De: Saeran Para: Mc //Terminada prros

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La mirada del peliblanco iba del pelirrojo a la chica castaña, y de la castaña al pelirrojo, y así unos minutos hasta que el pelirrojo dijo:

-Saeran, Mc y yo nos vamos a casar.

Después de aquellas simples palabras el peliblanco sintió un dolor muy profundo un su corazón, mientras veía al pelirrojo con una sonrisa en el rostro y a punto de darse un abrazo con la chica.

-Saeran, ¿estas bien?

Pregunto la chica, el peliblanco no se sentía bien, es más, dentro de el habían muchas emociones, como si fuera un torbellino. Pero ¿Cómo podía estar enojado con la chica? Ella en esos meses que estuvo en la casa de se hermano fue un ángel.

-Estoy bien, ¿Cuándo será la boda?

- Lo más pronto posible, de eso estoy seguro- contestó su hermano.

-Me alegro por ustedes, si me disculpan.

Dijo el peliblanco mientras se levantaba del asiento, no podía soportar tal idea, ¿ese ángel se iba a casar con el idiota de su hermano?

Mientras iba pensando fue hacia su cuarto donde se encerró toda la noche.
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Al día siguiente el peliblanco salió de su cuarto para ir a desayunar. Ahí se encontró a Mc y a su hermano haciendo waffles.

-Oye, ¿quieres uno?- Pregunto el pelirrojo

El  peliblanco no se pudo resistir, al ver que aquella chica angelical estaba preparando la comida también.

-Si, por favor.- Dijo con una voz tenue

El chico se sentó y mientras esperaba su desayuno ya que no quería entrar a la cocina empezó a jugar con unos tenedores y cucharas que habían en la mesa.

-Toma Saeran,

Dijo una voz detrás de él, era la castaña que le entregaba un plato con tres waffles. A los ojos de él, ella lo veía con una sonrisa angelical.

Al peliblanco se le aceleraba el corazón sólo con verla, pero no podía demostrarlo ya que ella era la prometida de su hermano.

-Gracia.

Dijo mientras tomaba un tenedor y un cuchillo para empezar a comer.

Mientras el metía bocado por bocado de su comida a la boca veía como su hermano y la chica se divertían del otro lado mientras cocinaban.

El chico sólo podía pensar ¿porqué el que está con ella no puedo ser yo?

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Luego de terminar de comer se levantó y fue a lavar su plato, ahí en la cocina seguía su hermano el cual estaba licuando algo.

-Oye hermanito, te noto algo triste estos días ¿Qué sucede?

Dijo el pelirrojo mientras acercaba su mano hacia su hermano

-¡DÉJAME EN PAZ SAEYOUG!

Dijo el peliblanco mientras arrebataba la mano de su hermano. Por el ruido la chica de cabello castaño se sobresalto y fue a ver a la cocina que pasaba.

-¿Todo está en orden?

Dijo la chica con una cara de preocupación, el peliblanco al darse cuenta de su acto y que la chica castaña lo había visto, bueno, escuchado, bajo la vista y salió de la cocina. No quería que la chica viese cuán rojo estaba por el acto que hizo, y más que su piel pálida delataba.

El pelirrojo y la castaña contemplaron asombrados como el chico salía con un paso apresurado.

-Saeyoung, ¿estas bien?