Ya habían pasado cerca de tres días, desde que salieron de Shina y al paso en el que iban, estarían por llegar a la aldea Ashida al amanecer.
El camino, sin duda a sido peligroso, pesado e incomodo. Tras tener que viajar al norte, tenían que pasar cerca del palacio, lo que significaba que debían tener total precaución. Por lo que debido a ello, se demoraron en llegar, ya que en la mayoría del camino, avanzaban de noche para no ser vistos.
Justo ahora se encontraban descansando, entre el bosque, esperando a que un grupo de samurais se alejara para poder continuar. Al parecer estaban expandiéndose para cubrir más terreno.
Se habían dividido en más grupos, escondidos entre los arboles, a lo que Garu decidió estar por su cuenta, mientras más evitara a los de Takeda, todo estaría bien. Así no tendría que estar soportando sus miradas, solo que sin darse cuenta, se encontraba en el mismo árbol que Ryo, que se encontraba en otra de las ramas del árbol.
Ryo: ¿siempre eras tan callado?
Aquella pregunta lo agarro desprevenido, juraba haber sido el único en aquel árbol. Cuando se calmo decidió responderle.
Garu: si, algo.
Ryo: ya veo.
Había algo que no encajaba, cuando lo conoció, demostró ser más, alegre. No sabia como definir su personalidad, pero sin duda, no era esa. Cuando voltio a mirarlo, su mirada estaba completamente apagada, mantenía la cabeza baja ante todo, incluso podía jurar que no estaba atento a lo que pasaba debajo de ellos. Aquella actitud le hizo recordar la vez que se encontró con su hermano, Kenji, si no mal recordaba, la voz de aquel chico era mucho más apagada, su semblante decía muchas cosas. Sin poder evitarlo le pregunto.
Garu: ¿estas bien?
Ryo: ¿soy muy obvio? [Dijo en un intento de sonreír]
Garu: un poco.
No sabia ni como responderle, no quería incomodarlo, pero tampoco podía dejarlo así. Con esa actitud no llegaría a ninguna parte. Con solo pensar eso, recordó las burlas que recibía de sus hermanos, al tomar la actitud de una madre. Al momento sus intenciones de querer ayudarlo se desvanecieron, al ya no recibir ninguna respuesta de su compañero.
Ryo: ¿Cómo? [Respiro un poco, para pensar bien su pregunta] ¿Cómo lo hiciste?
Aquella pregunta causo que Garu lo mirara confundido, A lo que decidió explicarse.
Ryo: la vez que te vi, tus hermanos te seguían, y cuando atacaste a esos hombres, lograste calmarlos.
No tuvo tiempo de responderle, los samurais se habían ido y debían continuar. Sin hacerse esperar, Ryo fue el primero en reaccionar y bajar del árbol, dejando a Garu solo y con la palabra en la boca. Al verlo escapar de tal manera, lo siguió hasta donde se encontraba.
Ryo: olvida lo que te dije. Debo estar algo cansado. [Dijo con la intención de que olvidara la conversación que tuvieron]
Garu: entonces déjame ir contigo.
Ryo: [No respondió, pero en cambio sonrió por el doble sentido de las palabras]
Garu: hablo enserio. No puedes seguir en ese estado. [Dijo en forma de regaño]
En cambio, Ryo no tenia las energías para discutir, así que sin más acepto sin decir nada, dejando que Garu le acompañara en todo el camino hasta la aldea. Pasando el tiempo, las puertas de Ashida estaban a solo unos metros; al ser vistos por la seguridad de la aldea les fue permitido el ingreso por las grandes puertas, que fueron cerradas al instante. Como era, costumbre la gente de ahí no solía expresarse, eran conocidas por ser distantes y con una actitud fría.
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No Importa Que... [Garucca] [Terminada]
FanfictionEsta historia está basada en los tiempos de reinado. En el imperio Asiático, desde sus inicios se trataba de crear la armonía entre los clanes que lo formaban con sus leyes ya promulgadas. Lo único que no se sabía, era que entre una de esas leyes, e...