¿Es sólo un sueño?

Parte 1 "Buscando respuestas"

Capítulo 1 "El sueño"

-Alexa-

Noviembre 2014

Caminé, Caminé y caminé... Me sentía devastada. Había vuelto a suceder, ese maldito sueño...

Todo parecía tan real, la sangre, él...

Ese hombre, me parece conocido, pero no lo sé, es un deja vú.

Por fin llego de vuelta a mi casa, y me encuentro con Sparky, mi perro.

Entro, y me encuentro con Simon, mi mejor amigo.

El tiene su propio juego de llaves, pues es mi compañero de departamento.

-Otra vez, ¿Cierto?- dijo Simon, con preocupación- No puede seguir así, Alexa... Debes ir a ver a un psicólogo, debe de haber un trauma o algo así.

-No te preocupes, ¿Si?- le dije con toda tranquilidad- Lo haré, ¿Está bien?

-Esta bien...-respondió ya resignado-.

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Sigo pensando, en que debe de existir un significado de ese sueño...

Ese hombre, aparece un callejón, dos figuras muy parecidas a mis padres, van caminando, él se acerca a ellos, saca un arma temblorosamente, y les dispara. La sangre comienza a correr, y todo se vuelve rojo. Ahí es cuando despierto, usualmente gritando.

Sigo el Consejo de Simon, y decido ir al Psicólogo.

Tengo una cita con el Dr. Evans, a las 14:00 hrs.

Son las 13:30, justo a tiempo, estoy a unas cuantas calles de distancia del consultorio.

Tomó valor, y entró al edificio del consultorio del Dr. Evans, y en la recepción, el doctor me espera.

El me recibe con una sonrisa en el rostro.

-Buenas tardes, señorita Iparis-Checa unos papeles que tiene en las manos- Alexa Iparis, ¿Estoy en lo correcto?-pregunta el Dr. Evans-.

-Efectivamente, soy Alexa Iparis-.

-Soy el Dr. Evans, Andrew Evans, un placer-dice mientras extiende una mano hacia mi-.

La estrecho, y caminamos hacia dentro del consultorio. Comienzo por contarle el sueño.

Luego el me pregunta como es que murieron mis padres, y otros sucesos que podrían resultar en un trauma.

-Accidente de auto, hace dos años-respondo secamente- Ningún otro suceso que podría causar trauma, mi vida era tranquila hasta el día del accidente.

Me despido, y salgo del consultorio, pago la consulta a la recepcionista, y me voy.

Camino hacia el cementerio; compro flores en la entrada y voy hacia un par de lápidas a corta distancia.

Robert y Lauren Iparis.

Mis padres.

Me quedo un tiempo acompañando a mis padres; es la única manera que tengo de estar cerca de ellos.

Me limpio las lágrimas, y salgo del cementerio; camino hacia la librería más cercana, pues tengo tarea del Instituto. La Universidad no es cosa fácil, mientras estudias la carrera de Criminología.

Desde la muerte de mis padres, mi vida ha estado vacía.

He estado muy sola; tuve una relación con un chico de la Universidad llamado Dylan, pero no funcionó.

No ha existido una relación verdaderamente sería en todo este tiempo. A pesar de que ya hace dos años de la tragedia, es como si fuera el primer momento; como si fuera ese día. Ese día que yo creí que sería el más feliz del mundo, y fué todo lo contrario.

Todo comenzó al llegar a casa, encontrar una nota que decía que mis padres habían salido, y que volverían más tarde. Yo estaba ansiosa por contarles la gran nueva, esperaba que estuvieran orgullosos de mi, por haber sido la nota más alta del examen de admisión de la carrera; ¿Y qué recibí? La peor noticia que pudo haber pasado.

-¿Señorita Iparis?- decía una voz desconocida al otro lado del teléfono.

-Sí, ella habla.-existía cierto nerviosismo en mi voz.-¿Qué pasa?

-Lamento informarle qué sus padres...

-¿Qué pasa con mis padres?- dije interrumpiendo a la voz del otro lado de la línea, no se en que momento pasó, pero ya estaba gritando, y Anne mi nana, ya estaba cerca de mi, preocupada-¿Qué pasa con ellos?

-Lo siento mucho, pero ellos acaban de sufrir un accidente, y...

-¿Y qué?-gritaba con desesperación, las lágrimas caían y caían-.

-Murieron, lo siento mucho.

Al instante, solté el teléfono, y comencé a gritar, a llorar como loca, aventé cosas, quebré muebles.

Anne, recogió el teléfono con preocupación al ver mi reacción.

El hombre al otro lado del teléfono le explicó Anne, todo lo que había pasado y que debía de hacerse.

Ella fué a reconocer los cuerpos, y al estar tan mutilados, decidimos hacer la velación lo más pronto posible.

Ahora, dos años después, viene este sueño; extraño, pues no tiene nada que ver con la verdadera muerte de mis padres.

Ese hombre, me parece familiar, pero no recuerdo conocerlo.

Lo único que sé, es que el podría tener algo que ver en la muerte de mis padres.