Lo siento.

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No creía poder soportar un solo día más.

Cada día era lo mismo; clases a las que asistir (junto al montón de deberes que dejaban y los puntos que le quitaban sin razón alguna), gente a la que impresionar y un mundo entero al que salvar.

Llevaba mucho tiempo así y sentía que no avanzaba en absoluto.

Se sentía un inútil.

Sentía que todas esas emociones iban a explotarle en la cara en cualquier momento.

Unos gritos interrumpieron sus pensamientos, Hermione y Ron. La discusión se sentía desde la sala común. Silencioso bajó por las escaleras para saber cual es el motivo de esta pelea, si no contaba mal esa era la quinta en lo que llevan de semana y aún era jueves.

-¡Por Merlín! Deja de ser tan... tan...- soltó furioso el pelirrojo.

-¿Tan como, Ron?- dijo bostezando mientras entraba a la sala.

-¡Harry, al fin te levantas! Llevas casi todo el fin de semana acostado. 

-Si, lamento eso, los entrenamientos de Quidditch de esta semana me han dejado molido.- se excusó rápidamente.

De repente sintió la mirada inquisitiva de Hermione quemándole la nuca, estaba seguro de que no se creía nada de lo que dijo, pero no pensaba decirles nada de lo que le pasaba a sus amigos.

No quería molestarles con tonterías como esas, ya demasiadas cosas tendrán en la cabeza.

-No te preocupes tío.- dijo un sonriente Ron- anda vamos a desayunar que me muero de hambre.

Y para evitar darles más explicaciones, le dio la razón y los tres se fueron a comer algo.

                                                                                    ***

No probó bocado de lo que se puso en el plato, llevaba varios días sin apetito y parecía que hoy no iba a ser diferente.

-¿No vas a comer nada Harry?- le cuestiono Hermione- Llevo días sin verte comer bien.

-O-oh es que no me apetece nada ahorita mismo, no tienes porque preocuparte Herms, por favor. 

-No Harry, si me tengo que preocupar. Es tu salud la que está en juego al hacer esto. 

-Hermione de v-verdad, está todo perfecto.- Mal, mal, se estaba empezando a poner nervioso. 

-Hermione déjalo anda, ¿no escuchaste que te dijo que está todo bien?- dijo un Ron con la boca llena de comida.

-¡Ron no te pongas de su lado! Harry come al menos un poco.- le insistió la castaña.

-N-no me apetece lo digo enserio.

-¡Harry comete la comida!- le gritó Hermione ya cansada de la "discusión" que estaban teniendo. 

-¡QUE NO!- gritó azotando las manos en la mesa.

Un silencio incomodo se hizo en el comedor.

Al notar que el bullicio de siempre se apagaba de golpe, levantó la vista para ver como todos le miraban con sorpresa, junto a la sorprendida y a la vez decepcionada mirada de Hermione.

Esa fue la gota que derramó el baso; todas esas miradas que le estaban juzgando...

Sintió como el color se le iba de la cara y como su respiración se estaba haciendo cada vez más errática. 

-O-oh Dios..., p-perdón Hermione- lagrimas le empezaron a caer por la cara- Perdón, perdón, perdón...

Necesitaba salir de allí pero ya, y con eso en mente salió del comedor a toda prisa.

Lo siento. - DRARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora