CAPÍTULO 6

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"Deja de joderme"

*Narrador omnisciente*
–Oye, ¿quieres ir a cenar? -preguntó Roberta a Aidan quien llevaba todo el día tumbado en la cama para tratar de animarlo-
–No, no tengo hambre
–¿Entonces qué quieres hacer?
–Nada
–Aidan, llevas horas tumbado en la cama sin hacer nada -se quejó Roberta-
–¿Y? -dijo Aidan sin interés- 
–Tienes que hacer algo, tienes que moverte de ahí -dijo y empezó a mover a Aidan para hacer que se levantara-
–¡Roby! -se quejó-
–Vamos, colabora -dijo y por fin logró que al menos Aidan se sentara en la cama- Sí estás pesadito, eh -dijo riendo- Entonces, ¿qué quieres hacer? -volvió a preguntar-
–Ya te dije que no quiero hacer nada
–Bueno, ¿qué quieres cenar?
–También te dije que no tengo hambre
–Ok, voy a pedir pizza
La pizza llegó, Roberta la abrió e intentó hacer que Aidan la comiera, pero este se negaba.
–Vamos, cómela 
–Que no
–No me obligues a dártela en la boca
–¿Es tan difícil comprender que no tengo hambre?
–Sí, principalmente porque desde que llegó la pizza no has dejado de verla y ahora mismo prácticamente estás babeando
–Ok, dame la pizza -dijo rindiéndose y admitiendo que sí babeaba por la pizza-
–¿Te sientes mejor después de comer pizza? -preguntó Roberta luego de que ella y Aidan terminaran de cenar-
–No sabía que estaba mal antes de comer pizza -dijo e hizo a Roberta suspirar de enfado-
–Oye, yo sé que escuchar a T/N te puso mal, pero...
–Shh -la interrumpió haciéndola callar- Roby, no quiero hablar de eso -dijo y sacó una botella de alcohol de su mochila-
–¿Ahora eres alcohólico?
–No está mal beber de vez en cuando
–¿Lo haces por T/N?
–Roberta, olvida a T/N
–Olvídala tú, oh no, no puedes, por eso bebes intentando conseguirlo -Roberta sonó cruel-
–¿Quieres dejar de joderme? -se quejó Aidan con una expresión de molestia en su rostro-
–Yo no estoy haciéndote nada. Te estás jodiendo tú solo y de paso jodes a T/N
Minutos después Roberta se hartó de ver a Aidan beber y le pidió por favor que dejara de hacerlo, pero Aidan lo único que hizo fue ignorarla.
–Deja de beber -insistió Roberta-
–Deja de joderme
–Es que ya estás ebrio
Aidan tomó su guitarra y se acercó a Roberta.
–¿Qué haces? -preguntó Roberta un poco confundida-
–Te cantaré una canción -dijo sonriendo Aidan-
–Claro, ebrio
Aidan intentó cantar pero no puedo ya que por su estado olvidó la letra.
–No sé -dijo e intentó cantar otra vez, pero volvió a olvidar la letra-
–Estás tan ebrio que ni siquiera recuerdas la letra -dijo Roberta riendo y burlándose de él-
–Se acabó esta mierda -dijo Aidan refiriéndose al alcohol-
–¡Que bueno! -se alegró Roberta-
–Tengo que ir a conseguir más -dijo y se dirigió a la puerta- No, mejor, ven -dijo y tomó de la mano a Roberta-
–No. ¿A dónde?
–Iremos a un bar
–No podemos salir -Roberta trató de fingir que no podían salir del internado-
–¿En serio crees que estoy tan ebrio como para perder la noción del tiempo? Sé perfectamente que es fin de semana y claro que podemos salir
De camino al bar Roberta trató de hacer regresar a Aidan al internado, pero él se negó, apretó su mano y la hizo caminar más rápido para llegar al bar lo antes posible.
–¿Cómo se supone que vamos a entrar? -preguntó Roberta cuando llegaron al bar- No entiendo porqué no quisiste que trajéramos nuestras identificaciones 
–Porque eso sería sencillo -se excusó Aidan-
–Eso sería lo adecuado
–T/N me enseñó a complicarme cualquier momento de la vida y eso, en sus palabras, es "aventura pura" -dijo sonriendo Aidan-
–No creo que T/N se refiera a esto. Explícame, ¿cómo vamos a entrar?
–Hay que distraer al guardia
–¡Genio! -dijo sarcástica- Eso es obvio, pero, ¿cómo?
–Sedúcelo -ordenó Aidan en broma-
–¿Qué te pasa? Es un tipo de 50 años
–¿O sea que si fuera más joven sí lo harías?
–¿Qué te pasa? -volvió a preguntar Roberta esta vez más indignada- No cabe duda que estás ebrio -dijo y rodó los ojos-
–¡Ya sé! Entremos con ese grupo de chicos -dijo Aidan señalando a un grupo de chicos que se acercaba al bar- Ve, ellos vienen juntos y son más de 5, sólo le pedirán identificación a uno, así que nosotros fingiremos que venimos con ellos
Aidan y Roberta se acercaron a la fila junto a los chicos, fingieron que iban con ellos y luego pudieron entrar al bar, se dirigieron a la barra y se sentaron.
–¿Qué quieres tomar? -preguntó Aidan a Roberta-
–Me da igual -dijo sin interés Roberta-
–¿Whisky? -preguntó Aidan-
–Clásico -dijo Roberta como afirmación-
Aidan le habló al bartender y este se acercó.
–Due whisky per favore (dos whisky's por favor) -ordenó y el bartender les sirvió e whisky-
–Salute (salud) -brindó Aidan y terminó su whisky de un sorbo-
–Oye, despacio -pidió Roberta-
–Un altro whisky (otro whisky) -gritó Aidan al bartender-
–Ecco qua (aquí tienes) -dijo el bartender cuando le entregó otro whisky-
–Sai cosa? Portami la bottiglia (¿Sabes qué? Tráeme la botella)
–Chiaro (claro) -asintió el bartender-
–¿No te parece suficiente? Estás muy ebrio ya -se quejó Roberta-
–Está bien, lo controlo
Después de un rato, Aidan ya se había terminado la botella y estaba más ebrio que antes.
–Otra botella de whisky, por favor -pidió Aidan-
–Tienes que hablar en italiano -lo corrigió Roberta-
–Cierto. Another bottle of whiskey, please (otra botella de whisky, por favor)
–En italiano, no inglés -dijo Roberta y rodó los ojos-
–Si quieres puedo decirlo en latín -dijo Aidan guiñando el ojo- Alius lagenam cupam, obsecro (otra botella de whisky, por favor)

Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora