•· Capítulo 3 ·•

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SÍ, SÍ PUEDE SALIR PEOR

Lucas, estoy más que segura que es Lucas detrás de mí esperando a que yo reaccione.

Me doy la vuelta para confirmarlo pero no logro encontrar su rostro sino, a Jacob mirándome divertido.

Se había tardado.

—Katie, Katie. Vaya, ¿me estabas persiguiendo? Porque en cada lugar te veo —agregó en tono burlón.

—¿Ah? ¿Y ahora qué es lo que quieres?

—Oh no, yo nada. Pero como te vi por acá sola, creí que querías compañía.

—Qué amable, pero no te la pedí, gracias —Le dediqué una falsa sonrisa.

—Vale, vale. Sí sabes que el juego es de dos, ¿no?

Claro, ese detalle había desaparecido de mi mente en aquel momento.

—Nunca dije que jugaría o ¿sí? —ataqué en un intento idiota por defenderme.

Ambos quedamos como estúpidos mirando la ruleta de los deseos, y una parte de mí quería jugar. Pero en primer lugar no sabía cómo, luego estaba que no sabía que deseo pedir. Por último, tampoco quería jugar con Jacob.

—Entonces, ¿por qué sigues ahí parada? —me sacó él de mis pensamientos y lo fulminé con la mirada.

—Ya, eso no te importa, ¿acaso no puedo estar tranquila observando el lugar?

—Uy, bueno. La verdad es que sí vine a decirte algo —pausó lo que estaba diciendo mirando en dirección a la salida de la sala y continuó—... Steven está afuera, en los pasillos principales esperándote para hablar.

Sí, era de esperarse.

Seguido de darme la información, salió disparado al final del pasillo de la salita, y quedé con la palabra en la boca.

Los chicos estaban muy entretenidos, mirando cómics mientras le explicaban con suma paciencia a Lindsay de qué se trataban. Así que, decidí ir yo sola a ver que quería ese menudo imbécil.

Ya estaba saliendo del lugar, justo a la misma dirección que me indicó Jacob. O bueno, eso tenía entendido. Cuando me giré hacía atrás, logré detallar una figura masculina trás un maniquí en una tienda.

Steven.

—Eh... ¿Hola? —murmuré, mirándolo con mala cara.

—¡Katie! Aquí estás, creí que no vendrías.

Fruncí el ceño. Quedé en un estado de: ¡¿wtf?!

—Pues, aquí me ves —repliqué con una sonrisa forzada—. Al punto Steven —mascullé—, Jacob ha estado molestándome. Ya dime qué es lo que quieres de una vez.

Las pocas oportunidades que me topé con él, siempre usaba un tono de voz y una actitud distinta que con los demás, ya que todas las veces suele ser un completo estúpido. Así que, en su caso no estaría nada grosero mi comportamiento.

—Austin nuevamente es el capitán del equipo ¿no es así? —comenzó a decirme serenamente.

¿Qué rayos? ¿A qué viene eso ahora?

—Pues claro, ¿acaso no asistes al Instituto el primer día?

Yo sabía que obviamente sí había ido, pero quise sacarlo de quicio un ratito.

—Qué graciosa, ¿es o no es el capitán? —volvió a preguntar ya no tan amistoso y con nada de paciencia.

—¿Qué está sucediendo...? —Y como si lo hubiéramos llamado, Lucas interrumpió a Steven y se posó a su lado mirándolo un tanto ¿Confundido?

Mi vida, mis reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora