Azúcar, azúcar

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Kim no pensó que entrar en ese bosque, traería consigo, dejar todo lo que conocía. 



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El pequeño niño, vagaba por todo el bosque en busca de su perro, acampar con su familia en medio del bosque eran tan bonito para él, pero no contaba con que su perro, señor esponja saldría corriendo adentrándose al bosque, sus pies corrían en busca de aquel pequeño animal y sus labios fríos gritaban el nombre de su perro.

"¡Señor esponja!" sus ojos verdosos miraban el lugar inspeccionando, pero la linterna que llevaba consigo, no era lo suficientemente capaz de alumbrar aquel lugar gigante llenos de árboles y hojas secas, no podía negar que se encontraba algo asustado por estar en el bosque a oscuras.

Las botas impermeables que su mami había comprado especialmente para ese día, estaban sucias de tanto caminar. "¡Señor esponja, regrese conmigo!" pero su perro no hacía aparición alguna, sus labios ya morados debido a la noche, se encontraban temblando del frío, y cuando detuvo su andar por encontrar a su mascota echada junto a un gran árbol, complacido durmiendo, se dio cuenta, que no sabía muy bien como regresar.

Tomó a su perro en sus brazos y giró su cuerpo hacia donde creyó, haber caminado, caminó y caminó, pero simplemente, no encontró el camino de vuelta a sus padres.

"¡Mamá!" gritó con todas sus fuerzas, mas no hubo respuesta, y tampoco, tenía muchas fuerzas, el canino aun en sus brazos, ejerció movimientos bruscos para liberarse de su agarre, y así, escapar de nuevo.

Estaba muy asustado. Tan asustado que comenzaría a llorar si no encontraba el camino de regreso. Cerró sus ojos un momento y cuando los abrió de nuevo, colores había por doquier, los azules, morados y rosas pastel estaban en el aire, pequeños destellos blancos parpadeaban y se preguntó, si es que acaso las luciérnagas tenían otro color. Sus manos tallaron con desespero sus ojos en busca de poder ver mejor, pero todo era justo como antes, caminó con pasos temerosos hacia las luces, sintiendo su corazón latir rápido.

El escalofrío de su cuerpo se vio interrumpido por una melodía tan suave como apenas audible, y se maravilló; su papá solía ir a teatros gigantes y bonitos a veces a escuchar ese tipo de melodías y ahora, estaba escuchando una, así que la posibilidad de que sus padres fuesen quienes tuvieran esas melodías lo alegraba, caminó ahora más decidido, con paso firme.

"¿Papi?" habló, no obtuvo respuesta, en cambio, los colores del ambiente cambiaron y solo se podían ver pequeños puntos azul celeste y un ligero verde, ah, se veía tan mágico, sus pasos se vieron ansiosos cuando se topó con lo que parecía ser un lugar habitado, pues, el pasto estaba bien pulido, verde como aquel de la primavera, los árboles eran más bajos y eran iguales a los demás, habían pequeños puntos, rojos con café y toques dorados que, él sabía, eran hongos, más unos blancos, muy grandes, y sé maravilló aún más, cuando lo vio.

Sus brillosos ojos se ampliaron al notar el diminuto ser a su vista, ¿acaso estaba viendo bien?, danzaba cual, si su vida dependiese de ello, y sus ojos diminutos se mantenían cerrados. Detuvo su andar, y sintió nervios apoderarse de su pequeño cuerpo, la criatura lo observó, y ladeo un poco su cabeza, le regaló una sonrisa diminuta y sintió temor, ¿eso lo lastimaría?, "t-tú" y no pudo decir más porque su garganta se secó de pronto.

Estaba temeroso, nervioso, pero sobre todo fascinado, con los bellos colores de aquello que aun, no sabía que era, "tú, ¿Qué eres?" y el pequeño ser tan solo movió aquello que parecían ser alas transparentes pero brillosas.

En sus cortos años, jamás había visto aquel brillo precioso, no solo en una persona, sino en sus ojos, porque, aunque estuviera casi muriendo de miedo, se acercó un poco más para poder apreciar aquellos ojos chiquitos que también lo observaban curiosos, ¿era un hada?, era absurdo, pero, aquello era de verdad era, ¿un hada hombre?, porque sin duda alguna era un hombre. Aunque si veía sus facciones, le parecía tan, delicado.

Escuchó una melodía pequeña y suave y comprendió que aquel ser, le estaba hablando, pero no podía entenderlo, solo, podía escuchar una melodía perfecta, ¿aquello, era su voz?, de sus diminutos labios salió lo que pareció ser humo y en ello, un nombre se formó.

Jungkook.

Él, era tan bello, sus ojos pequeñísimos con un brillo enorme le hacían querer llevarlo consigo mismo, y guardarlo durante una eternidad. 

Después de un tiempo de observar, más seres pequeños llegaron hasta donde estaba, y se vio rodeado por estos, todos, formando una rueda dejándolo en el centro y danzando, quizá hablaban, pero, todas y cada una de sus voces, eran una melodía, oh, una muy bella melodía.

Cerró sus ojos un momento para grabar aquello en su cabeza y después, tararear a su mamá cuando le contara su aventura inesperada, en su mente solo podía rondar una pequeña pero significativa pregunta, "¿qué se sentirá ser como Jungkook?", en su mente, y en su corazón, sabía que aquel ser precioso, tenía que estar junto a él. 

Juntos, y no se sentía incorrecto pensar de aquella forma. 

Su cuerpo se sintió tan ligero que su ser se sintió feliz, tan feliz que sonrió y habló, habló en una perfecta melodía, su voz uniéndose a todas ya juntas, una melodía que sin duda Piotr Ilich Chaikovski podría tocar, sus ojos se abrieron cuando escuchó risas y las melodías cesaron, su corazón latió fuerte y desenfrenado por la experiencia maravillosa y se aterró cuando al abrirlos, su cuerpo no era más que uno pequeñito, danzando junto a los demás, con alas azules y verdes pastel, como los últimos dos colores que vio. Pero, pronto, se encontró entendiendo, que el destino los quería, juntos. 

Miró al hada junto a su derecha y le sonrió, soltó una pequeña melodía que Jungkook a su lado comprendió y unieron sus manos pequeñas, bailando como una pareja, creando una canción dulce, tan dulce como su danzar, como el amor puro a su edad, como un dulce, dulce hogar.

Lindos colores pastel. Lindas hadas de azúcar.



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Esta tarde, se reporta la desaparición de un joven de 12 años de edad llamado Kim Taehyung, al parecer la familia acampaba a las afueras del bosque y el niño no apareció cuando todos despertaron; sus familiares están realmente preocupados, cualquier información, llame al número que aparece en pantalla.



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Dudas o preguntas.<3

-WaldestrandKook

Hada de azúcar |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora