La junta de reuniones de todos los países daba comienzo, aunque por lo general de junta no tenía casi nada, porque aparte de hablar sobre algunos temas, al final de cada reunión la onu solía darles algunas actividades de convivencia. Que, por su mismo nombre, su objetivo era mantener la buena convivencia entre todos los países para que no haya ningún problema.
En fin, cada uno recibía un trabajo y debía presentarlo al día siguiente. En este caso la actividad trataba de enumerar o relatar las cosas que hacían felices a cada uno y justificarlo. Alemania tomó una lapicera, un papel, y comenzó a escribir.
"A pesar de que no hay muchas cosas que sean de mi agrado, intentaré hacer mi mejor esfuerzo". eligió como título, aunque ésto en realidad era mentira. A él le gustaban muchas cosas, sólo que muchas eran costumbres que hacía con su padre cuando todavía estaba vivo y no le gustaba recordar esa etapa de su vida, ya que lo ponía triste. Además de que Estados Unidos y la onu lo tenían muy bien controlado con el tema del Tercer Reich, se sabía que de eso no se opinaba ni hablaba. Excepto que fuera muy necesario, como por ejemplo, que hablen de los problemas que dejó la segunda guerra mundial. Uno de los Casos en los que solían hablar mal de Reich, eso realmente molestaba a Alemania.
El alemán no hacía mucho caso a ésto cuando escribía cartas, pero sí lo tomaba en cuenta cuando iba a las reuniones.
"Las cosas que me hacen felices son, el café, porque me gusta su olor y su sabor tan adictivo. Aparte, es la primera bebida en mi día"
"El invierno. Me gusta hacer muñecos de nieve, me recuerda a cuando los hacía con mi padre".
"Las flores. A pesar de que el invierno sea mi estación favorita, disfuto mucho del florecimiento en la primavera. Me gusta su olor (Por lo general me gustan más los girasoles, pero eso es otro tema)".
"Los libros. Desde pequeño he tenido que leer libros por entretenimiento, por lo que me acostumbré bastante a su compañía".
"Las canciones de cuna. Mi padre solía cantarme cuando era niño para que pudiera dormirme, siempre cantaba la misma canción y me gustaría poder volver a oírla, pero ya ni siquiera la recuerdo".
"Los gatos. Bueno, en ésto muchos quedarán confundidos, ¿A caso los perros, específicamente los pastores alemán, no eran mi animal favorito?, pues temo decirle que no. Ese era mi padre, él los amaba. A mí me gustan los gatos porque son más tranquilos y más independientes".
"Mi cama. Creo que éste punto no necesitará explicación, pero procederé de todas formas. Mi cama es el lugar en el que duermo, y no hay nada mejor en la vida que dormir. Quizás es raro que diga ésto, ya que me lleno de trabajo todos los días y muchas veces me he quitado este pequeño placer de la vida llamado dormir".
"Dormir. Va de a mano con el punto anterior, por lo que no tendré que explicarlo. Aunque bueno, ¿A quién no le gusta dormir?".
El país germano terminó de escribir, pensó que era suficiente, puesto que ONU jamás aclaró cuántas oraciones y justificaciones tendría que haber. Dicho ésto, dejó el papel sobre la mesa, y sacó del cajón del escritorio un sobre. Luego metió la tarea, por así decirlo, dentro del sobre, haciéndolo parecer una carta.
Tomó una ducha y se acostó a dormir, cosa que no le bastó más de unos cinco minutos para sumirse en un sueño profundo.
Al día siguiente, la reunión se llevó a cabo, todos estaban es sus respectivos asientos. Como debía ser. La organización de las naciones unidas pidió a todos el trabajo que debieron haber hecho anteriormente.
Las cartas se iban leyendo una por una, esto realmente no se lo esperaba nadie, puesto que por lo general ONU solía guardarlas y leerlas luego.
Las primeras lecturas pertenecieron a Rusia, Estados Unidos, China, Francia, Inglaterra. Hasta que su nombre se pronunció. El alemán estaba aterrado, puesto que hace poco se habían arreglado con Polonia en el tema de su padre. Temía perder esa amistad que recién estaba comenzando.
—Bueno, leeremos lo que puso Alemania—Dijo Onu, él tenía esperanzas en que no hubiese puesto nada indebido. Después de todo, el alemán era la primera potencia de Europa.
Abrió el sobre cuidadosamente, para no romper el papel que se hallaba dentro. Abrió el papel, puesto que se dobló a la mitad y comenzó a leer.
—Las cosas que le hacen felices son, el café, su olor y su sabor— Terminó la primera oración, todo iba bien—.Su segunda cosa favorita es el invierno y los muñecos de nieve, recuerda cuando los hacía con su padre... —La organización se arrepintió de pensar que estaba perfecto. Muchos de los demás países ya empezaban a sospechar, ya se le acusaba al alemán de ser como su padre. Qué civilización tan avanzada, por dios.
—Tercera cosa, las flores. Gusta de su olor y cómo florecen—Poco a poco las cosas iban en buen camino—. Cuarta cosa, los libros. Desde pequeño pasó apegado a ellos y se acostumbró a su compañía—Las cosas ya se iban calmando poco a poco, los rumores empezaban a desaparecer.
—Quínta cosa, las canciones de cuna. Su padre...cantaba para él cuando era un niño...Siguiente... —Y allí otra vez, rumores y rumores. No había nada más que eso en la habitación—. Sexta cosa, los gatos. Ehh...pensé que te gustaban los perros—Sigue leyendo la carta, para encontrarse el motivo, dejó de lado la parte explicativa de Reich y su fanatismo a los perros—. Son más tranquilos e independientes...No puedo negar eso, es cierto, haha. Los gatos son bonitos—Onu esperaba a que la siguiente oración no sea indebida.
—Séptima cosa, su cama. Bueno esto va de mano con la octava, dormir es placentero para el cuerpo y puede relajar la mente, es cierto—La organización colocó la carta en el escritorio y tomó la siguiente—. Bueno, seguimos con Portugal.
Y así cada una fue leída, y la reunión terminó. Alemania intentó irse rápido a casa, para no tener que cruzarse a nadie conocido. Lástima para él, Polonia y Rusia se encontraban en la salida. A lo que el ruso fue el primero en darle el saludo.
—Hola, Alemania.
—¿Eh? —Giró la cabeza, un poco incómodo y nervioso—. Ah...Hola Rusia, hola Polonia...Ehh, estoy ocupado, debo irme.
—Alemania, está bien que pienses en tu padre de vez en cuando—Habló Polonia, en voz baja pero calmada—Rusia también recuerda a Urss con cariño, y descuida, no te juzgaremos por lo que hizo él—El polaco fue hasta donde se encontraba el alemán y le dio un abrazo.
—Tú ni siquiera sabías por ese entonces las cosas terribles que hizo tu padre, es normal. Yo tampoco, me enteré hasta hace pocos meses de lo que hizo mi padre y sigo sin poder creerlo, él era muy bueno conmigo, no sé si Estonia o Letonia opinarán lo mismo, pero es perdonable—Rusia dio su opinión.
—N-no estoy preocupado por eso, descuiden, estoy bien—Alemania solo buscaba una excusa para irse de allí. Estaba muy avergonzado.
—No mientas, se te notaba nervioso en la sala de reuniones. Está más que claro que no te agradó mucho que ONU leyera la carta enfrente de todos— Justificó el de bandera bicolor.
—S-si, bueno...Creo que tienen razón, me preocupé creo que demasiado...Tengo miedo de lo que me pueda decir USA u ONU, me tienen muy controlado con el tema de mi padre...
—Te dirán que no es tu culpa, que fue un ejercicio que no se lo esperaba nadie—Aclaró Rusia, intentando dar una pequeña esperanza.
—Si ustedes lo dicen... —Alemania se calmó un poco.
—Bien, tenemos cosas que hacer, sólo queríamos ver si estabas bien—Habló Polonia.
—Claro, también tengo nuevo papeleo en casa esperándome...Eh, bueno, ¿Los veo luego? —Preguntó el alemán.
—Por supuesto—Dijeron el ruso y el polaco al mismo tiempo. Los tres se despidieron y se fue cada uno a su casa.
Por otra parte, resultó ser como Rusia dijo, lo llamaron a Alemania y le pidieron disculpas. Que debieron haber preguntado antes de leer la carta.
Este es un final bastante tranquilo, ¿O no?, al final el germano pudo deshacerse del papel de su escritorio y se puso a ver una película en Netflix, no era nueva, pero le daba igual. Al menos se trataba de su tema favorito, los hombres lobo.
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La carta ||Alemania||One -Shot||
FanfictionAlemania es un país bastante ocupado en el trabajo, que no mira a su pasado. Pero... La ONU tenía un trabajo, enumerar las cosas que lo hacían Feliz y su justificación. El alemán se preocupó al ver que mucha de su felicidad venía de los momentos qu...