| Veinticinco |

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Llego a casa y lo primero que hago es tirarme en el sofá en modo plancha.
No sé cómo he aguantado siete horas en ese infierno.

Enzo tenía razón –por enésima vez- el dolor de cabeza se me había pasado con el ibuprofeno.

–Es hora de comer así que levanta tu jodido culo y ven a la cocina–grita Enzo.

Suspiro y hago caso. Cuando llego a la cocina Paul me saluda.

–¿Qué tal tu día, Nix?

–Con dolor de cabeza pero bien.

–Si no hubieses bebido no te dolería–comenta Negan serio.

Nos miramos unos segundos sin decir nada. Serios.

En ese momento, tocan al timbre, obligándome a despegar la mirada.

–Voy yo- camino hacia la puerta y la abro.

Mi corazón se acelera al ver quién es.

Cárter.

Los recuerdos vienen a mi mente y siento náuseas.

–¿Q-qué haces aquí?–odio que se note la inseguridad que tengo frente a él.

–Quería hablar contigo, Nix.

–¿Quién es?–pregunta a lo lejos no sé quién, pero no puedo responder. Las palabras no salen e mi boca.

–Vete, Cárter.

Da un paso hacia delante:–Escúchame, por favor. Perdón por lo del otro día. No era yo, había bebido y... no sabía lo que hacía.

–No quiero escuchar tus jodidas mierdas.

–Por favor...–no le dejo seguir hablando por qué hago el amago de cerrar la puerta.

Pero interrumpe cogiéndome del brazo duramente.

–Suéltame, ya–me alarmo.

–Te he dicho que me escuches, joder- escupe enfadado.

–Y ella te ha dicho que la sueltes–la voz de Enzo se hace presente y enseguida siento alivio.

Cárter frunce el ceño exageradamente y luego nos mira a ambos.

Mi hermanastro se acerca a nosotros –Vuelve a tocarla un poco y me la suda que tu familia sea rica porque te juro por mis muertos que te vas a pasar la vida sin ver la luz del sol.

Cárter rápidamente me suelta. Alza ambas manos en modo de rendición y se aleja corriendo de casa.

Enzo cierra la puerta. Luego, se gira hacia mí:–¿Estás bien?

Asiento con mis ojos fijos en la puerta. Sin creer todo lo que Cárter está haciendo.

Mi hermanastro ve mi cara y pasa su brazo por mis hombros para atraerme hacia él.

–Nix, escúchame–con su mano me obliga a mirarle–Ni él ni nadie te va a hacer daño mientras esté vivo, ¿vale?

No sé porque pero, al escuchar eso, mis ojos se aguan. Rápidamente pestañeo para que él no lo note.

–Gracias por todo, Enzo–le sonrío.

Él me devuelve la sonrisa:–Anda vamos a comer.

Cuando llegamos a la cocina Negan y Paul nos miran.

Sus ojos se fijan en mi brazo y enseguida sé que hay marcas de su mano.

–¿Qué ha pasado?

–Cárter ha venido a pedirme perdón por lo de la otra vez y...- empiezo a explicar.

–Ese hijo de puta–Negan rápidamente se levanta y sale de casa dando un portón.

Todos nos miramos sin entender nada.

–Hay que ir tras él–Negan enfadado no es nada bueno.

Asiento hacia Paul y haciéndole caso salimos de casa en busca de mi hermano.

¿Por qué había actuado así?

OTRO POR AQUÍ :)

¿Mi hermanastro? Mi profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora