Jungkook estaba allí, Jimin lo sabía.
No necesitaba verlo, porque sabía que estaba allí. Acompañándolo, recostado a su lado.
Algunas veces, sentía como sus brazos envolvían su cintura a la hora de dormir, también sentía cuando este besaba su frente. Incluso sentía que, Jungkook lo acompañaba cuando caminaba por la noche y debía ir a trabajar tarde, se sentía protegido a su lado.
El único problema es que, nunca lo ha visto en toda su vida, ni lo ha escuchado. Simplemente, es consiente que existe.
Ni si quiera sabe si su verdadero nombre es "Jungkook", simplemente le puso ese nombre para no llamarlo simplemente "la cosa", como solía hacer cuando tenía doce años.
Han pasado doce años, desde que no llamaba a Jungkook de esa manera.
Tal vez está algo enloquecido y Jeongguk no es más que un extraño presentimiento, pero, puede afirmar por su vida entera, que si existe.
Así que, con esos pensamientos en mente, se sienta sobre la cama y toma aire para hablar.
Siente el peso sobre el colchón y, sin temor alguno, pronuncia las siguientes palabras.
—Ggguk, ¿estás ahí? —Pregunta. Los dedos de sus manos se mueven inquietos y muerde su labio inferior. Es la segunda vez en su vida, en que hace aquella pregunta en voz alta. La primera vez, la hizo a los dieciséis, cuando se encontraba estudiando y de pronto el bombillo de su habitación se apagó.
Gguk solía hacerle aquella clase de cosas, para demostrar su presencia. Recuerda que, aquella vez luego de preguntar, escuchó dos golpes, como si quisiera decir "estoy aquí". Jimin le había comentado a su madre y ella, algo alarmada, pensó que había algún corte de luz en la casa, específicamente en su habitación, por lo que había llamado a un electricista para que pudiera arreglar el supuesto problema.
Porque en realidad, no había ningún problema con la luz de su hogar.
Así que su madre se asustó y le pidió no volver a hacer esa pregunta.
Pero ahora estaba viviendo solo, en un pequeño apartamento, cerca a su trabajo, por lo que no había ningún problema.
El joven peli negro, frunce el ceño algo decepcionado, al no escuchar ninguna señal que demostrara la presencia de Jungkook.
—¿Es-estás ahí? —Volvió a preguntar, sintiéndose algo humillado. Tal vez todo había sido su imaginación y Jungkook no existía. Tal vez lo había abandonado. Habían tantas probabilidades, pero ninguna cuadraba en verdad.
¿Por qué Jungkook no daba alguna señal?
¿Y si todo había sido su imaginación?
¿Y si...?
Toc Toc.
Jimin nunca había sido asustadizo, cuando se trataban de cosas así.
En verdad, nunca tenía miedo a películas de terror sobre espíritus, fantasmas, etc.
De lo único que tenía un gran miedo, era de los seres humanos.
Sí, él es uno. Pero, incluso a veces temía de si mismo, temía tomar alguna mala decisión que le hiciera daño a la poca gente que en verdad apreciaba.
Pero...Era muy diferente el miedo que tenía de si mismo y el miedo que tenía por otras personas. Nunca podría asegurar si las personas con las que convivía día a día, habían cometido algún acto atroz, si su amabilidad era real, las personas son malas.
Muy malas, lo sabía por carne propia.
Por eso, se había apartado de la mayoría de personas con las que solía convivir, como su familia y había decidido permanecer solo.
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estás aquí ; kookmin os
RandomJungkook siempre había estado allí. os agradecimiento por los 4k de seguidores <3, muchas gracias.