Querido:
Aún recuerdo la primera vez que hablamos.
Estaba llorando por una estupidez.
Y llegaste tu sin conocerme.
A decirme que dejará de llorar.
Que no valía la pena.
Será imposible olvidar esas dulces palabras.
Porque eres lo más importante que poseo.
Bueno en realidad no te poseo.