III

106 19 0
                                    

— ¿Es en serio? no puedo creer que fueran tan descarados. —musitó yoongi a través del teléfono, estaba tirado en su cama mientras escuchaba a su mejor amigo— ¿y esperaste a que terminaran para irte?

— Dios no —soltó jungkook riendo— en cuanto taehyung me dijo que podía irme lo hice, eso sí, antes de hacerlo me cambié la ropa.

Jungkook observó el uniforme colgado detrás de la puerta de su habitación, su madre ya estaba enterada de todo porque el castaño se sentía incapaz de mentirle a su progenitora. Lo más gracioso fue que su madre no se avergonzó, en cambio le dijo que estaba segura de que se vería bonito con el uniforme puesto.

Jungkook solo se sonrojó y salió corriendo a su habitación.

— Entonces —dijo el rubio— ¿que tan guapo es ese tal Kim Taehyung? creo recordar haberlo visto en un par de fotos de internet

— Ah, sinceramente —un suspiro se escapó de los labios del castaño— no existe una palabra para definirlo, estuve a punto de babear, pero me contuve.

La ronca risa de yoongi se escuchó por el aparato, y jungkook se contagió, riendo con él a la vez que rodaba por su cama.

— Parece que alguien va a soñar con su jefe esta noche —tarareó—

— Yo no tengo sueños eróticos con nadie, soy un chico de mente sana —confirmó, a pesar de haber estado interesado en varios chicos nunca tuvo ese tipo de sueños— y el señor kim no será una excepción.

— Los chicos con los que has salido seguro que no le llegan ni a la suela del zapato.

Jungkook arrugó la nariz.

— Bueno, podría decirse que ellos eran...¿agradables?, si taehyung fuera al menos un poco más afable quizás podría pasarme las tardes suspirando por él, pero no es el caso.

— ¿Y que hay de jennie?

El rostro de la mujer apareció proyectada en su cabeza. Con lo poco que pudo verla le pareció una chica encantadora, de ojos curiosos y muy elegante. No era de extrañar que estuviese casada con Kim Taehyung, ellos hacían una pareja perfecta.

— Es encantadora, aunque no tuve mucho tiempo para conocerla.

Unas teclas sonaron de fondo en aquel aparato y jungkook tuvo que afinar el oído para saber que estaba haciendo su mejor amigo al otro lado de la línea.

— ¿Sabes una cosa? Jennie es propietaria de varios orfanatos que son muy conocidos aquí en Seúl, hace todo lo posible para que la mayoría de los niños consigan una familia. También se dedica a organizar recaudaciones de dinero, supongo que con la finalidad de darle lo mejor a esos niños huérfanos —sus palabras suenan dulces, como las de un niño hablando acerca de su madre— admiro a esa mujer.

Es difícil hacer que yoongi diga que admira a alguien pero al parecer las capacidades y la bondad de aquella joven habían cautivado de una buena forma el corazón de este, y jungkook sonrió por ello.

— Cambiando de tema —carraspeó— ¿qué tal fueron tus primeros días del curso? dime por favor que tomaste apuntes de todas las materias.

— Fue bien, bueno, como siempre —no necesitaba estar frente al mayor para saber que se encontraba mordiendo su labio inferior— hubo comentarios innecesarios de los demás, incluso dijeron cosas sobre ti —gruñó— estuve a punto de soltar un par de golpes en sus presumidas caras, pero sabía que ibas a regañarme después por hacerlo.

Incluso estando en la universidad, seguía habiendo gente estúpida que les gustaba molestar a los demás.

— Yoongi...

š„š‹ š‚š”š„šš“šŽ šƒš„š‹ š‚š‘šˆš€šƒšŽ | įµ—įµƒįµ‰įµįµ’įµ’įµDonde viven las historias. DescĆŗbrelo ahora