Guía para el amor no correspondido

5: Todos aman a John Green

Guía para el amor no correspondido: Parte 2

Paso 1: Date un respiro 

Si puedes, intenta separarte de esa persona. Muchas veces estos sentimientos nacen de la proximidad. Si no pasas mucho tiempo cerca de esta persona, los sentimientos podrían desaparecer por sí solos.

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—Podemos reunirnos en el café junto a la escuela, si quieres —le sugiere el moreno mientras ambos caminan por los pasillos de la escuela. A Charlie le agrada la idea de hacer la tarea con Ben; él parece agradable.

—Claro o, si lo prefieres, podemos ir a mi casa —añade ella encogiéndose de hombros. Ben sonríe.

—Bueno, yo iba a invitarte a la mía pero quizá no querías venir porque piensas que soy un asesino o algo por el estilo...

La rubia no puede evitar soltar una pequeña risa tonta de la cual se arrepiente al instante. No está coqueteando con Ben, y tampoco quiere darle esa impresión al chico.

—Donde sea estará bien.

—Entonces en mi casa el sábado, ¿Te parece bien? —Charlie asiente con una pequeña sonrisa. No sabe cuando pasó pero ya están fuera del instituto— ¿Me prestas tu celular un segundo? —le pide y ella se lo da. Benjamin anota su número y se agenda a sí mismo como "Ben". Pronto se lo devuelve y el suyo comienza a sonar— Listo, ahora tienes mi numero y yo el tuyo. El sábado a las 2 de la tarde, ¿si? te enviare la dirección.

Antes de que ella pudiera contestar, él le da un fugaz beso en su mejilla y se despide. 

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La madre de Charlie estaciona frente a una casa bonita y grande. La dirección concuerda, es la casa de Ben.

—Luego te digo para que vengas por mi —dice la rubia bajándose del auto. Saluda a su madre y camina hacia la puerta. 

Toca el timbre y se escuchan unos pasos bajando por las escaleras. Benjamin abre la puerta con una sonrisa. Su pelo esta algo húmedo y despeinado, y no tiene nada puesto de la cintura para arriba. Charlotte abre los ojos, sorprendida. Al parecer, llego en un mal momento. ¿Debería irse?

—Hola —susurra, algo tímida. 

—Hola, pasa  —contesta él, abriendo más la puerta para dejarla pasar.

La residencia Howard es muy agradable. Por dentro, es espaciosa y todo está perfectamente acomodado. Es una casa típica de película estadounidense.

—Bonita casa —comenta ella, y Ben le sonríe.

—Ven, sígueme —juntos comienzan a subir las escaleras— Lamento que me veas así, me estaba duchando y... bueno, se me paso un poco el horario —dice, algo avergonzado.

—No te preocupes, está bien —responde Charlie, aunque no puede borrar esa imagen de su cabeza. Benjamin tiene un cuerpo que otros chicos (como por ejemplo, Drew) envidiarían.

—Siéntete como en tu casa —habla mientras abre lo que parece la puerta de su habitación. Es bastante grande y muy bonita. Las paredes son blancas pero tienen colgados algunos posters y fotografías. El cubrecama es negro y, al parecer, bastante cómodo. Charlie se sienta sobre este con cuidado, sacándose su nueva mochila de los hombros. Un segundo después Ben ya tiene puesta una remera.

—Ya regreso Charlie. Voy a buscar mis cosas, están abajo —dice antes de salir disparado por la puerta. Charlotte se pone de pie, y camina lentamente hacia una estantería con varios libros.

Benjamin tiene un gran gusto en libros, tiene que admitirlo.

Al lado de esta estantería hay un mapa, y algunos lugares están marcados con alfileres rojos.

El pelinegro entra a la habitación y Charlie se voltea a verlo.

—Esto me recuerda a Ciudades de Papel... Por alguna razón —suelta con una pequeña sonrisa. Ben imita su gesto.

—Si, era la idea. Me gusta John Green, pero ¿a quién no? —admite y a Charlotte se le iluminan los ojos.

—¡Lo sé!

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