Capítulo 69

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Elizabeth fue despertada cuando sintió como un niño le picaba la cara con su dedo con demasiada insistencia, de cierta forma le estaba empezando a molestar aquello. 

-Niño no hagas eso- se quejó Elizabeth abriendo los ojos pero el niño no entendió pues no hablaba Inglés

-¡MAMÁ HAY UNA VAGABUNDA!- gritó el niño en un idioma que la pelinegra no entendió

-¿Que?- Elizabeth no supo lo que dijo aquel pequeño belga por lo que solo se empezó a alejar de entre los juegos antes que alguien la viera ahí

Una vez fuera del parque se volvió a poner la capucha y empezó a caminar a la estación, donde iba a comprar su boleto para el transbordador pero cuando lo iba a hacer vio por las pantallas del lugar como en las noticias aparecían las fotografías de Steve, Natasha, Wanda, Pietro, Sam y la suya, no tenía que saber el idioma del reportero del noticiero para saber de lo que hablaban, por lo que antes de que la reconocieran salió disparada al baño a ocultarse en cubículo. Esperaría a que la noticia pasara y olvidaran un poco su rostro o la confundieran con que simplemente se parecía a la chica en la televisión. Estuvo ahí pensando en demasiadas rutas de escape o en como subir a ese transbordador sin que la vieran, después de unos 15 minutos salió de ahí encontrándose con dos mujeres quienes solo se le quedaron viendo para después salir del baño dejando a la pelinegra sola en el lugar. Elizabeth se aseó como pudo y sonrió un poco cuando encontró que la señora Mary le había metido un cepillo de dientes, pasta dental y un cepillo para el cabello en su mochila. Después salió lo más discretamente que podía para escabullirse en las plataformas de abordaje, donde se escondió entre enormes cajas que subirían a la parte de carga del transbordador, sabía que ahí no la verían y tendría un viaje tranquilo. Agradecía el hecho de saber escabullirse fácilmente y ser silenciosa, nunca pensó pensar eso pero le agradecía a HYDRA el haberle enseñado aquello.

Fue un viaje calmado pues nadie pasó donde ella estaba, desayuno e incluso comió en el camino pues fue algo largo. Una vez que sintió que el transbordador se detuvo, recorrió este hasta llegar a la zona donde estaban los pasajeros, pues sabía que revisaban la zona de carga para verificar que no trajeran consigo nada ilícito al país. Los pasajeros empezaron a descender pero se detuvo en seco al ver demasiada seguridad para descender del transbordador, además que a todos les pedían sus pasajes e identificaciones.

-Piensa- se susurró así misma y probablemente se le ocurrió la peor idea que ha tenido en demasiado tiempo

Se dio la vuelta y se fue hasta la parte trasera del barco en la que nadie la viera, abrió una ventana donde no lo pensó dos veces y se aventó cayendo al mar. Solo rezaba para que no se hubiera percatado de aquello algún pasajero. Una vez que salió a la superficie empezó a nadar hasta la orilla más lejana de donde se encontraba la policía y los guardias de seguridad del lugar. Cuando salió no se permitió descansar y camino hasta escabullirse en uno de los callejones de la ciudad asegurándose de no ser reconocida, una vez ahí se dejó caer en el suelo y se recargó en la pared para tratar de controlar su respiración pues le había costado demasiado esfuerzo nada del transbordador a la orilla, estaba empapada pero lo único que la reconfortaba es que estaba más cerca de su destino. Pues al menos ya había logrado llegar a Inglaterra. Hasta ese instante se percató del dolor que tenía en todo el cuerpo, sabía que seguía teniendo las costillas fracturadas, la mano quemada, cortadas en el rostro, golpes y contusiones pero aún así no se iba rendir pues prefería caminar por todo el mundo en esas condiciones hasta encontrar a su familia. Se paró y camino con la cabeza agachada alejándose de las personas o cambiando de banqueta cuando se encontraba a alguien de frente. Así fue su caminata hasta que llegó a la estación de trenes, donde ahora si compraría un boleto pues no tenía otra opción. Cuando volteó a ver un reloj se dio cuenta que ya era las cinco de la tarde, por lo que con suerte llegaría antes de que terminase el día a Londres. Espero su tren, por una hora más o menos, hasta que subió a este y se sentó en los últimos vagones donde no hubiera nadie a su alrededor. 

Desde las cenizas/Los vengadores/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora