Especial

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Este especial no sigue el canon de la historia. Tampoco posee spoilers de lo que pasará en CKG: el final.

El concepto le pertenece en parte a Valentina, la ganadora del concurso. Mi trabajo aquí ha sido darle vida con base en el fic que escogió y mi interpretación de sus ideas.

Ojalá te guste, MinValentina12

Kitty Gang, el mafioso más poderoso de toda Asia, finalmente ha logrado su cometido. Es dueño de las tres fuerzas del Estado (el Ejército, la Marina y la Aviación); además, gracias al apoyo de su Alfa, Agust, capturó la Policía Secreta. Es, básicamente, la persona más poderosa, casi dueño de la violencia de su país. Sin embargo, su vida no es solo eso.

El sensual pero tierno Omega gato montés se casó con la persona a la que más amaba: Agust. Ahora, ambos tienen una hija llamada Valentina, quien recientemente ha cumplido los dieciocho años. Ella se había presentado como una Omega a sus quince, aunque su personalidad no coincidía con el estereotipo, al igual que su padre. Es fría y amenazante, fuerte y ágil, lista y hermosa.

Es pequeña de tamaño y su contextura es delgada, aunque eso nunca la ha limitado. Tiene el cabello oscuro como Agust y los ojos profundos como granos de café. Su mirada es intensa, tanto que consigue tener a la gente a sus pies con tan solo verlos. Además, como la loba que es, ama transformarse para sentir la libertad de su lado animal. Ama ser salvaje, ama sentirse viva.

—Agust... —se quejó Kitty al sentir los labios de su esposo en su cuello— Déjame que estoy ocupado.

El Omega estaba revisando algunos documentos en su portátil. Al parecer, el poder Judicial había ordenado la liberación de J Hope de la cárcel, luego de que fuera condenado por asesinato. Supuestamente, tenía una sentencia de veinte años, pero saldría antes por buena conducta.

—Puedes revisar eso después —le susurró su esposo con su excitante voz ronca—. Valentina no está, amor. Podemos divertirnos un poco.

—Pero no quiero...

—Ya pues, cariño. —Metió sus manos por debajo del polo del pelirrosa, buscando la calidez de su piel. Luego, intentó quitárselo, pero un zarpazo en su brazo lo detuvo.

—¡No es no, lobo pulgoso!

—Pero...

—Voy a llamar a Gucci... Recuerda que él vive en el departamento de abajo —lo amenazó.

—Dudo que te haga caso. —Puchereó el Alfa. —Debe estar revolcándose con su Omega.

—Si grito, vendrá —sentenció Kitty con el ceño fruncido—. Además, ¿acaso no debes ir al trabajo?

—Hoy iré en la tarde —contestó con el ceño fruncido—. Soy el encargado de firmar la liberación de ese estúpido Beta.

La mención de ese hombre tan solo incomodaba en la mente de Kitty. Lo odiaba, lo detestaba demasiado. Lo culpaba por la muerte de Jihyo y por el casi fracaso de su plan en la Central. Sin embargo, sus numerosos intentos por sobornar al juez para que lo sentenciaran a muerte fallaron. ¡Cómo odiaba a esa gente que no se torcía del camino! ¡Qué ridiculez!

• CAZANDO A KITTY GANG: especial •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora