Veo de pies a cabeza a una chica cabello castaño, largo y liso, altura; no mas alta que yo, pero tampoco tan baja.
-¿Que tanto miras?
-¿Quien eres? - ignore su pregunta.
-Eso no te importa. - contesta molesta.
-¿Que es lo que quieres de mi?
-Muchas cosas...
-¿Dinero? ¿Fama?- hable duro.
-No quiero tu estúpido dinero, menos tu fama.- rió.
-Entonces ¿que diablos quieres?- escupí con frustración.
-Divertirme un poco- sonrió- jugar contigo...- camino a paso lento alrededor de mi- hacerte sufrir...y tal vez matarte.- susurro en mi oído, un escalofrió recorrió toda mi espalda al escuchar eso.
-¿Que clase de enferma eres? - gruñí.
-¡Eh! cállate estúpido duende, la única que puede hacer preguntas aquí soy yo.- tomo mi pelo jalando mi cabeza hacia atrás mientras me miraba fijo.
-¿Sabes? Si te escucharan en Irlanda decir "duende" te patearían el culo. - dije entre dientes, a lo que ella solo carcajeo y soltando su agarre de mi pelo.
-¿Sabes? Me vale una mierda, no estamos en Irlanda...duende.- rió.
-Vete a la mierda, esta bromita te va costar caro.- la mire mal, a lo que ella solo volvió a reír y de un segundo a otro su rostro se torno serio.
A paso decidido se acerco a mi y me dio una bofetada bastante fuerte, solo sentí un poco de ardor, seguro mi mejilla marcada de un color rosado por el impacto de su mano y un dolor de cabeza que no aguanto, regrese mi vista a ella quien me observaba fijo y fulminándome con la mirada al igual que yo a ella.
Dio media vuelta y se acerco a la única mesa que estaba y no podía ver que había en ella ya que se encontraba lejos de mi campo de vista. Tomo algo y giro a mi direccion a paso lento, allí pude divisar una pequeña navaja en su mano.
-Que comience la diversión.
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