Conocí a un hombre hace un tiempo.
Su pelo era rubio y le gustaban las manzanas verdes.
En la madrugada extraño cómo me sentía con él.
Pero recuerdo que está lejos, tanto que ni viajando en avion, bus, bicicleta o auto podría llegar a verlo otra vez.
Espero que esté conmigo de alguna forma porque me niego a pensar que un amor tan bonito se consume tan fácil.
Nuestro cariño nunca fue frágil.
Y nuestras promesas tampoco.
Espero que te diviertas con ellas.
Si algo sale mal sólo búscame en esa constelación de la que hablamos ese día.
Quizás no estaré ahí.
Pero puede que encuentres la respuesta mirando al cielo e imaginando mi voz en tu oído.
En cada buena acción que hagas estaré ahí.
Gracias por darme una de las vidas que tienes dragón.
Las bestias se inclinan aveces.
Esta es una de ellas.