Única parte

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No importa cuánto tiempo pase, Wei WuXian siempre pensará que una de las mejores maneras de despertar de un largo sueño era con los pequeños besos de su esposo por toda su cara y con su voz suave susurrando: "Wei Ying" "Wei Ying", incontables veces.

Aquellas cálidas manos acarician su rostro y cabello sacándole una pequeña risa mientras entreabre sus ojos plateados encontrándose con aquellos dorados que lo miran con devoción, con amor y de nuevo, Wei WuXian piensa que no importa cuánto tiempo pase jamás se cansará de la hermosa vista que le regala su esposo todos los días y que su amor por el hombre frente a él durara para siempre.

— Lan Zhan, ¿qué haces? — Dice somnoliento mientras bosteza y restriega sus ojos. Lan WangJi no puede evitar pensar que es adorable. — Es muy temprano.

— Hay que abrir el café temprano.

— ¿Por qué? Hoy no es un día importante. — Murmulla molesto, dispuesto a volver a dormir.

— Lan Yuan viene de visita. ¿Lo olvidaste?

Como un resorte, Wei WuXian se sienta en la cama para después soltar un pequeño quejido. Le duele la cadera, sin embargo, no hace nada para evitar sentir aquel dolor. — No olvidé algo tan importante como eso y esposo mío, ¿cómo es posible que a pesar de los años sigues siendo igual de fuerte y vigoroso? Mi cuerpo duele por tu culpa. —Hace un pequeño puchero con sus labios y ríe encantado cuando nota que las orejas de su esposo se ponen rosas. Aquello es algo que nunca ha cambiado y Wei WuXian lo agradece, no sabría qué hacer si de repente aquel lindo sonrojo desapareciera. — Esto es imposible, mi hermoso Lan-er-gege tendrá que cargarme el mismo y llevarme a la ducha. — Estira los brazos hacia este con una gran sonrisa en su rostro. Lan WangJi lo observa atentamente, la luz del sol de la mañana se filtra entre las cortinas, iluminando la cama y parte del cuerpo desnudo de Wei WuXian que no es tapado por las sabanas, aquella luz le da una apariencia etérea e irreal, sus ojos brillan como miles de estrellas y aquella sonrisa de la que se enamoró desde el primer momento sigue intacta en su rostro. El corazón de Lan WangJi retumba fuertemente en su pecho y sabe que jamás se cansará de esto, que su corazón siempre le pertenecerá a aquella revoltosa persona y Wei WuXian se queda sin aliento cuando ve a su esposo dedicarle una de sus pequeñas sonrisas, aquellas de las que nunca se acostumbra sin importar el tiempo.

A pesar de que sabe que el dolor de Wei WuXian podría curarse rápidamente con la intervención de su propio cultivo, Lan WangJi acepta las demandas y lo carga entre sus brazos. Wei WuXian aprovecha la cercanía para besarlo en los labios, lentamente y con intensidad. Al separarse, se miran el uno al otro mientras Wei WuXian acaricia la mejilla de su jade manteniendo una gran sonrisa en su rostro. — Buenos días, Lan Zhan.

— Mn, buenos días Wei Ying.

Y vuelven a besarse, expresando todo el cariño y amor que se tienen, aquel sentimiento que al pasar el tiempo pareciera que aumentará cada vez más y entre besos ese pensamiento que ambos tienen cuando comparten estos momentos, está claro en sus mentes:

"Sí, esto es la verdadera felicidad".

-ˏˋ೫ˊˎ-

— ¿A qué hora dijo que llegaba A-Yuan?

— Diez.

Detrás de la vitrina un sentado Wei WuXian observa a todos los clientes (tanto antiguos como nuevos) que tienen el día de hoy, algunos leyendo libros de la propia biblioteca que tiene su cafetería y otros comiendo con compañía o en solitario, el ánimo es tranquilo y agradable. Wei WuXian no puede evitar sonreír recordando el pasado.

— Realmente todo ha cambiado. Ahora las personas no necesitan de preocuparse por criaturas malignas rondando a su alrededor, eso alegra mi corazón pero es algo triste que ya no tengan la necesidad de formar un núcleo dorado.

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