The Light Behind Your Eyes

Capitulo 7: 13 de marzo

Hasta pronto a todos mis amigos
Cada uno de ellos tuvo fines trágicos
Con cada día que pasa
Estaría mintiendo si no dijera
Que los echo de menos a todos esta noche
Y si supieran lo que yo diría

—¡Kovacs! ¡¿Qué le paso?! — respondió inmediatamente, su tono era bastante alterado.

—Volkov, cálmate, a H no le paso nada grave…

El peliblanco soltó un suspiro. Era demasiado mayor para esta esta clase de sustos.

—…Mira compañero ¿Cómo te explico esto? — soltó un pequeño chasquido con un breve silencio— H esta en este momento borracho en el gabrielas. Lo acabo de sacar de una pelea a puños con un civil. No puedo salir de servicio en este momento ¿Lo puedes recoger?

La imagen mental de Horacio sin camisa peleando con alguna persona al azar. Se sonrojo inmediatamente y pensó en otra cosa. Se tenia que sacar esa imagen mental.

—No se preocupe, iré por el— le indico— Páseme la ubicación.

—Si ya te la paso…

—¿Kovacs? Por favor no dejes que le pase nada.

—No se preocupe, no dejaría que le pasara nada.

Volkov colgó el teléfono y llevo las manos a su rostro soltando un profundo suspiro. Esta muy claro que Horacio no estaba tan enfermo como le habia informado si en este momento se encontraba borracho. Miro un momento la multa que se recarga sobre la pared, así que abrió el cajón de su escritorio y saco un franco de pastillas.

Estos no eran nada mas que tranquilizantes, le dijeron que los tomara antes de dormir para disminuir el dolor. Apenas eran las 3 de la tarde, pero no queria sentir dolor si un usaba la muleta. Solo tomo dos de golpe, ni siquiera las  bebió con agua. Esto para el ruso no era la gran cosa, pues habia pasado por cosas mucho peores, de las cuales Conway le saco caminando del hospital.

Se coloco su mascara con cuidado. Debía ir por el menor antes de que se hiciera daño, que era lo ultimo que queria. Luego se las arreglaría con la Agente M sobre el papeleo. Después de todo era la regla de la facción, los compañeros eran prioridad por sobre cualquier otra cosa.

Para su suerte de camino al estacionamiento no se encontró con ninguno de sus compañeros. Tomo el primer auto que encontró y marcando la dirección que le dio Kovacs fue hasta allí.

No era un secreto la poca tolerancia al alcohol del menor para Volkov. Si lo tuvo que cargar a su cama por una simple bebida. Lo que no esperaría de el es faltar al trabajo para emborracharse y no solo eso, sino que también causar problemas por la ciudad.

Ese era su problema, seguía comparando a este Horacio con el chico veinteañero que conoció hace tiempo. No seria raro pensar que como buen adulto con problemas (Como él mismo hace un tiempo) terminaría cediendo ante el alcohol.

“Por lo menos no fueron drogas” pensó.

Le costaba mucho quitarse esa imagen juvenil de H, o solo aceptar que ahora estaba bajo el mando de alguien una vez entreno. Si tenia aprecio, cariño y algo de respecto por el menor, pero un par de semanas no eran suficientes para acostumbrase a esa idea.

El camino al Gabrielas fue bastante rápido, pues que inconscientemente subió la velocidad del auto mas de la permitida. Estaciono a una cuadra del local y comprobó su aspecto. Tenia que seguir las ordenes de Horacio por su propia seguridad.

Con pasas algo apresurados llego hasta el lugar. Se encontró en primer lugar con el Comisario Kovacs, el cual se encontraba corriendo hasta su dirección. Trato de enfocar su vista un poco ya que no lo veía con claridad, no estaba seguro de que le pasaba.