T r e i n t a y U n o

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LEER NOTA DE AUTORA AL FINAL❗️❗️❗️❗️❗️❗️❗️❗️❗️❗️


— Me iré a bañar...— comente a Kiyoko mientras tomaba mi bolsa de baño entre mis manos.

La pelinegra asintió con una pequeña sonrisita antes de seguir escribiendo en su cuaderno alguno de los apuntes de la escuela. Sonrei de vuelta, antes de retirarme de nuestra habitación y salir al pasillo mirando mi celular, porque mi padre me había bombardeado de mensajes de texto sobre como estaba y que estaba haciendo, a parte de recordarme si me había tomado mi medicación a tiempo.

Mientras caminaba, pude escuchar el escándalo que tenían los chicos en su habitación, así que traté de evitar pasar por ahí, sino me atraparian en sus garras para que los entretuviera como un payaso de circo que puede llegar a ser a veces, si tenía animo de hacer el ridículo.

Estaba a punto de escribirle a mi progenitor mientras bajaba las escaleras, cuando escuche a un Ennoshita demasiado preocupado, gritándole a los hombres de primero y pidiéndole a la señora del hostal si tenía una bicicleta. Me quedé escondida en la pared del lado de la escalera, mientras escribía rápidamente a mi padre un mensaje, y cuando sentí la puerta principal cerrarse al fin, es cuando me digne a salir de mi escondite para bajar las malditas escaleras.

No había nadie en mi rango de visión, así que corrí por el pasillo silenciosamente, hasta al fin poder llegar al baño de mujeres y encerrarme en este para que nadie me molestara durante algunos segundos.

...

— Mis ojos ya no aguantan más abiertos— susurre sobre el oído de Kageyama mientras apoyaba mi frente en su hombro.

El muchacho ni se inmutaba ante mis quejidos, y su vista azulada estaba fija en la televisión y en la explicación del entrenador Ukai, quien nos enseñaba paso a paso como identificar los tipos de servicios que haría Miya Atsumu si tuvieran un futuro enfrentamiento con el equipo.

Suspire aburrida, ya estaba harta de ver a aquel rubio de sonrisa burlona, no es fácil tener que estar una maldita semana revisando todos esos partidos para realizar la ficha de análisis para estos hombres, ya me sabia prácticamente al revés y al derecho todo lo que podían hacer los equipos, sobretodo Nekoma, donde ya estaban más que analizados. Pero, el entrenador me obligó a cerrar la boca sobre mis conocimientos, ya que, los muchachos eran los que tenían que sacar deducciones sobre el equipo contrario, cosa que acepte sin duda alguna, ya que, si sabían mucho sobre los partidos no serían emocionantes y no tendrían esa pizca de ansiedad y adrenalina que tanto los caracterizaba.

— Yo también tengo sueño pero fingo no estar cansado...— susurro luego de unos cinco minutos de silencio Kageyama.

Solte una risita burlona. Ya lo sospechaba, estaba extremadamente calmado como para que no tuviera sueño, generalmente, cuando tiene mucha energía, hace comentarios al respecto o le hace preguntas al entrenador Ukai sobre sus contrincantes para estar más preparado sobre ellos. Y si esta súper despierto, molesta a Hinata sin parar, hasta que ambos no se soportan y se van a los golpes, y ahi entra Tanaka a separar al dúo de salvajes adolescentes.

— ¿Saliste con Hinata a correr?— pregunte mirando fijamente los ojos de Kageyama.

Este asintio, pero de ahí en más me ignoro, ya que quedo embobado con los súper bloqueos y remates del middle blocker de Inarizaki, Suna Rintarou. Hay un dato curioso al respecto de este hombre y yo, no romanticamente, si no más platonico, y es que ese chiquillo de segundo año es una belleza exótica que jamás había visto en mi vida. A veces repetia sus puestas en escena una y otra vez sin parar, porque tenia una cara bastante atractiva, aunque su postura era media deprimente, pero no lo juzgaba, yo tambien caminaba asi a veces y no me daba cuenta, hasta que Tobio me llamo la atención por no estar recta durante sus entrenamientos, que novio más atento, me hace querer llorar a veces de lo lindo que es.

In Solitary // Kageyama Tobio [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora