—¿Por qué? ¿Está bien?

—No, vomitó y en bastante cantidad.

—Qué asco, ¿Tengo que llevarla yo?

—¡Vive en tu casa! Además yo tengo que llevarme a Tom, él está peor que ella.

—De acuerdo, ¿Dónde está?

Me llevó al baño de mujeres, no estaba muy seguro de si entrar o quedarme fuera, Margot pareció leer mi mente ya que me jaló del brazo haciendo que entrara.

Evangeline estaba sentada en el piso en uno de los cubículos.

—¡Draco! —dijo una vez que me vio.

—Hora de ir a casa, Evangeline.

—¿Seguirá la fiesta ahí?

—Oh si, ahora ven —me agaché hacia ella y la cargué en mis brazos.

—¡Dios! Sí que huele mal.

—Ojalá Tom te vomite en el camino —dije en forma de broma.

—Cierra la boca, Malfoy —protestó Margot.

Logré sacarla del bar sana y a salvo... Bueno, lo mejor que podía estar en este momento, ella estaba balbuceando cosas y tocando mi rostro.

—¿Dónde puedo tomar un taxi? —le pregunté a Margot quien traía recargado en su hombro a Tom.

—A una calle de aquí.

—¿Solo le digo la dirección de a dónde quiero ir?

—Sí, ¿Nunca haz tomado taxi o qué?

—No, nunca lo he necesitado.

—Que privilegiado. Nos vemos luego, cuida de Evangeline.

Caminé hacia la dirección que me dijo Margot, por suerte no tardó demasiado el taxi, afortunadamente aún tenía el cambio que le sobró a Evangeline, fue suficiente para pagar este transporte.

Se quedó dormida en el transcurso del viaje. Tuve que abrir las ventanas ya que podía ver la cara de asco del señor, el olor a vómito era realmente fuerte.

Logré escabullirme por la Mansión sin ser descubierto, me dirigí al cuarto de Evangeline y con ayuda de un poco de magia, pude cambiarle la ropa que traía puesta, para la suerte de ambos, no tuve que verla sin ropa, si lo hiciera no es algo que la haría sentir cómoda y sinceramente a mí tampoco.

Tengo que quemar este vestido, que asco.

Salí de ahí y después de una larga noche, por fin pude irme a mi cuarto.

La Elegida [d.malfoy] - FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora