Es amor y deseo

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Mikasa

Después de la llegada de Armin y Annie festejamos el cumpleaños de Carla, la madre de Eren. Hicimos una pequeña comida para que ella se sintiera entusiasmada, y eso nos diera la confianza que nos faltaba a Eren y a mi para contarles sobre lo nuestro.

Afortunadamente todo salió como queríamos, obtuvimos el consentimiento y apoyo de nuestras madres. Aunque pensé que mi madre estaría confundida o molesta por no haberlo hablado con ella antes, no fue asi, creo que nuestra conexión volvió después de tanto tiempo.

Le tenia preparada una sorpresa a Eren, como lo nuestro iba enserio pensé en que podríamos vivir juntos. Yo ya había comprado un apartamento al centro de la ciudad pero tenia miedo de vivir sola, puesto que desde muy pequeña hasta ahora he vivido con mi madre.

--Aun tengo una sorpresa por darte.-le dije tomándolo de la mano mientras salíamos del apartamento de su madre.

--¿A donde vamos?.-pregunto Eren confundido hasta llegar al estacionamiento.

--Es una sorpresa. Sube al auto.-le indique mientras subíamos.

Maneje por las calles oscuras de la ciudad con solo la luz de la luna que nos guiaba. Finalmente llegamos al edificio donde compre el apartamento y me estacione. Baje del auto con el, entrando al edificio que Eren observaba con detenimiento.

--¿Es aquí?.-pregunto Eren mientras caminábamos juntos.

--Aun no llegamos, no desesperes.-dije abrazando su brazo cariñosamente.

Subimos el elevador hasta el piso donde bajaríamos. Saque las llaves del apartamento de mi bolso y abrí la puerta, antes de abrirla completamente lo abrace por la espalda tapando sus ojos con mis manos para que no viera hasta estar dentro.

--No te preocupes, me encargare de que no caigas, asi que camina tranquilo, no trates de espiar.-le dije mientras lentamente caminamos dentro.

--Mikasa, me estas poniendo nervioso, ya dime que sucede, ¿Dónde estamos?.-pregunto Eren nervioso.

--Shhh. Detente. Mantén los ojos cerrados hasta que yo te diga que los abras, ¿Entendiste?.-dije seriamente.

--Suenas como una mandona, recuerdo que eras igual de mandona cuando eras niña, ya veo que no has cambiado.-dijo Eren riendo consiguiendo que le diera un codazo en el hombro.

Quería decirle lo que sentía en ese momento pero las bromas de Eren arruinaban mi inspiración.

--¿Recuerdas que te dije que quería hacer planes para mi vida?.... luego de cambiar de trabajo, cambiar mi corte de cabello y mi forma de vestir, a pesar de buscar apartamentos que siempre resultaban vacíos yo solo quería hacer planes junto con una persona, y esa persona eras tu. Finalmente estas aquí, en uno de los apartamentos que escogí, y al verte en el centro, tu eras lo que le faltaba a este aburrido apartamento. Abre los ojos.-dije mientras deslizaba mis manos de sus ojos para permitirle ver.

Sus ojos recorrieron cada rincón del salón hasta mirarme a mi.

--Es un simple apartamento, pero quiero hacerte una propuesta. Quiero que tu me ayudes. Juntos, quiero convertir este simple apartamento en un hogar, al que cada tarde después de trabajar podamos refugiarnos el uno al otro.-dije mientras miraba por la gran ventana que daba vista a las luces de la ciudad en la noche.

--Para mi es mas que una propuesta, es una vida mas como si de un videojuego se tratase, el mantenerme a tu lado es la completa felicidad, y sin importar donde me lleves yo te seguiré con gusto.-dijo el acercándose a mi, tomándome entre sus brazos.

Posiciono sus labios delicadamente entre los míos, compartiéndome de su calor interior, relajando su deseo en ellos. Mi corazón enloquecía y ansiaba tocar toda su piel desnuda. El beso finalizo con un suspiro y una sonrisa, vi sus mejillas rosadas y su respiración intranquila, pues se estaba conteniendo, el ansiaba mas pero el no me presionaría, yo lo sabia.

Atracción a través de una ventana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora