El Amor Es Un Enigma

1-Emma

Conseguí salir del intituto sana y salva. Digo sana y salva porque parece que cada mañana me encierro en un zoo, con animales peludos, ruidosos, y apestosos. Bajo los cuatro peldaños que separan mis pies  del suelo y el zoológico. Apoyo mi mochila en un banco al lado de la puerta y saco mi movil de la mochila. Me pongo los cascos. Necesito olvidarme del mundo. En ese momento suena Wake me up de Avicii. "Wake me up, despiertame" me digo a mi misma. Por lo menos, si mi vida fuera un sueño, podría moldearlo a mi manera o despertarme en medio de una pesadillas. Pero no, esto no es un sueño, es la realidad, y cada uno se come su mierda. No hay manera de retroceder en el tiempo. Al igual que el estribillo de la canción, yo también me siento perdida, vacía, no me encuentro a mi misma.

Alcé la cabeza y vi como dos chicos musculosos, estaban insultando y amenazando a uno más pequeño. Conocía a la víctima. Se llama Jeff. Si bien las injusticias no me gustan, los idiotas que se pasan con un pobre chaval, menos. Paso por al lado al ritmo de la música y susurro un leve "gilipollas..." Uno de ellos me mira, y el otro deja de empujar a Jeff. -Callate, zorra. - dice uno de los atacantes. No quiero problemas hasi que me voy, después de poner cara de asco.

Ando unos cuantos metros y miro en dirección al instituto: Un grupo de chicas cotillean sobre otra chica, otro grupo de gente mixta está fumando, aquellos dos macarras... Menudo panorama. No, esto no es un zoo, estoy en la época de las cavernas, la máquina del tiempo debe de estar por aquí escondida.

Sale un chico de mi clase. Jon es moreno, alto y de ojos verdes. Se podría decir que es el prototipo de joven atractivo. Él me mira desde la puerta. No se por que, en ese instante me doy la vuelta automáticamente y me voy. Al pasar al lado de un coche veo que me he puesto colorada. Una mano me toca por detrás:

-Emma, vas más rapida que un relámpago, ¿Es que acaso estas huyendo de alguien? - dice una voz jadeante. Es Hanna, una de mis mejores amigas.-Solo hiba motivada por la música, simplemente eso. - respondo.

Seguimos caminando juntas hasta un parque que está al lado de mi casa. Estamos a primeros de junio, y hace calor, hasi que todos los martes solemos quedarnos para estudiar un rato. Ambas nos sentamos en un banco al lado de un gran sauce y sacamos la materia que tenemos que estudiar para los exámenes finales. Al cabo de una hora, Hanna se levanta -Me tengo  que ir. Hoy es un día estupendo para pillar unas olas. -

Hanna es la más despreocupada de nosotras. Siempre que puede se va a coger unas olas con sus "amigos" de la playa. La gente con la que se mueve tienen una lonja al lado de la playa. Un día una vecina los presentó a todos, y desde entonces Hanna es como de la familia, todos son una gran familia. En la lonja son 8, y se podría decir que muchos de ellos son surfistas profesionales. A ella le gustaría serlo algún día, y presentarse a algún torneo. Pero eso, es solo una aspiración.

-Deberías mirar alguna cosa más... - digo responsablemente. -Las olas no van a estar ahí todo el día...- me contesta mientras guarda los libros en su mochila. - Los exámenes tampoco...

Ignora mi comentario y se despide de mi con la mano. Si no fuera por nuestras quedadas de los martes, dudo mucho que Hanna estudiase. Me voy a casa. 《Ojalá pasara algo grande.》Me dije a mi misma. Pero lo que yo no sabía era que las cosas más grandes ocurren cuando uno menos se lo espera. Quizás solo fuera cuestión de unas horas...

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Intentaré subir un capítulo cada día. Gracias por leer.

~Perdón por los fallos ortográficos.