Tú y yo lo compartimos todo

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«Suéltala maldito»

«Niño tonto la emperatriz Palpatine nos pertenece»

«Tú ni siquiera deberías estar vivo, Kylo Ren»

«Ella no es Palpatine, ella es Rey Solo mi esposa»

«Jajajaaja estúpido muchacho, ella no te pertenece»

Quería gritarles que no era Kylo Ren, que ahora era Ben Solo pero estaba paralizado, se sentía impotente al ver a su mujer con grilletes, casi inconsciente y llena de golpes.

«Rey» —logró decir en un susurro.

«Mi amor» —le habló por medio de la conexión, no temas tu y yo podemos vencerlos.

Las lágrimas en los ojos de Rey le estaban partiendo el alma.

«Suelta la oscuridad Kylo Ren, ríndete a tu destino»...

¡Nooooo, mi amor! —abrió los ojos, con temblores en todo el cuerpo.

¡Ben! —despertó Rey, bastante preocupada al verlo temblar y convulsionar.

¡Rayos! estas ardiendo en fiebre, Ben mi amor despierta te lo ruego.

El muchacho temblaba y estaba cubierto de sudor, tenía los ojos desorbitados. No dejaba de llamarla. Rey estaba angustiada al verlo tan vulnerable, así que trató de serenarse y se concentró para revisar con el uso de la fuerza si el cuerpo de Ben estaría siendo atacado por algún virus que le provocaban la fiebre y las alucinaciones. No encontró nada, su cuerpo gozaba de buena salud.

Rey cariño.

Escuchó que una voz la llamaba y sintió la calidez de la presencia de Leia.

¡Leia perdóname! —susurró levantándose de la cama cuando la vio aparecer—no era mi intención... me comporte como una caprichosa y yo...

Mi niña, estabas en tu derecho de hacer preguntas pero entiende no podemos revelar el futuro. —Se acercó y le acarició el rostro a su querida padawan.

Rey se estremeció ante aquel roce.

Entiendo... pero yo...

Tranquila mi niña ya pasó, ahora aquí lo que importa es Ben, acompáñame.

Rey siguió a Leia por todo el pasillo del Halcón hasta que llegaron a la cocina.

Querida, busca en esos cajones de metal que están en el fondo de la gaveta —Rey hurgó en varios de los contenedores que había ahí, encontrándose con un pequeño cajón metálico el cual tomó en sus manos.

¿Este contenedor? —cuestionó a Leia.

Si cariño, ábrelo —la instó a que lo hiciera.

Son una especie de raíces —Rey observó detenidamente, un puñado de raíces y varios tipos de hierbas que habían en el contenedor metálico.

Son raíces de *cambylictus, tienen propiedades curativas, hierve un pequeño trozo junto con esas hierbas que están en el cajón, solamente una cucharada, luego déjala reposar lo viertes en una taza y deja que se enfrié un poco para luego dárselo a Ben por sorbos, veras como poco a poco la fiebre cederá. Caerá en un sueño tranquilo y profundo.

Rey seguía las instrucciones a pies juntillas sin cuestionar nada, hasta que ya tenía todo listo. Mientras esperaba que se enfriara el brebaje, interrogó a Leia.

Sparkles in my soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora