Descubriendo un Engaño

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ALICE

Somos soldaditos siervos del Señor, vamos en defensa de nuestro evangelio...

-¡Tutururututu!Tutututu!-tatarareaba mientras brincaba de un sitio para otro.

-Alice, no te desvíes del centro, si quieres llegar pronto tendrás que apurarte.-comentó Diza mientras yo dejaba de cantar.

-Esta bien.-contesté.-por cierto, ¡muchas gracias por haberme ayudado en aquella pelea!¡Eres una gran guerrera!.

-...Gracias.

-Diza, en mi pequeña estancia que he estado aquí he notado que en su mayoría, son los ángeles jóvenes quienes pelean mientras los más veteranos no llevan ni un arma encima, ¿a qué se debe eso?-pregunté curiosamente.

-Bueno...-dijo Diza rascándose la nuca.-Lo cierto es que todos los ángeles peleamos, solo que de diferentes maneras y en diferentes tiempos. Por ejemplo, fíjate bien en cómo lo hacen los humanos cristianos, los hijos de Dios. Cuando son niños, aprenden sobre quién es Dios y de todas sus maravillas, también entienden la misión que hizo al venir aquí a la tierra para morir por ellos. Cuando son jóvenes, empiezan a descubrir su identidad y a usar sus dones y talentos para servir al Señor y evangelizar a los que están en el mundo. Es aquí donde está lo interesante, los jóvenes más que nadie son los que están más expuestos al mundo, y por ello es que deben pelear.

-¿Pelear?.-pregunté confundida.

-Sí, pelear. La llamada "pelea espiritual", ellos no pelean contra los del mundo, sino contra su ellos mismos, es decir, contra su propia carne y el viejo hombre que quiere encaminarlos al infierno. 

-Wow!

-Cuando ya alcanzan una madurez, son capaces de hacer muchas más cosas. Obtienen una manera diferente de ver al mundo de como lo hacían antes. Es bastante parecido a nosotros. Mientras los más pequeños son llevados a revelaciones (pero también hay jovenes y adultos), los jovenes pueden dedicarse e pelear en el ejército o a ser principiante en misiones, pero hay que saber que hay muchisimas más áreas en las que uno puede ayudar. Con frecuencia, los adultos experimentados en misiones pasan a ser supervisores de los más jóvenes.

DIZA

-Eso...¡Eso es impresionante!

Me detuve al ver que ya habíamos llegado a nuestro destino. La estación de trenes apenas estaba concurrida pues, ya estaba atardeciendo y eran muy pocas personas las que preferían viajar de noche.

-¡Allá está el Señor Clifford!-gritó Alice señalando a un hombre alto y delgado que daba circulos de nerviosismo al lado de un tren próximo a irse.

-¿No dijiste que tenías un supervisor?

-¡Claro que sí!¡Vendrá en cualquier momento!

-Entonces mi trabajo está finalizado. Debo volver con Jhon, adiós Alice.

AUSTIN

La misión de Joshua estará probablemente en su habitación...

Subí rápidamente las escaleras y abrí cada una de las puertas del segundo piso. Sin embargo, con cada cuarto que me topaba, no encontraba a nadie. Me parecía extraño que Joshua defendiera una casa vacía, se suponía que su misión tendría que estar aqui.

Finalmente abrí la puerta de la habitación del fondo, me topé con que esta estaba muy bien ordenada y había un chico joven al fondo de esta. Miraba hacia la pared inmovíl, silencioso, sin decir palabra alguna. No podía verme pues estaba transformado, era invisible a sus ojos. Mi curiosidad por saber qué era lo que estaba haciéndo disminuyó al ver cómo se daba la vuelta y me miraba con unos ojos serios y profundos.

Ángel Guardián [CRISTIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora