Cuando Yamaguchi abrió los ojos esa mañana lo último que espero ver fue el atractivo rostro de Kuroo Tetsuro, el novio desde la preparatoria de su mejor amigo y actual prometido, justo en frente de él, ocupando el otro lado de la cama, con la mandíbula bien definida y las pestañas largar y tupidas contra sus mejillas, mientras una expresión de paz y tranquilidad se reflejaba en su rostro dormido.
Tardo unos momentos para procesar la información y pronto se dio cuenta de la terrible situación.
Ambos estaban desnudos y por lo que podía ver en el hombre de cabello negro había visibles marcas de amor adornando sus clavículas, ni siquiera quería pensar en su propio estado pero por lo que podía observar al rededor...
La despedida de soltero se había salido de control, claramente.
No había que ser muy inteligente para saber que esa noche había sido la noche más inimaginable y con una gran cantidad de decisiones estúpidas que había tenido. Porque él Yamaguchi Tadashi, el siempre confiable y respetable mejor amigo de Tsukishima Kei, se había acostado con el prometido de dicho mejor amigo, sumando a eso acababa de engañar a su prometida y futura esposa.
"Ni siquiera me gustan los hombres." Pensó antes de volver cerrar los ojos, deseando que eso fuera una pesadilla. Pero justo cuando cerro los ojos como si de una película se tratase las imágenes de la noche anterior empezaron a llegar a su cabeza.
La música demasiado fuerte, personas apretándose en un baile indecente mientras la noche avanza, y él acorralado contra la pared de algún pasillo concurrido en aquel club exclusivo, al cual lo habían arrastrado sus amigos por su pronta boda con la pequeña rubia. Con los cálidos brazos de ese atractivo hombre de ojos ámbar formando una prisión contra su cuerpo y enfrentando la sonrisa seductora de Kuroo.
- Luces aún más increíble esta noche Pecas-chan.- Y Oh Dios mío, su voz.
Su voz se sentía como miel escurriéndose. - Es una pena que no nos conociéramos antes ¿No lo crees?
Demasiado aturdido por la situación la verdad no estaba procesando las palabras dichas por Kuroo. Su mente sólo estaba llena de el delicioso perfume del mayor, su cálido cuerpo contra el suyo y lo hipnotizante que eran sus ojos color oro. Yamaguchi ni siquiera noto cuando los labios del más alto habían capturado los suyos, de un momento a otro sus labios se estaban moviendo en un beso apasionado contra los de Kuroo y fue ahí cuando se desconecto del mundo.
Con el alcohol corriendo por sus venas y su mente nublada por la presencia de aquel hombre Yamaguchi solo recuerda una serie de escenas desordenadas en su cabeza.
Él recuerda estarse besando en aquel oscuro pasillo por un tiempo considerable antes de ser guiado por el peli negro hacia un lujoso automóvil negro, recuerda la atractiva vista del perfecto perfil de Kuroo mientras manejaba con una mano porque la otra mano se encontraba sobre uno de sus muslos, grande y firme.
¿Cómo una mano podía ser atractiva?
Dios recuerda cuando llegaron a esa habitación y Kuroo seguía hablando pero él realmente no podía saber de que estaba hablando porque se encontraba demasiado asfixiado por las sensaciones de ser besado tan rudamente.
Antes de que sus recuerdos siguieran avanzando un movimiento a su costado lo hizo salir de su ensoñación para toparse con aquellos ojos ambarinos que lo habían recorrido por completo la noche anterior.
Un poco de sorpresa y luego un brillo de diversión se reflejaron en ese mar de oro líquido.
Kuroo sonrió con picaría.
- Bueno, parece que tenemos una interesante situación, querido.
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Iniciar fanfics sin haber concluido los demás es mi pasión ('・ᴗ・ ' )
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Mentiras al amanecer - Kuroyama
RomanceYamaguchi se había considerado una buena persona durante la mayor parte de su vida, era confiable y trataba de ayudar en todo lo que podía cuando alguien lo necesitaba. Hasta que un día despertó en la cama del prometido de su mejor amigo, sin ropa y...