La Princesa Del Demonio [JENSOO]

[𝟰] 𝗦𝘂𝗿𝗽𝗿𝗶𝘀𝗲

Jisoo sonrió con malicia, completamente satisfecha de lo que escuchó de su humana favorita, a pesar de que sabía todo lo que iba a pasar nunca faltaba esa sensación de placer cuando alguien acepta un trato.

—Hiciste bien, humana— rió aún más fuerte, era obvio que no había hecho nada bien, un trato con un demonio no era nada bueno.

Jennie estaba cabizbaja, sollozando muy suavemente, tratando que la más alta dejara de hablar, quería evitarla, sin embargo eso era patético para cualquiera, no hacías un trato para evitar a esa persona, pero Jennie pensó de esa manera, creía que con eso, tal vez Jisoo tan solo se iría y volvería únicamente para cuando ella pidiera lo que quisiera, pero estaba tan equivocada.

—Veo que aún estás confundida, déjame ayudarte, inútil— eso último hizo que una lagrima caliente bajara por la mejilla izquierda de Jen, luego sintió esa sensación en su pecho que no la dejaba respirar tranquila ante el insulto que siempre le solían decir,  y eso Jisoo lo podía sentir.

Ella intentaba con todas sus fuerzas ser fuerte, pero no podía engañar a nadie, mucho menos a la chica que tenía al frente. Sus lagrimas ahora caían más rápido, dejándola en ridículo ante los ojos negros de Jisoo. 

Al principio esperaba unas cuantas palabras explicando todo de nuevo, así como cualquier persona paciente haría, pero se volvía a equivocar y a arrepentir cuando Jisoo bufaba por sus pensamientos, ella no era como Jennie, ella no era una humana. Fue por eso que su sorpresa fue gigante cuando sintió dos manos grandes tomándola por los hombros. 

—¿Cuál es tu temor?— exclamó, en sus ojos se encontraba el reflejo de Jennie, un reflejo en donde se notaba el miedo de esta.

Jisoo en ningún momento desvió su mirada de los ojos contrarios.

—Y-yo— trató de despejar su mente y poder responder correctamente, pero mentiría si dijera que no tiene miedo, pues estaba aterrada al tener ese rostro tan cerca, sentía toda su respiración en su cara y esos ojos viéndola fijamente, todo su cuerpo tembló y de inmediato bajó su cabeza volviendo a evitarla.

—Mírame.

—¡No lo sé! Y-yo creo que me asusta todo— dijo tapando sus orejas con sus frías y temblorosas manos, tratando de calmarse, volviendo a fallar.

—Que me mires, humana.

Jisoo apretó los hombros de Jennie con mucha fuerza haciendo que la chica se moviera de dolor y por instinto volviera a mirar a la más grande.

Los ojos gatunos se conectaron con los ojos profundos de Jisoo por mucho tiempo tiempo, aunque era evidente que los primeros segundos no era lo que ella quería, después quedó embelesada por Jisoo, sintió una fuerte conexión al ver esos ojos tan profundos, minutos antes estaría gritando de miedo, pero ahora, se sentía tranquila aunque algo observada, sentía como si Jisoo estuviera observando toda su alma y todo lo que era ella como persona.

—¿Cuál es tu temor?— ella repitió suavemente, su mirada no había abandonado los ojos de Jennie, estaba paralizada en esa posición. Jennie estaba hipnotizada viendo su propio reflejo en los tenebrosos ojos de su demonio, hasta que volvió a la realidad y bajó su mirada para no responder, pero Jisoo seguía buscando en su ser, seguía analizando —lo tengo.

Después de eso alzó su mano derecha y chasqueó sus dedos, una vez lo hizo el reflejo de Jennie desapareció de sus ojos y ella se dio la vuelta tranquilamente, rompiendo el contacto visual.

Ninguna decía nada, ambas estaban quietas, sin emitir sonido ni movimiento. Hasta que se escuchó la puerta del garaje ser abierta dando a entender una cosa; la familia de Jennie había regresado.