Juego del Destino

CAPÍTULO 20

CAPÍTULO 20:

"DEFENSOR"

Third esperaba a Gun en la puerta de salida del condominio para ir juntos a clases, pero este comenzó a demorar más de lo normal. No dudó ni un instante y llamó.
Tres sonadas y la llamada fue contestada.
-¿Hola?-.
-Gun, ¿por qué tardas tanto?-.
-Enseguida bajo, luego te contaré-.
-Apresúrate-.
-Voy-.
Third colgó la llamada y siguió esperando por unos cinco minutos más hasta que finalmente vio a su amigo aparecer.
-¿Se puedes saber por qué la demora?-.
-Me llamó Mark-.
-Ya veo, te quedaste hablando mucho tiempo con él-.
-No, de hecho no hablamos muchos, es sólo que me dijo algo que... bueno, no importa-.
-Bien, si no me quieres contar, te entenderé-.
-No te lo contaré ahora, es un poco complejo. Pero te lo contaré hoy en la noche. Salgamos a beber algo-.
-De acuerdo. Aprovechemos de que es día viernes-.
Los amigos emprendieron su camino hacia la facultad. Conversaron todo el trayecto hasta que llegaron a su lugar de destino.
Tomaron asiento y sacaron algunos papeles de estudio para leer la materia que integraban en el examen que tenían.
Gun estuvo con su mente puesta en otras cosas que olvidó aquella importante prueba, así que aprovechó que la profesora no estaba para repasar.
Una de las cualidades que tenía Gun era que prestaba mucha atención en clases y lograba entender la materia, por lo que no necesitaba de tanto estudio para aprender.
-Buenos días muchachos-. Apareció de repente la profesora anunciando que comenzará el examen.
-¡Mierda, no alcancé a leer mucho!-. Exclamó Third.
-No te quejes tanto. No eres un mal estudiante y es probable que te vaya bien-.
-¿Y tú? No creo que hayas tenido tiempo de estudiar. Con todo lo que te ha pasado, creo que sería un poco imposible-.
-Lo sé, pero no necesito de mucho para hacerlo-.
-Eres muy confiado-.
Gun se echó a reír mientras guardaba todas sus cosas sólo quedando sobre la mesa una lapicera color negro.
Su celular comenzó a sonar en la mitad del examen, pero no podía contestar, así que lo ignoró completamente.
La pantalla mostraba que era Mix quien llamaba, así que aprovechó un momento de distracción de la profesora y envió un mensaje.
"No puedo responder ahora, estoy en medio de un examen", luego dejó su celular sobre la mesa y se concentró en lo que estaba haciendo.
Una hora después, los chicos salieron a receso para despejar su mente luego de una complicada prueba que los tuvo en estado de estrés durante todo ese tiempo. Al Salir, la primera persona que llamó fue la que hace un rato atrás lo estaba llamando.
3 tonadas y contestó.
-Hola, Gun-.
-Hola, P'Mix. Lamento no responder anteriormente. Estaba en un examen-.
-Sí, ya lo sé. ¿Cómo te fue?-.
-Bien, eso creo. Aunque estuvo un poco difícil, pero creo que lo aprobé-.
-Estoy seguro de ello-.
-Gracias... Y, ¿por qué me llamabas?-. Preguntó de inmediato Gun.
-Oh, es que te quería comentar que podríamos hacer una cena para este fin de semana e invitar a nuestros padres para darles la noticia-.
-¡Qué coincidencia! Yo también planeaba llamarte para darte la misma idea-.
-¿De verdad?- Preguntó Mix sorprendido.
-Sí. De hecho, se lo había conversado a mi hermano-.
Cuando oyó esas palabras, Mix se quedó en silencio. Se dio cuenta que el chico ya estaba enterado de la notica, por lo que querría ver su rostro.
-¿A tu hermano?-.
-Es que mi idea es que estuviera tu familia y la mía juntas-.
-¿No sería mejor que sólo sean nuestros papás y nosotros?-.
-P'Mix, sabes que mi hermano es importante para mí, y desearía que estuviera conmigo en ese día. Y me imagino que Mark también es importante para mí-.
A Míx no le quedó otra alternativa que aceptar la propuesta de Gun. Y es que en el fondo de su corazón, le dolerá ver la cara de decepción del otro muchacho, y terminaría por herirlo a él también.
-Entonces, ¿será el domingo por la tarde?-. Preguntó Mix.
-Sí, es mejor en la tarde. Por la noche mi hermano trabajará y no podrá estar-.
-Bien, ya tengo que colgar, debo seguir trabajando-.
-De acuerdo. Nos vemos-.
-Nos vemos-.
Gun colgó la llamada y se dirigió hacia donde estaba Third esperándolo con un vaso de jugo.
-Al fin terminas-. Le dijo Third con una sonrisa.
-No seas exagerado, sólo fueron unos minutos-.
-¿Acaso es que tu futuro esposo quiere controlarte?-.
-No seas ridículo. Mejor veamos los apuntes de la siguiente clase-. Finiquitó Gun con una risita hacia su amigo.
La noche se llegó y los amigos se dirigieron hacia el bar que quedaba cerca de la universidad, el mismo donde trabajó su hermano.
Third y Gun escogieron un lugar un poco retirado y tranquilo para conversar. Se sentaron y pidieron un par de cervezas. Al llegar sus pedidos, Third comenzó la conversación.
-¿Y bien? ¿Qué me tenías que contar? Me has tenido intrigado desde la mañana-.
-¿Qué? Pero no tengo mucho que contarte, ya lo sabes todo ¿o no?-. Respondió Gun evadiendo la pregunta de su amigo.
-Vamos a ver. ¿por qué demoraste en salir de tu departamento esta mañana?-.
-Realmente a ti no te puedo ocultar nada, y esto de verdad me está matando-.
-Te escucho-.
Gun tomó un sorbo de cerveza y luego comenzó a hablar.
-Hoy en la mañana me llamó Mark y me pidió que no me casara con P'Mix-.
-¿Qué? ¿De verdad hizo eso?-.
-Sí, no sé la razón de esto, pero al escuchar esas palabras, me enredó completamente la mente-.
-¿Quieres decir que estás dudando?-.
-No lo sé-.
-¿No lo sabes?-. Mix miró a Gun con un rostro de saber que su amigo estaba mintiendo.
-Tengo claro lo que debo hacer. Necesito vengarme de P'Mix, Mark y de mi hermano y eso lo sabes muy bien. No puedo caer en las mentiras de Mark en estos momentos. Sé que estaba dispuesto a decir que me ama, pero no le creo. No creo nada de lo que provenga de él, ¿me entiendes?-.
Luego de haberse desahogado un poco, Gun toma otro sorbo de cerveza para calmar su sed.
-¿Sabes qué pienso yo?-. Habló Third.
-¿Qué piensas?-.
-Pienso que estás enamorado de Mark, pero tu dolor y ganas de vengarte en tan grande que no te deja ver con claridad las cosas-.
-...-.
-Mira, ya P'Mix te pidió matrimonio, y aceptaste aún sabiendo que la persona que él ama es tu hermano, pero ahí estás a su lado aún-.
-Quiero que cada uno sienta el dolor que me iban a provocar con todo esto-.
-¿Acaso no te estás dando cuenta que tú también te estás haciendo daño?-.
Gun no se había dado cuenta de ello. Si bien, las cosas estaban saliendo como él quería, no pensó en su corazón, en sus sentimientos... en el futuro.
Su corazón latía con fuerza cada día que veía a Mark, y dolía cada vez que él pensaba que sólo en su mente podían estar juntos.
-No me vas a hacer cambiar de opinión-. Respondió Gun.
-Tus ganas de vengarte son tan grandes que te has enceguecido completamente. Sabes que amas a Mark, pero no lo quieres ver. Te casarás con P'Mix y verás a tu hermano destruido, ¿y luego qué pasará? ¿lo has pensado? -.
-...-.
-Amigo, date cuenta que esto no está bien. Deja que cada uno vivan su amor. Y tú vive el tuyo junto a la persona que te espera, y sabes bien quién es. Habla con la verdad, de todas maneras, ellos no tienen derecho a reclamarte si te juzgan por algo -.
-El problema es que no le creo a Mark. Siento que puede ser una treta preparada por su hermano. No te voy a negar que la persona que roba mis sueños es Mark y no P'Mix. Su estrategia resultó y terminé enamorándome de él, pero no quiero darles en el gusto de hacerles saber que ellos han ganado-.
La voz de Gun comenzó a temblar y en sus ojos, las lágrimas comenzaron a asomarse, pero se resistió a mostrarlas.
-Te entiendo, pero nunca vas a saber si lo que Mark dice es cierto si no hablas con honestidad con él. Acepta el hecho de que Mark y tú fueron objeto del juego del destino y ante eso no pueden hacer nada al respecto-.
-¿Crees que deba llamarlo?-.
-Definitivamente. Y acaba con todo esto. Verás que todo se solucionará para todos. Ya les diste una lección a cada uno y ya sintieron el dolor del desamor. La felicidad de todos está en tus manos-.
-Creo que tienes razón. Esto es demasiado absurdo. Hablaré con él esta noche y mañana hablaré con P'Mix y mi hermano. Terminaré con todo esto de una vez por todas-.
-Bien dicho, amigo-.
Gun cambió su rostro mostrando una sonrisa. Los sentimientos por Mark comenzaron a asomarse y las ganas de ir hacia sus brazos lo hacían actuar torpemente, al voltear un vaso derramándolo sobre la mesa y ensuciando su ropa.
-¡Cálmate!-. Dijo Third con una risa.
-Iré al baño a limpiarme antes de llamar a Mark-.
-De acuerdo-.
Gun se levantó alegremente y se dirigió hacia el baño.
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En la otra mesa se encontraban dos chicos mayores que miraron a Gun cuando pasaba por su lado.
-Oye, ¿No es ese el novio de ese idiota de Mix Jumlongkul?-. Dijo uno de los chicos cuyo nombre era Boat.
-Tienes razón, vamos por él-. Dijo el otro chico llamado Earth.
-¿Sabes que siempre he querido saborear su cuerpo?-.
-Entonces, es tu oportunidad, Boat. Vamos-.
Los dos chicos se levantaron de la mesa y se dirigieron hacia el baño donde sacaron a los pocos chicos que se encontraban allí.
Gun se encontraba lavando sus manos cuando se pararon ambos chicos a su lado.
-¿Quiénes son ustedes?-. Preguntó.
-Somos amigos, no te asustes-. Habló Earth.
-Mejor me voy-.
-¡Espera! ¿Dónde crees que vas?-.
Boat le respondió a Gun empujándolo haciendo que éste chocara contra el respaldo del lavamanos y golpeando fuertemente su espalda. Se acercó a él y susurró unas palabras en su oído mientras lo agarraba de la cintura.
-Estás delicioso y quiero probarte-.
-¡No! ¡Suéltame!-.
Gun trató de zafar del agarre de Boat, pero su cuerpo era tan pequeño y delgado en comparación con el otro chico, que apenas podía moverse. Como pudo, soltó uno de sus manos y lanzó un fuerte golpe hacia su rostro, haciendo que retroceda unos pasos.
-¡Maldito bastardo!-.
Boat empuñó su mano y golpeó tan fuerte a Gun que éste cayó en el piso. Los dos chicos comenzaron a patear al menor con tanta furia sin que nadie pudiera hacer algo.
Lo único que podía hacer Gun era intentar colocarse en posición fetal para recibir menos golpes en las zonas importantes.
Pero eso no fue necesario puesto que el menor sintió que algo abrazaba su cuerpo protegiéndolo de aquellas patadas.
Gun no podía ver bien qué era lo que estaba pasando hasta que escuchó unas palabras susurrantes en su oído.
-¡Tranquilo! ¡No dejaré que te hagan daño!-.
"¡Esa voz! ¡Yo conozco es voz! ¡No me digan que...!"
De repente, Gun abrió los ojos para ver a la persona que recibía los golpes, y era...
-¡Mark... eres tú!-.
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