Un horrible dolor de cabeza y cuello me hacen despertar de mi placido sueño, siento mi cabeza palpitar una y otra vez.
-¡Dios mi cabeza me va a explotar!- me quejo.
Maldito dolor de cabeza, maldito dolor de cuello, necesito tomar algo. Abro los ojos y encuentro todo oscuro, a decir verdad no recuerdo ni como llegue a mi casa, ni a mi cama. Intento encender la luz de mi mesa de noche pero...¿tengo las manos amarradas?
Momento, momento ¡¿Porque estoy atado a una puta silla?!
¡¿Que diablos?!
¿Donde estoy?
¿Es mi cuarto?
¡¡Demonios!!
¿Que es esto?
Intento moverme pero mis esfuerzos son en vano, solo consigo pocos movimientos pero nada, mucho menos veo nada, estoy en total oscuridad. Sigo intentando unos minutos mas pero nada, ¡nada!
Y si sigo así solo conseguiré caerme con todo y silla.
Joder, ¿Que esta pasando? ¿Que es esto? ¿Una broma?
-¡Si esto es una puta broma saquen las putas cámaras ya!- grito pero no obtengo una respuesta- ¡Anda que esperan!, ¡Les costara esta bromita de mierda!- grito de nuevo.
De la nada un sonido chirriante se escucha, guardo silencio y observo lo que mis ojos me permiten, a lo lejos diviso una luz pero viene del piso que desaparece al instante.
¿En donde diablos estoy?
-Cállate de una puta vez.- es una voz femenina.
-¿Que es esto? ¿En donde estoy? ¿Quien eres? ¿Que quieres de mi?- no contesta y eso me frustra- ¿Estoy en un garaje? ¿Sótano? ¿Habitación? ¿Bodega?- solo escucho una risa de su parte- ¡Enciende una puta luz!
-Muchas preguntas ¿no crees?, sabes cállate que me colmas la paciencia.- escucho unos pasos acercándose, pasos ligeros.
-Encenderé la luz para que aclares unas cosas y ¡te calles de una puta vez!- grito lo ultimo.
Unos pasos mas cerca y hágase la luz, una foco colgando encima de mi cabeza aclara la habitación en donde estoy y me ciega un poco, cosa que hace que cierre los ojos de golpe, abriéndolos poco a poco aclarando mi vista y permitiéndome ver todo con claridad, me acostumbro a la luz y observo a mi alrededor, viendo sogas, una mesa llena de cosas que no alcanzo a ver y aun lado de mi en una pared una equis enorme de madera que a las extremidades tiene unas sogas, es lo único que hay.
¿Donde diablos estoy? ¿Que esta pasando? ¿Que es todo esto?
Sigo explorando a mi alrededor topandome con la única persona en la misma habitación.
-Bienvenido al ático.- rió la castaña, contestando sorpresivamente uno de mis pensamientos.
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