-Hey Rhaast, mira esto
No importaba cuantas veces le dijera que fuera a mirar algo el siempre lo hacía, dejando lo que sea que estuviera haciendo y yendo con curiosidad a ver. Se quedó mirando lo que Kayn tenía entre las manos, su mirada era de confusión ante la insignificante criatura.
-¿un sapo? ¡¿Querías que viera un sapo?!
El pelinegro asintió con una sonrisa burlona y aprovechando que Rhaast estaba agachado le puso la ranita en la cabeza, entre ambos cuernos.
La expresión del demonio era lo mejor que había visto en mucho tiempo, tenía sus ojos abiertos como platos y se quedó estático.-¡Kayn quítame esta cosa! ¡Quítamela!
El chico reía a carcajadas ante el comportamiento errático y desesperado del más alto. El animal saltó de encima suyo por los bruscos movimientos y se perdió en el césped.
-pff ¡jsjaja! ¡Debiste haber visto tu cara!
-¡cállate!
Se le tiró encima botándolo al piso, el joven no dejaba de reír mientras forcejeaba con el demonio quien evidentemente no estaba ejerciendo ni la mitad de su fuerza, estaban jugando.
-¡Oh no! ¡Ayuda, el gran Rhaast me esta atacando! ¡Ayuda! ¡Ayuda!
Decía entre risas el muchacho mientras miraba al mayor quien le gruñía como haciendo un puchero y dejó de forcejear, quedando encima suyo y dejándose caer sobre el, haciendo que el chico soltara una queja de dolor por el peso provocado debido al gran tamaño del demonio.
-pufh-. Agh Rhaast, jaja, quítate maldita guadaña parlanchina, me aplastas
Bromeó y lo empujó para que se moviera a lo que el demonio permaneció quieto y callado. Kayn sabía que ocurría así que sonrió levemente y se quedó allí junto a él, acariciando su espalda mientras miraba al cielo.
-Hey rhaast.
Habló Shieda tras unos minutos a lo que el contrario le contestó con un simple "Mh".
-¿que viste esta vez?
No quiso responder, tan solo abrazó al chico apretándolo contra el. Kayn lo vio de reojo y suspiró, devolviéndole el abrazo y disfrutando de la tranquilidad y silencio del lugar.
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Eternidad (Rhaast & Kayn)
Hayran KurguRhaast nunca absorbió el cuerpo de Kayn, no porque no fuera capaz, tan solo no quería. Sin embargo el encierro era insoportable y Kayn podía notar esto, así que decidió darle un regalo, un cuerpo propio. Pudo haber sido otra de sus impulsivas decisi...