❁ 48 ❁

974 133 7
                                    

Taeil frenó de golpe, marcando las ruedas de su camioneta en el pavimento.

Apenas el vehículo se detuvo, colocó rápidamente el freno de mano y abrió la puerta, para correr hacia el frente de la camioneta, donde un tembloroso Haechan se abrazaba a sí mismo, aún a mitad de la calle.

El mayor lo abrazó con fuerza, apretándolo contra sí, acomodando la cabeza del chico entre su hombro y cuello para dejarlo llorar.

Sentía su corazón latiendo a mil, asustando por lo que podría pasar.

Pensó en decirle todas las cosas que le cruzaron por la mente, en todos los castigos y palabras bruscas que podría dedicarle por cruzar la calle de esa manera, añadiendo todo lo que podría haber pasado después si lo atropellaban.

Pero sabía que ese tipo de cosas no era correcto decirlas, y menos teniendo a Haechan tan sensible, sólo empeoraría.

—Vamos, Haechannie, te llevo a casa— habló con tranquilidad, a pesar de que su corazón latía desenfrenado.

Sentía el chico negar, y como se apartaba un poco, terminando en soltar el abrazo, Taeil bajó la vista hacia los antebrazos que Haechan le mostraba, con la piel enrrojecida por los rasguños, y donde estos habían  insistido más, habían cortado la piel y sangraban.

—Oh, Haechan, tranquilo— lo calmó con una sonrisa, acariciando su cabeza con cariño—. Vamos, subamos al auto que te curo.

Taeil guío a Haechan hasta la camioneta, y sentado en el asiento del copiloto, tomando el botiquín del auto, limpió primero con agua, luego algodones con agua oxigenada, dió una vueltas con vendas antes de asegurar todo con cinta hipoalergénica, todo sin dejar de hablarle, de forma tranquila, con una sonrisa, cosa que logró reconfortar a Haechan un poco.

Una vez listo el vendaje, Taeil subió al auto ofreció su celular a Haechan, preguntando si recordaba el número de su madre, el cual el mudo marcó sin ningún problema.

El mayor habló con tranquilidad y con una sonrisa, a pesar de que Haechan pudo escuchar el tono histérico de su madre desde donde estaba, al finalizar la llamada, Taeil dejó el teléfono en la guantera, quitando el freno, le habló de nuevo.

—Te llevaré a casa, tu madre me dijo que tenías una visita.




----------------🎭🧚----------------

Este sí es el capítulo real ª

Teoría acerca de lo que creen que va a pasar aquí 👉

Mute - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora