Una corona de flores (Drabble)

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Años de sufrimiento oculto, sin que nadie le preguntara por su estado, claro que el perder a tu hermano en brazos no es algo de fácil olvido, pero Anne Marie ocultaba su dolor en las duchas de cada día, y en sus noches de insomnio. Anne Marie, una chica de apenas 15 años vivía cosas horribles día a día, la falta de atención y cariño de parte de sus padres y el anhelo de tener a un hombro de quien apoyarse en los momentos fuertes, ella cada día fingía una sonrisa, actuaba que era feliz, que ya no dolía tanto la muerte de Julián, se vestía de colores claros, siempre eran vestidos estilo "A" o shorts un poco cortos, sus camisas siempre eran sueltas y sin mangas, nunca se alejaba de usar zapatillas bajas o tacones altos; no conocía la sensación de un pantalón o unos zapatos cerrados completamente. Sus accesorios eran simples, cambiaba las pulsures y compraba unas nuevas cada día, pero algo que la caracterizaba era que siempre usaba Una corona de flores. La cambiaron a un colegio más grande, había el doble de estudiantes, pero al llegar su mirada se posó en uno muy diferente, un chico de cabello negro, ojos un poco claros, pálido por la falta de sol y ropa negra cubría su piel, tan solo dejando expuesta unos tatuajes en sus brazos, entró al salón que le correspondía, el mismo para ese chico, este escuchaba música a muy alto volumen, tanto que desde un poco lejos, se escuchaba sus canciones, Anne Marie se sentó a su lado, sin apartar su mirada sobre él, el chico se notaba incómodo, cierto que siempre lo miraban, pero nunca con una sonrisa sin rastros de burla. El profesor entro al salón, el chico paro su musica y guardo su teléfono, abrió su cuaderno y comenzó a tomar apuntes de la clase, Anne imitó su acción, sacando ese cuaderno rosa con unos unicornios por decoración, muy diferente al de el chico de al lado que su cuaderno era negro sin ninguna decoración. Terminó la primera clase, Anne intentaba hacer amigos, pero solo recibía burlas por su característica mochila de corazones y flores rosas, también por su vestimenta y actitud, el chico sentía lastima por ella, temía que a ella le sucediera lo mismo que a él, pero ¿Qué iba a hacer? Era demasiado tímido como para hablarle a esa chica, además ella no se interesaría en él, por lo "diabólico" de su aspecto.

Pasaban los días y ellos no se hablaban, Anne ni siquiera sabía el nombre de ese chico, sin embargo, se enamoraba de los pequeños detalles que notaba en él, este si iba conociendola poco a poco, observando cuidadosamente sus pasos y movimientos que realizaba, Anne Marie seguía sola, a pesar de ser la amiga "Perfecta", nadie le hablaba, ni mucho menos le trataba. Era el momento de valentía de Anne, le hablaría a el chico de tatuajes de calaberas y notas de piano, se acerco a él, dispuesta a decirle ocho mil cosas y ser su amigo, pero si acaso pudo articular: "¿Tienes un lápiz extra?" Patético pensó ella, el chico le dio un lápiz amarillo, lo único que tenia de color brillante, y volvieron a sus clases respectivas, sentandose justo al lado del otro. El chico se llamaba William, estaba en su casa frente al espejo, mirandose detalladamente los tatuajes y aretes, pensó Si le quiero hablar y que ella me quiera igual como yo a ella, debo ser como a ella le gustan, así hizo, con cuidado quito los aretes de sus orejas y nariz, se limpió la cara quitando el maquillaje negro de sus ojos, tomo una camisa verde, regalo de su difunta abuela, y se la colocó, unos bluejeans y zapatos negros, así mismo, partió directo a su colegio. Lo curioso de esto, es que Will, llegó a su colegio como un chico "normal", viendo como a lo lejos se acercaba Anne Marie con una vestimenta parecida a la usual de Will, botas negras de cuero, camisa negra suelta con mangas, unos pantalones morado oscuro pegado completamente a sus piernas y en la cara se veía un maquillaje oscuro y un arete en los labios. Will sonrió y la miró completamente, Anne hizo lo mismo, Will se acerco a Anne Marie y rió un poco, ella solo lo miró a los ojos, a lo lejos se veía que sus ojos detonaban amor y dulzura, Will tomó la inciativa de hablar, diciendo: "Te falta una corona de flores" sensación hermosa fue escuchar esas palabras, Anne solo tomó de su mano y lo guió hasta su respectivo salón, por fin intercambiando palabras y risas, olvidandose de los problemas y Anne volvió a sonreir, pero está sonrisa si era sincera.

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