Ti Sogno [Volkacio] [Carlinas] [Roni]

•4•

—Entonces... -Garcia trataba de entender- Raúl y Toni están en una relación pero Lina hace de tapadera para no afectar a los Gambino o que quieran meterse con Salinas.

—Esa es la idea -afirmo Salinas-.

—A mí me da igual, vas a seguil siendo mi sugal baby -reclamo Hai-.

—Eso siempre -dijo Toni guiñándole el ojo-.

Mientras ellos hablaban, Carlo estaba cruzado de brazos fingiendo escuchar, por suerte para él su celular sonó y con la excusa de contestar salió de aquel edificio de cárnicas y camino hasta su auto sentandose en el capo de este.

Miro su celular y vio que había un mensaje de Horacio.

"Tengo el presentimiento de que esto te puede servir, tu solo dile 'me gustas ¿Te gustó?' a mí no me funcionó, pero no porque no me amará."

"Ya es tarde."

Carlo sabía perfectamente de eso, lo había soñado, quizás hubiera funcionado si se hubiera declarado antes, pero ahora era prácticamente imposible, no podía traicionar a su hermano, era la única familia que tenía.

Quería llorar, quería romperse como cuando lo perdía todo en el casino, pero ni siquiera ese dolor era tan grande comparado al que sentía en ese momento ¿Cómo es que no se dió cuenta de lo evidente? Se enteró al mismo tiempo que los demás dentro de aquel edificio.

No odiaba a Salinas, solo trataba de disimular el amor que sentía por él ¿Porque Toni tenía que quedarse con el abogado? Ya tenía al maldito chino de su lado.

—Carlo.

Escucho aquel asentó ruso que ya había escuchado antes en sueños que no le pertenecían, alzó la mirada viendo a Volkov con uno de sus tantos trajes no tan elegantes pero tampoco feos.

—¿Que quieres Viktor? -baja la mirada guardando su celular- deberías estar con los demás.

Viktor se sentó a su lado, por alguna razón sentía una extraña conección con el italiano, sentía que tenía algo de Horacio en su interior, demaciado raro.

—Me recuerdas a alguien, no se porque, tu personalidad no cuadra con la del chico, pero algo tienes que puedo verlo en tí.

—¿Era tu amigo cuando estabas en la policía? -se cruza de brazos-.

—No, en realidad no, solo era un compañero, él trataba de acercarse a mi, pero nunca se lo permití, cuando se me declaro y lo rechace solo se alejo de mí.

—¿Enserio a estás alturas no puedes aceptar que era tu amigo? No pensé que fueras tan ciego Viktor.

—En el momento que acepte que era alguien cercano termine en coma por varios años.

—Pero... ¿Porque?

Realmente tenía curiosidad, eso era algo que no había visto aun en sus sueños.

—Que dos personas que se consideran hermanos se enamoren de la misma persona es donde empieza lo malo.

Apretó los labios un poco al escucharlo.

—Los dos se enamoraron de mi, los dos me coqueteaban pero desde un punto uno dejo de hacerlo, pero el otro aumento los coqueteos y acercamientos.

—Le dejo vía libre...

—Aun así notaba que el otro quería algo, así que me acerque para hablar con él con calma. Me acerque a él porque me interesaba, entonces.... tuvimos una relación sin que nadie supiera, estaban prohibidas las relaciones entre compañeros. Tarde se me declaro el que tanto me insistía, pero no lo veía de ese modo, al menos no en ese momento.

—¿Cómo que no en ese momento? -Carlo trato de ver su expresión- engañaste a tu pareja ¿No? Tiene sentido, pero parece haberse tomado en serio las palabras de "si me engañas te mato".

—Cuando desperté él ya estaba en rehabilitación, pero en el momento que me enteré que volveríamos a trabajar juntos nos distanciamos, no lo ví, no lo he visto y no tengo intenciones de volver a verlo.

—La culpa es tuya... pero también lo es la de tu otro compañero, se supone que eran como hermanos, eso es traición, nunca le haría eso a Toni, me gusta Salinas pero amo más a mi hermano que a cualquier otra persona. Si salinas lastima a Toni, yo lo mató personalmente.

—¿Puedo confesarte algo? -vio al contrario asentir- me siento muy cómodo con ustedes, nunca me había sentido tan agusto.

—Claro, no compares una mafia Italia con el CNP.

— .... si .... creo que ahora comprendo a Gustabo y su cambio de bando.

—¿Que? -lo mira a los ojos-.

—¡Nada! Pensaba en voz alta. No entraras de nuevo? -señala el edificio-.

—No, iré al casino -se levanta- puedes acompañarme.

Ambos subieron al auto del italiano y se fueron de ahí dejando al resto de mafiosos solos. Carlo no tenía total confianza en Volkov, era obvio, tenía sueños con él donde se le veía muy final al CNP, pero también aprecio en esos sueños que el ruso estaba hasta los cojones de estar del lado de la ley, de todos modos no iba a confiarse. Lo ventajoso de todo era que Anya y Volkov no sabían que los Gambino eran los jefes, solo pensaban que tenían un puesto alto en la organización.

Sin embargo... alguien los observaba a lo lejos todo el rato que hablaron, no se perdió de ni un solo detalle.

Toni recibió un mensaje de su hermano de que iba a ir al casino, cosa que nadie paso por alto, así que quedaron de acuerdo a que el resto iría al scape room, el rubio se negó diciendo que estaba cansado separándose del resto.

Subió a su motocicleta y condujo hasta la casa que tenían en la zona de la playa, dejo su vehículo en el parking y entro a la casa cerrando con seguro. Su celular sonó en ese momento y contesto la llamada.

—Tik tok tik tok -la persona del otro lado comenzó a hacer un sonido con su lengua siguiendo con aquel sonido-.

—Hola... -fue interrumpido rápidamente-.

—Hiciste tu relación con Salinas oficial ante todos?

—Si, solo a unos amigos cercanos.

—Ellos no son tus amigos, son solo el siguiente paso a tu éxito, no puedes tener amigos, ni pareja.

—Amo a Raúl, nos amamos -dijo firme creyendo enormemente en su novio-.

—Pero si ese abogado cambia de pareja a cada rato, que te hace pensar que eres al único al que mira?

La mano de Toni con la que sostenía el celular comenzaba a temblar un poco.

—Yo en el futuro lo veo casado, pero no contigo. No te engañes Gambino, él nunca te amo y nunca te amará.

Toni colgó la llamada y apretó entre sus manos el celular con todas sus fuerzas, se mordió el labio y trato de ser fuerte para no derrumbarse, realmente quería confiar en aquel mexicano que amaba.