[ 💜 Magnus ]
No sé cuánto tiempo llevo despierto.
Observó con atención la habitación que es alumbrada por el exterior, tratando de conciliar el sueño, contando una y otra vez los rectángulos hay en cada cosa que se encuentra alojada en este lugar, más no lo he conseguido.
Los días siguen pasando, mi cuerpo pesa menos y se me hace más fácil levantarme cada mañana, a pesar de no dormir lo suficiente por la noche.
Son aproximadamente las cuatro de la madrugada, y puedo decir que me he sentido realmente bien. Ir con el psicólogo ayuda mucho, más de lo que es posible describir, pero el dolor en mi pecho persiste, haciéndose casi imposible respirar con comodidad.
Sé que para estas fechas todo debería estar superado. Pronto cumpliré 26 años, no recuerdo cómo pase el cumpleaños de Alexander, pero duele pensar que quizá dormí todo el día, lo cual es bastante irónico en este momento.
Hace meses que no voy a trabajar, contraté a una nueva empleada que se encarga de todo, por ello mi librería se mantiene como siempre, pero no he puesto un pie ahí. Le perdí interés.
Desde hace mucho, las cosas me parecen banales, sin sentido, no encuentro motivación para hacer algo con emoción, hago las cosas solo porque debo.
Todo es una mierda.
Habido días buenos, pero también días como estos, que la depresión vuelve de la nada.
Veo a Alexander avanzar, enfocándose en sus proyectos, construyendo su futuro, poniendo todo su empeño en cada cosa. Me gusta observarlo en silencio, analizar cada paso que da, siempre tranquilo y seguro, como sí no cargará con nada que duela. Admiro eso. Se mueve, mientras yo sigo quieto, esperando algo, que ni siquiera sé que es.
¿Un milagro?
¿Un cambio?No sé.
Extraño mucho a mi padre, sus consejos, su peculiar sonrisa, el apoyo que con solo una mirada me daba. Extraño el bulto en mi estómago, el sentirme lleno, con esos cambios de humor y antojos raros.
Cuando mi bebé falleció, llevándose consigo partes de mi corazón y alma, sentí mi mundo abajo, me deje llevar por ese sufrimiento. Pero intento cada segundo trabajar en mí e ir superando lo sucedido. Sin importar que día a día recuerde que no pude conocerla, no pude ver ningún detalle que la conformaba y no pueda evitar preguntarle al destino quien me la arrebato: ¿Cómo era su cabello, negro azabache como el de Alexander o castaño como el mío? ¿Será que su piel tenía una tonalidad canela o blanca como la nieve? ¿El sonido de su voz... armonioso o quizá chillón? ¿En sus ojos se podía ver un cielo brillante, o unas piedras amarillas con verde? ¿Hubiera sido tranquila, inteligente, y ambiciosa como un Lightwood, o amable, comprometida, y bondadosa con un Bane?
Esas preguntas no salen de mi mente. Quería conocerla. De verdad. Lo ansiaba. Por lo menos un instante, un minuto, verla con mis propios ojos, saber que existió, que se mantuvo en mí por esos meses. Que fue real.
Limpié en un movimiento, las lágrimas que inconsciente derramé.
Me levanté de la cama, con cuidado de no despertar a Alexander, quién siempre ha tenido el sueño pesado, pero gracias a mis incontables pesadillas, se mantenía atento o cualquier movimiento, despertándose de inmediato.
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alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]
Fanfiction[ ✎ ] Los Lightwood siempre han sido personas rigurosas con costumbres inusuales, que para el juicio de cualquiera llegan a ser ridículas; hablando de legados y herencias, lo son aún más. Casarse con alguien del pasado, con tal de ser dueño de las...