Escrito en Abril del 2021
Un crimen será la puerta para que un ser oscuro tome posesión de aquel cuerpo moribundo, agonizante y con sed de venganza, en su último aliento su dueño pedirá venganza como último deseo y el sobrenatural ser se lo conceder...
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Garin veía a Vante de rodillas, por un instante dudo si seguir, pues podría morir en su ausencia y moriría sólo, estuvo a punto de entrar de nuevo cuando alguien la tomó por la espalda y tapó su boca ─Shhh no grites, no te haré daño... Ahora no te muevas, ellos ya vienen... ─dijo el hombre ocultándose con Garin detrás de unas bancas en una zona muy oscura.
─ ¿Quién es usted? ─dijo ella temblorosa una vez que estuvieron ocultos.
─Mi nombre es Jerathel, soy puede decirse que un amigo de Vante, pero ahora tengo que ayudarte a ti... ─ dijo el anciano.
─Dijo que ellos ya vienen, ¿quiénes son y a que vienen? ─pregunto asustada Garin.
─Ellos vienen por Vante, van a sacrificarlo como muestra de revelación contra el señor de las tinieblas, él es el heredero sucesor del inframundo, pero esos que vienen fueron desterrados por su desobediencia, ahora Baekhyun le entregó al heredero en bandeja de plata... ─un aire de tristeza y coraje salía en las palabras de Jerathel.
─Pero él está mal herido, él en cualquier momento se irá... Debería ayudarlo a él, yo estoy bien... ─Garin hablaba bajo tratando de ahogar sus lágrimas, era la peor noche de su vida.
─No puedo intervenir, no soy sobrenatural, no podría hacer nada, me siento inútil sin poder ayudarlo, pero él sabe que no es porque no quiera ─el anciano se inquietaba. De pronto una voz diferente se escuchó, los dos humanos permanecían ocultos pero al escuchar al recién llegado ambos callaron. Vante que se encontraba tratando de sostenerse, sabiendo y entendiendo que el final estaba cerca, estaba solo.
─El gran y poderoso Vante, convertido en un vulgar humano, insignificante y peor aún, mal herido y vendido por otros humanos, lo que tanto odiabas ahora te ha entregado a la muerte ─dijo él demonio rodeándolo.
─Alden... No importa en qué me haya convertido... Lo que importa es que jamás seré como tú... ─la voz de Vante fue suave, pues sentía su cuerpo entrar en agonía.
─Pero mira que osado ¿Acaso no te enseñaron a respetar a los mayores? ─el demonio se agachó frente a Vante hasta quedar a su altura, lo miró por un instante ─el arete que te marca como un noble... Me gusta, me lo quedaré... Pero que fea herida tienes ahí... Dime tus huesos se recolocan cuando tus alas salen ¿No es así? ¿Crees que si salen dañen tu herida? ─Vante guardó silencio, escuchándolo, sintió como robo su arete ─vamos a intentar ─dijo Alden y colocó una mano sobre el hombro de Vante he hizo que sus alas salieran.
En efecto, los huesos de Vante empezaron a ajustarse para sus alas pudieran acomodarse, Vante empezó a sangrar aún más y remorderse del inmenso dolor, ya no pudo sostenerse y cayó al suelo, sus alas se extendieron y él estaba de costado sobre el suelo sufriendo. Pronto Vante se dio cuenta, sería el trofeo de Alden y su legión de demonios, era la protesta en contra de su señor, iba a morir ahí, lo quemarían aún vivo o sabrá Dios que. ─Sabes Vante, aquí encontré una herramienta que es muy útil, he escuchado que sirve para cortar reses, se supone que cortan perfectamente, sin dejar astillas, creo que la usaré contigo ─el demonio empezó a acariciar las alas de Vante y él tuvo miedo de lo que su cabeza empezó a sospechar.
