Sueño o Realidad

Prólogo.

   Escalofríos, temor, indecisión, muerte… Eso sentía el protagonista de esta historia antes de que todo sucediese. Jadeos, calor, forcejeo, tal pareciera que estuviese convulsionando encima de aquella cama de resortes, la cual no cesaba sus sonidos metálicos debido a los bruscos movimientos que esta estaba recibiendo.

   Jason despertó sudado, con una camiseta de tela agujereada y un jean totalmente sucio que no parecía ser de su talla, los rayos de sol iluminaban su joven rostro totalmente sucio con un color cenizo, sus ojos se sentían pesados, con un color rojo intenso, además de cargar con un dolor de cabeza el cual no tenía intenciones de aliviarse en un corto tiempo. Totalmente desconcertado con la situación en la que se encontraba, mira a su alrededor, observa cómo parece estar en una habitación, que en algún momento fue blanca, pero actualmente contiene grabada, en sus paredes, grandes signos, totalmente nuevos para él. El suelo contenía unas losas con dibujos de triángulos color gris, encontrándose en un estado deplorable totalmente llenas de polvo. A su derecha, logra distinguir una ventana que llevaba al exterior. Se levanta de la cama de hierro que produce un extraño chillido, con movimientos lentos se dirige hacia la ventana a pocos metros de él. No entendía nada de lo que sucedía en el exterior. Observaba una ciudad totalmente destruida, vacía, los edificios derrumbados, una niebla amarillenta la cual llegaba a inquietar, coches hechos pedazos, aplastados, algunos aun con fuego en sus motores, otros prácticamente se distinguían a través de los escombros. Tal parecía una ciudad fantasmal o de alguna u otra forma un apocalipsis. Jason no reconocía el lugar donde se encontraba, se sentía totalmente frustrado por no entender nada. Pasado un corto tiempo de observación siente una presencia en su espalda lo que hace que, con su fortalecida voz pese a su edad, exprese su miedo mediante un pequeño grito.

    Al girarse bruscamente observa una sombra negra a un par de metros de él que tal parecía estar rodeada de una estática muy potente, y esta le extendía lo que parecía ser su brazo derecho, acompañado de una llave roja, con una punta muy particular, un tamaño grande lo que resultaba parecer demasiado pesada, además de que desprendía a su alrededor un aura, (parecida a la que desprende el calor) que erizaba la piel de Jason. Al agarrarla con su mano izquierda, aun sin apartar su mirada de aquella extraña criatura, siente como si fuese absorbido por esta. Despierta, ahora esta vez en su apartamento, donde vivía solo con su mejor amigo Patrick.